Ana Messuti: «La Querella Argentina está muy bien pero lo ideal es que se juzgue la dictadura aquû
La abogada de las vÃctimas de la dictadura franquista ante la Justicia argentina publica el ensayo ‘Un deber ineludible’
La abogada de las vÃctimas de la dictadura franquista ante la Justicia argentina publica ‘Un deber ineludible’, un ensayo que nace de su tesis doctoral y que indaga en la obligación internacional de los Estados de perseguir penalmente los crÃmenes internacionales cometidos en su territorio.
ALEJANDRO TORRÚS Madrid
Rodeada de vÃctimas de la dictadura franquista, juristas de reconocido prestigio, antiguos alumnos de la Universidad de Buenos Aires y funcionarios de la Embajada argentina en Madrid, entre otras personalidades, Ana Messuti, abogada de la acusación en la llamada querella argentina, presentó ayer su último libro, Un deber ineludible. La obligación del Estado de perseguir penalmente los crÃmenes internacionales (Editorial Ediar), una obra que nace de la tesis doctoral de la letrada en la Universidad de Salamanca y que indaga en la obligación internacional de los Estados de perseguir penalmente los crÃmenes internacionales cometidos en su territorio.
La obra, tal y como contó Laura Zúñiga, catedrática de Derecho Penal de la Universidad de Salamanca y directora de la tesis doctoral, nació del deseo de la autora de encontrar en el Derecho Penal una solución duradera al problema de la impunidad de la dictadura franquista, en particular, y de los crÃmenes de lesa humanidad y/o genocidio, en general. «La autora se planteó qué pedÃan la Memoria Histórica y las vÃctimas al Derecho Penal y cuáles de esas demandas podÃan ser resueltas por el Derecho Penal y el resultado es esta obra», ha señalado Zúñiga, que señaló que la tesis de Messuti ha sido «la que más satisfacciones» le habÃa traÃdo.
Asimismo, el acto de presentación contó con la participación de Ariel Jerez, profesor de Ciencias PolÃticas y Vicedecano de la Facultad de Ciencias PolÃticas y SociologÃa de la UCM, y de Ramón Sáez Valcárcel, magistrado de la Audiencia Nacional, que reparó en la paradoja de que el Derecho Internacional que no fue capaz de evitar que algunos estados cometieran genocidios es el mismo que está obstaculizando la investigación, persecución, enjuiciamiento y reparación de las vÃctimas de esos genocidios. «¿Qué credibilidad tienen nuestros sistemas democráticos? ¿Están asentados sobre los valores de derechos inalienables de las personas o sobre otros valores y razones?», reflexionó el magistrado.
Su obra parte de la idea de que gran parte de los crÃmenes más terribles del siglo XX han quedado impunes porque los códigos penales de los Estados nacionales no contemplan los crÃmenes que se cometieron como el genocidio o crÃmenes de lesa humanidad. ¿Qué solución plantea para dar justicia a las vÃctimas?
La impunidad tiene mucho que ver con la voluntad de no investigar y no juzgar. Los crÃmenes internacionales (genocidio crÃmenes contra la humanidad) son tales por su gravedad. Y son tan graves porque los Estados han favorecido su comisión o han amparado a sus autores. Por lo tanto, es muy difÃcil que el Estado donde se han perpetrado los crÃmenes se ocupe de perseguir a sus autores. En cambio, toda la comunidad internacional está interesada en que no se cometan ese tipo de crÃmenes, en que no queden impunes. Por ello, las normas que los prevén son las normas del derecho internacional. Sólo recientemente se van incorporando a los Códigos penales nacionales los tipos penales correspondientes a los crÃmenes más graves. Lo ideal serÃa que se considere la unidad del Derecho internacional y el Derecho nacional. Es decir, que haya una unidad entre el Derecho nacional y el Derecho internacional, y que el Derecho nacional respete la preeminencia del Derecho internacional (generalmente reconocida en las constituciones nacionales). Combatir la impunidad es necesario para que no sea letra muerta lo dispuesto en los tratados de derechos humanos.
«Es muy difÃcil que el Estado donde se han perpetrado los crÃmenes se ocupe de perseguir a sus autores»
España, a pesar de haber firmado la Convención contra la tortura, por ejemplo, no persigue a aquellos que torturaron sistemáticamente y considera esos crÃmenes prescritos. ¿Actualmente esos tratados de derechos humanos que ha firmado España son letra muerta hasta que se juzgue el franquismo?
Considerar prescritos crÃmenes tan graves como la tortura practicada sistemáticamente revela la voluntad de no juzgarlos. Los tratados no son letra muerta, simplemente la justicia española no los considera vinculantes, sino como meras recomendaciones. Sin embargo, los tratados como la Convención contra la tortura generan obligaciones para los Estados.
¿Qué Estados y qué crÃmenes están quedando impunes actualmente?
Ahora mismo, por muchos motivos, pensamos en primer lugar en los crÃmenes de la dictadura franquista. Pero hay muchos crÃmenes que quedan impunes y que pueden quedar impunes tras la reforma legislativa de la Ley Orgánica del Poder Judicial respecto a la jurisdicción universal. También en América Latina hay muchos crÃmenes que han quedado impunes, como en el caso de Guatemala (a pesar de haberse juzgado), Brasil, Uruguay, El Salvador.
Usted vivió en primera persona la locura de un régimen autoritario tratando de eliminar a sus rivales. Era profesora auxiliar de la Universidad de Buenos Aires cuando abandonó el paÃs al sentirse amenazada.
Me echaron de la facultad. Sentà la amenaza y decidà irme (tenÃa hijos muy pequeños). Luego me di cuenta de que habÃa hecho muy bien en irme.
Le hago esta pregunta porque le quiero preguntar qué siente ahora cuando su paÃs, Argentina, está juzgando los crÃmenes de aquella dictadura de la que usted fue «exiliada preventiva» y está encarcelando a los responsables.
Me siento muy bien, pero no por la venganza. Me siento bien porque veo que el sistema jurÃdico de mi paÃs está funcionando bien y está tratando por todos los medios, sin malabarismos improcedentes y con buena fe, de leer el derecho de manera tal que el ordenamiento jurÃdico resulte coherente, es decir, que si bien penaliza los crÃmenes menos graves no deja impunes los más graves. Eso es fundamental.
«Es una reparación simbólica y fÃsica porque supone un desahogo: de su boca salen palabras que tienen sofocadas desde hace años»
¿Se siente reparada?
Personalmente, no lo sé. Sà por todos mis compañeros y por los hijos de los desaparecidos. Siento esa reparación. Una reparación que no es económica y que sólo se siente cuando la hace la Justicia.
¿Esa reparación la puede hacer un Estado extranjero o sólo se siente cuando es la Justicia del Estado que cometió los crÃmenes el que lo juzga?
Esa reparación la puede hacer un Estado extranjero. Eso lo pude comprobar en las declaraciones de las vÃctimas del franquismo en Buenos Aires y las que se hicieron a través de videoconferencias. Se podÃa ver en las vÃctimas su satisfacción por el hecho de sentirse escuchados ante la Justicia. Es una reparación simbólica y, quizás, también fÃsica porque supone un desahogo: de su boca salen palabras que tienen sofocadas desde hace años, y también lágrimas. No ha influido el hecho de que lo tuviesen que hacer ante la Justicia argentina y no ante la de su propio paÃs. Eso dice mucho sobre la fe en la Justicia, independientemente del lugar donde se administre, pero principalmente sobre la necesidad de Justicia.
Ha comentado en la conferencia de presentación de este libro y también en esta entrevista la incoherencia de un Código Penal que castiga un robo en el Mercadona, por ejemplo, y no castiga el genocidio o la tortura sistemática y continuada.
Todos se preocupan porque se puede afectar el principio de legalidad cuando el crimen no está previsto en el Código Penal interno. No obstante, deben preocuparse también por otro principio, que es el de proporcionalidad. Las penas deben ser proporcionales al delito pero también debe ser proporcional la escala de delitos y de penas, es decir, al delito más grave le debe corresponder la pena más grave.
Consecuentemente con su afirmación, ¿es el sistema judicial español incoherente al no juzgar los crÃmenes de la dictadura?
Efectivamente.
«No es habitual el tiempo que está tardando España en volver la vista atrás»
También ha señalado la importancia del tiempo. De hacerlo ya.
Obviamente. Somos seres finitos y la gente se va muriendo. Ya hay querellantes que han muerto. También van muriendo los autores de los crÃmenes, y si el autor del crimen muere no puede haber justicia. En ello se ve que no se trata de venganza. Nadie se alegra de la muerte de un presunto criminal porque lo que les interesa es que responda ante un tribunal.
¿Cree que España terminará juzgando los crÃmenes del franquismo?
SÃ, creo que sà y que puede llegar a tiempo y dar satisfacción a las vÃctimas. No se puede predecir, pero no debemos perder la fe en que haya justicia para las vÃctimas. Es algo que nos han enseñado las madres de Plaza de Mayo. La Querella Argentina está muy bien pero lo ideal es que se juzgue la dictadura aquÃ.
¿La posición de España respecto al franquismo es la habitual en los Estados que han cometido este tipo de crÃmenes?
SÃ. En general, el Estado opone una serie de dificultades para el juicio. Lo que no es habitual es el tiempo que está tardando España en volver la vista atrás.