Artur Parrón (coord.)

 

200 páginas

14,00 euros

Amb aquest treball, el Fòrum per la Memòria d’Eivissa i Formentera vol reivindicar i difondre la memòria democràtica i republicana d’Eivissa i Formentera. Es tracta d’un estudi de dues fosses a Eivissa, cinc a Formentera, un capítol sobre els sivissencs i formenterers deportats als camps nazis i dos sobre el paper de les dones i la premsa a la guerra. El Fòrum planteja la necessitt i urgència de rescatar de l’oblit aquests homes i dones que foren assassinats i enterrats en aquestes fosses, i pretèn aportar dades sobre les circumstàncies de la seva desaparició.

La recuperació de la memòria de la Guerra Civil i la postguerra té un deute impagable amb totes aquelles persones que durant dècades han guardat els seus records i vivències.

El mapa de las fosas de la Guerra Civil

Tres de los autores de ´Memòria contra l´oblit´ expresan que esta obra persigue «dignificar» a las víctimas de las Pitiusas

DIARIO DE IBIZA

«La memoria histórica no busca venganza ni abrir heridas, sino dignificar la figura y el trabajo de aquellas personas que murieron por unos ideales, que eran democráticos», expresó el historiador Artur Parrón, coordinador y uno de los autores del libro ‘Memòria contra l´oblit. Les fosses de la Guerra Civil a Ibiza i Formentera’, que se presentó el martes pasado en el Club Diario de Ibiza, donde también intervinieron la historiadora Francisca Riera y el arqueólogo Sergi Moreno.

El origen de ´Memòria contra l´oblit. Les fosses de la Guerra Civil a Eivissa i Formentera´ es un convenio firmado por la conselleria de Asuntos Sociales del Govern balear y el Fòrum per la Memòria d´Eivissa i Formentera para elaborar el mapa de las fosas de la Guerra Civil (1936-1939) en las Pitiusas. Luis Ruiz, presidente de este colectivo, presentó esta iniciativa en el Club Diario ante 70 personas. «No es un libro de historia convencional, ya que no se explican las causas y consecuencias de la Guerra Civil en Ibiza y Formentera, sino que tiene un sentido más humano», apuntó Ruiz.

Además, aprovechó su intervención para recordar que este trabajo está dedicado a uno de sus cinco autores: el investigador y periodista ibicenco Xicu Lluy, fallecido en 2012. «Lluy era una persona muy rigurosa y apasionada», manifestó el presidente del Fòrum per la Memòria d´Eivissa i Formentera.

Lluy firma el capítulo ´Víctimes pitiusas del Terror del III Reich´, en el que presenta el listado de los ibicencos y formentereses que sufrieron y perecieron en el horror de los campos nazis y donde recuerda que este es un drama que no puede entenderse «sin la referencia obligada de la Guerra Civil».

A continuación, Parrón insistió en que la memoria histórica es un tema «capital para la democracia de este país». «La memoria histórica no busca venganza ni abrir heridas, sino dignificar la figura y el trabajo de aquellas personas que murieron por unos ideales, que eran democráticos», afirmó el coordinador de esta obra y autor de los episodios ´La Guerra Civil a Formentera´ y ´La Colònia Penitenciària de Formentera´. Parrón también destacó que en esta isla tuvieron «la suerte» de que hubo «luchadores por la Segunda República» que dedicaron su vida a investigar qué había pasado realmente en estos tres años de guerra y agregó que se deben «dignificar» las fosas comunes localizadas en Formentera. «Allí hay gente enterrada de forma poco digna. Se debe mejorar la calidad democrática de este país», opinó Parrón.

En concreto, las cinco fosas documentadas en Formentera se encuentran en el cementerio de Sant Ferran, en el Cementeri Vell de Sant Francesc, en la pedrera d´en Coix (cerca del núcleo urbano des Pujols), en la pujada a la Mola (situada entre el núcleo urbano des Caló y el del Pilar de la Mola) y, por último, en la Colònia Penitenciària, localizada en el cementerio municipal de Sant Francesc, «muy cerca del único hospital que hay en la pitiusa menor», especifica el historiador Santiago Colomar (que no pudo asistir a la presentación del libro en Ibiza) en el episodio dedicado a esta última fosa. «Todos los habitantes de Formentera pasan cada día al lado de al menos una fosa común. Es un dato que sorprende y que es serio», comentó Parrón, que apostó por que en Ibiza, «donde queda mucho trabajo por hacer», se pueda continuar con esta labor de investigación y ubicación desarrollada en Formentera.

De hecho, el arqueólogo Sergi Moreno señaló las fosas comunes de la catedral y del Cementeri Vell de Ibiza. En la primera de ellas se encuentran los restos de las 93 personas que murieron en el Castillo, donde fueron encerradas por apoyar al alzamiento militar del 18 de julio. «Estas víctimas fueron reivindicadas inmediatamente», apuntó Moreno. En contraposición, se carece de información sobre los ejecutados afines a la República en el Cementeri Vell, donde los restos se concentraban en el «cementerio no católico» y en el suelo del pasadizo principal situado en la entrada, delante de las primeras capillas. «Hay una diferencia de tratamiento con respecto a las víctimas de los dos bandos. Que cada uno extraiga sus propias conclusiones», expresó Moreno.

Por su parte, Francisca Riera aportó algunas pinceladas del capítulo acerca de las mujeres y la Guerra Civil incluido en este estudio impulsado por el Fòrum per la Memòria en las Pitiusas. La historiadora comentó que algunas ibicencas lucharon en los campos de batalla contra el fascismo y que tampoco se libraron de la represión. Puso como ejemplo el caso de dos republicanas que fueron asesinadas por los falangistas el 2 de octubre de 1936 en el cementerio de Vila.