Muere Marcelino Bilbao, la última vÃctima de los experimentos nazis en Mauthausen
Fue vÃctima de los crueles experimentos de Aribert Heim, conocido como Doctor Muerte
Uno de los relatos más estremecedores del libro de Montserrat Llor es el de Marcelino Bilbao Bilbao, un vizcaÃno de Alonsotegi que durante cinco años permaneció recluido en el campo austriaco de Mauthausen, donde fue vÃctima de los crueles experimentos de Aribert Heim, conocido como Doctor Muerte.
EL CORREO
Uno de los relatos más estremecedores del libro de Montserrat Llor es el de Marcelino Bilbao Bilbao, un vizcaÃno de Alonsotegi que durante cinco años permaneció recluido en el campo austriaco de Mauthausen, donde fue vÃctima de los crueles experimentos de Aribert Heim, conocido como Doctor Muerte. Bilbao, que era el último superviviente de aquellas terribles pruebas, falleció ayer en su domicilio de la localidad francesa de Poitiers, según confirmaron fuentes familiares. TenÃa 94 años, pero mantenÃa vivo el recuerdo de su sufrimiento en el campo de concentración. Asà se lo relató a Llor. «Durante seis sábados seguidos me inocularon benceno cerca del corazón. Se me quedó un bulto azul que fue subiendo y cuando llegó a la altura del hombro no me permitÃa mover la cabeza. Al cabo de una semana anduve a rastras. Pasados unos 15 dÃas el dolor fue remitiendo», confesaba. «Entonces no sabÃamos lo que era aquel lÃquido, pero durante la semana habÃa que evitar parecer enfermo para que no te enviaran al crematorio», explicaba hace años a unos periodistas. Fue uno de los siete supervivientes de aquella barbarie y el último que quedaba con vida.
Militante anarquista y gudari, estaba casado con la guipuzcoana Mercedes Aguirre, cuya familia le acogió en ParÃs, adonde logró llegar a pie tras liberar los aliados su campo. Con apenas 16 años se habÃa integrado en un batallón de la CNT, con el que participó en la ofensiva sobre Villarreal. Durante la Guerra Civil alcanzó el grado de teniente y participó en la fracasada ofensiva sobre Teruel y posteriormente en la Batalla del Ebro, donde le condecoraron con la Medalla al Valor. El 9 de febrero de 1938 cruzó la frontera por La Junquera y en ese momento comenzó su verdadera odisea. Tras pasar por varios centros de internamiento, fue hecho prisionero por los nazis y el 13 de diciembre de 1940 llegó al infierno de Mauthausen, donde fue inscrito con el número 4.628. Marcelino logró sobrevivir gracias a su picaresca, fortaleza y juventud, pero fue testigo directo del horror, las cámaras de gas y las ejecuciones. Tras la guerra, en su nueva vida, trabajó en una lecherÃa y una fábrica petroquÃmica. Apasionado seguidor del Athletic, fijó su domicilio en Poitiers, donde ayer falleció.
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