Federación Foros por la Memoria
Comunicados y Documentos de la Federación
Noticias
Agenda
Artículos y Documentos
Home » Artículos y Documentos

Nazis merodeando por Segovia

El Adelantado de Segovia, 08/02/2015 | 9 febrero 2015

1025810_mHeinrich Himmler llegó a tener programada una visita al yacimiento visigodo de Castiltierra

 

 

 

Guillermo Herrero – Segovia |

En pleno delirio hitleriano por probar la supremacía de la la raza aria, el jefe de las SS, Heinrich Himmler, llegó a tener programada una visita al yacimiento visigodo de Castiltierra • Desde la Dirección General de Bellas Artes, el Marqués de Lozoya ahogó económicamente los estudios de españoles que pretendían defender las tesis nazis.

Indiana Jones es, sin duda, el arqueólogo más famoso del mundo. Aunque la arqueología se define como la ciencia dedicada al estudio de los restos legados por la antigüedad —en especial sus objetos materiales—, la imaginación colectiva no ve en los arqueólogos a pacientes investigadores trabajando en sus laboratorios sino a un ejército de intrépidos

aventureros. La culpa de tan extendida creencia es, en buena parte, de la literatura y el cine, que con harta frecuencia han presentado a arqueólogos en permanente búsqueda de fabulosos tesoros y, en más de una ocasión, asumiendo la defensa de la humanidad ante malvados enemigos. Indiana Jones es el paradigma de esos arqueólogos de celuloide. En “Indiana Jones y la última cruzada” luchaba contra los nazis, ansiosos de conseguir el Santo Grial para obtener la inmortalidad. No toda la película es una fábula, también tiene una parte real. Los delirios de grandeza de Adolf Hitler llevaron a los nazis a emprender empresas como el hallazgo de la copa utilizada por Jesucristo en la Última Cena. Para ellos, la arqueología debía estar al servicio de sus fantasías. Así obraron en infinidad de ocasiones. Como es sabido, una de ellas fue cuando quisieron demostrar —sin éxito, lógicamente— la supremacía de la raza aria.

En ese vano intento de probar sus abominables teorías raciales, un episodio casi desconocido y más propio de la ciencia ficción que de la investigación arqueológica tuvo lugar en tierras de Segovia. Sus dos principales protagonistas fueron el arqueólogo burgalés Julio Martínez Santa Olalla y Heinrich Himmler, mano derecha de Adolf Hitler y jefe de las temibles SS.

El hombre clave de la operación fue Martínez Santa Olalla, quien había ejercido de profesor de Cultura Española en la Universidad de Bonn entre 1927 y 1931, periodo en el que se asentó su germonofilia. En 1939, en plena Guerra Civil Española, fue nombrado comisario general de Excavaciones, momento desde el que intensificó sus relaciones con las instituciones arqueológicas de la Alemania nazi, en especial con Das Ahnenerbe (Comunidad para la Investigación y Enseñanza sobre la Herencia Ancestral), creada por Himmler. Al parecer, Martínez Santa Olalla tenía en mente crear en España una organización similar a la alemana, controlada por Falange.

En octubre de 1940, Himmler visitó Madrid. Y Martínez Santa Olalla, alto cargo de la administración y buen conocedor del idioma alemán, ejerció como cicerone. Juntos visitaron El Escorial, el Alcázar de Toledo, el Museo del Prado y el Museo Arqueológico Nacional. En éste último, Himmler mostró especial interés en las colecciones de arte visigodo. En Alemania, los visigodos interesaban sobremanera, pues ese pueblo permitía establecer vínculos entre la Europa septentrional y la Península Ibérica, una conexión que encajaba como anillo al dedo con los dogmas nazis sobre la raza aria. La curiosidad del mandatario alemán por la cultura visigoda hizo que, dentro del programa de actos del viaje a España se incluyera, el 22 de octubre, una salida a las 10,30 horas hacia Segovia para visitar las excavaciones de Castiltierra, yacimiento ubicado en término municipal de Fresno de Cantespino.

Martínez Santa Olalla tenía empeño en que Himmler conociera Castiltierra. Según relata ahora el catedrático de Prehistoria de la Universidad de Barcelona Francisco Gracia Alonso, Martínez Santa Olalla comunicó el 15 de octubre a dos arqueólogos bajo sus órdenes, José Pérez de Barradas y Domingo Fletcher Valls, que partieran al día siguiente a Castiltierra para iniciar una excavación. Con el apoyo del gobernador civil de Segovia y de la Guardia Civil, consiguieron en la madrugada del día 16 movilizar al alcalde de Riaza, quien les acompañó hasta el yacimiento y reunió una treintena de obreros de Fresno de Cantespino para iniciar los trabajos. “El detallismo para agasajar al jefe de la policía alemana —explica Gracia Alonso en su libro La arqueología durante el primer franquismo (1939-1956)— llegó al extremo de buscar por los pueblos cercanos campesinos altos o rubios para probar la continuidad racial de los visigodos en Castilla”.

A pesar de que la excavación se consumó, descubriendo una serie de tumbas, el viaje de Himmler finalmente fue suspendido. En su edición del 21 de octubre, EL ADELANTADO publica una información, a cinco columnas, titulada “Madrid ha tributado un recibimiento muy entusiasta a Heinrich Himmler”, con un despiece en el que se anuncia la suspensión de la visita a Segovia del jefe de la Policía alemana. “El excelentísimo señor gobernador civil —se lee en el texto— nos ha manifestado que esta mañana ha recibido un aviso mediante el cual se le comunica que, por la incertidumbre del tiempo, ha quedado suspendida la visita que, en el día de mañana, había de hacer a nuestra ciudad el jefe de la Policía alemana, Heinrich Himmler”.

Esta noticia se puede leer al completo en la edición impresa de El Adelantado de Segovia.

http://www.eladelantado.com/noticia/local/207703/nazis__merodeando__por_segovia