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Una placa de cerámica recuerda en los Pozos de Caudé al primer funcionario de la Diputación de Teruel detenido y asesinado

Diario de Teruel, | 2 mayo 2015

ofrenda-sindicatosGerardo Julián y Vicente Pérez, víctimas de la represión, recuperan sus nombres

 

El 24 de septiembre de 1936, hombres armados se dirigieron a la antigua Casa de Misericordia de Teruel, hoy conocida como Hogar Comandante Aguado, detuvieron a Gerardo Julián López y se lo llevaron para asesinarlo.

El 24 de septiembre de 1936, hombres armados se dirigieron a la antigua Casa de Misericordia de Teruel, hoy conocida como Hogar Comandante Aguado, detuvieron a Gerardo Julián López y se lo llevaron para asesinarlo. Tenía 39 años. Es una de las víctimas de la represión franquista, funcionario de la DPT, cuyo nombre quedó oculto bajo la losa del silencio y del miedo durante décadas. Ayer, su nieto Manuel recuperó su nombre, que luce ya en una placa de cerámica en el memorial de los Pozos de Caudé.

Junto al de Gerardo, ayer se rindió homenaje a otra víctima de la represión, Vicente Pérez Jordán, de Mora de Rubielos y que fue asesinado cuanto tenía 49 años, el 28 de marzo de 1940. La larga sombra de la dictadura franquista ha mantenido ocultos estos dos nombres hasta ahora, que desde ayer han renacido en la memoria histórica en ese memorial que rinde homenaje a las cientos de personas que fueron fusiladas allí por los golpistas para acabar con la democracia.

La colocación de las placas de estas dos víctimas del franquismo fue uno de los momentos más emotivos de los actos celebrados ayer por la mañana en los Pozos de Caudé, organizados por la asociación del mismo nombre, dentro de las XI Jornadas de Memoria Histórica desarrolladas durante toda la semana.

Fueron nietos de los dos homenajeados quienes colocaron las placas. El de Gerardo Julián, Manuel Julián Segovia, aseguró que la familia solo sabe el día de su detención. «No sabemos más que lo montaron en una camioneta y nada más», comentó Manuel. Su padre era un niño entonces y solo conserva vagos recuerdos de aquel tiempo. Su abuela murió poco después y se cernió sobre ellos el silencio.

Hace unos diez años, el nieto comenzó a indagar sobre su abuelo y descubrió que fue el primer funcionario de la Diputación de Teruel detenido en la guerra y asesinado. Natural de Villastar, averiguó que en 1915 había intentado estudiar para maestro. No hay más pistas sobre su vida. Incluso hasta hace poco no consiguieron localizar una foto suya.

Manuel aseguró ayer que restaurar el nombre de su abuelo en el memorial de los Pozos de Caudé era «un reconocimiento a todas estas víctimas, y más por mis padres, para que sepan que ahora hay una placa que lo recuerda». Encontró el nombre de su abuelo en un libro de Julián Casanova y, cuando leyó el fragmento a su padre, asegura que le «saltaban las lágrimas de la emoción».

Que aflore la verdad

Con gestos como los que se realizan desde la Asociación Pozos de Caudé, Manuel aseguró ayer que solo se pretende que «salga la verdad adelante». Él vive en la provincia de Huesca y sus padres en Zaragoza, pero la familia sabe que el abuelo está en los Pozos y ahora su nombre, en un placa de cerámica, reivindica también su memoria.

«La historia tiene que conocerse y la gente tiene que saber que si no es así, se seguirán cometiendo las mismas atrocidades; por eso de todo esto se tienen que enterar las nuevas generaciones, para que sepan lo que pasó», dijo el familiar de la víctima.

Eso es lo que persiguen las jornadas de la memoria histórica que organizadas por la Asociación Pozos de Caudé vienen celebrándose desde hace once años. No es una tarea fácil, porque no hay ayudas, e incluso tienen dificultades ahora para encontrar locales donde poder realiar conferencias o exposiciones. A pesar de ello, ayer en los Pozos de Caudé, y durante todo el ciclo de conferencias, volvió a vivirse ese espíritu tan especial que envuelve a estas jornadas que impulsan los familiares de las víctimas.

Todos los años se realiza alguna visita de asociaciones de la memoria histórica de otros lugares. Ayer lo hicieron dos miembros de la Asociación Pueblo de las Viudas de Sartaguda (Navarra), Julio Sesma y José Ramón Martínez. En esta pequeña localidad, entre julio y diciembre de 1937, los golpistas asesinaron a 84 hombres. La iniquidad de los criminales dejó a su paso 61 viudas y 135 huérfanos. Sesma y Martínez explicaron lo ocurrido en su pueblo y cómo se forjó la asociación de memoria histórica, que cuenta con un memorial donde se han instalado varias esculturas para recordar a los represaliados.

Con los representantes de la asociación navarra, las familias de las víctimas turolenses de la represión franquista pudieron intercambiar impresiones, experiencias y, en definitiva, hablar de lo que la dictadura prohibió hablar y cuyo silencio sigue imponiéndose hoy día. De hecho, en el día de ayer se recordó que todavía ninguna institución ha hecho un homenaje a los representantes de las instituciones turolenses legalmente elegidas en la República que fueron asesinados.

Un recital de poesía, coordinado por Mario Hinojosa, De la lírica a la épica, y actuaciones musicales a cargo de Paco Marín y José Luis Pada, fueron otras actividades que acogieron los Pozos de Caudé en la mañana de ayer, junto a los homenajes que hicieron distintas organizaciones, entre ellas los sindicatos CCOO y UGT con la tradicional ofrenda floral ante el monumento que recuerda a las víctimas de la represión.

Sin apoyo institucional

Hubo un tiempo en el que la ley de memoria histórica hizo creer que las víctimas de la represión franquista podrían ser recuperadas de las cunetas y fosas donde fueron arrojadas; y que la recuperación de la memoria histórica, a cargo de grupos de investigación de las universidades, llegaría a los ciudadanos a través de jornadas de divulgación y programas públicos. El presidente de la Asociación Pozos de Caudé, Francisco Sánchez, asegura que frente a ese panorama, hoy han desaparecido las ayudas y que con los recursos propios de los socios no hay posibilidad ni de hacer exhumaciones ni conferencias. Este año no han podido montar tampoco una exposición por la cantidad de dinero que les pedía la sala.

http://www.diariodeteruel.es/noticia/63524/una-placa-de-ceramica-recuerda-en-los-pozos-de-caude-al-primer-funcionario-de-la-dpt-detenido-y-asesinado