Bueu (Pontevedra) salda una deuda histórica y distingue a la represaliada corporación de 1936
En un acto que sirvió para nombrar Miembros HonorÃficos a los 12 integrantes de aquel concello
César Collarte, Bueu
El Concello oficializa el nombramiento de Miembros HonorÃficos a los 12 ediles, de Hijos Predilectos a seis y de Hijo Adoptivo a Carballeira en un acto con todos los grupos polÃticos.
Bueu ha saldado su deuda histórica con la represaliada corporación municipal de 1936. Lo hizo ayer en un acto que sirvió para nombrar Miembros HonorÃficos a los 12 integrantes de aquel concello, pero también para distinguir como Hijos Predilectos a seis de ellos (Francisco Piñeiro, Francisco Escáneo, Francisco GarcÃa, José de la Torre, José Bernárdez «PasarÃn» y Francisco PadÃn) y para nombrar Hijo Adoptivo a José Gómez de la Cueva, «Johán Carballeira», por no ser nativo de Bueu. Por último, se hizo una reconocimiento especial al tesorero municipal de aquella época, Ricardo Gómez Buceta. De este modo, se dio cumplimiento al acuerdo plenario de 2012 en una cita que tuvo lugar en el Centro Social do Mar y en la que estuvieron presentes representantes de todos los grupos polÃticos de la corporación, familiares de los homenajeados y la Asociación de Amigos de Johán Carballeira, impulsora de la recuperación de la memoria histórica en el municipio.
Fue un acto marcado por la emotividad y que comenzó a los sones de la Alborada de Celanova, interpretada por Marcos Campos y Jacobo GarcÃa, encargados de poner los interludios musicales a un homenaje que también tuvo su momento literario gracias a la lectura que las poetisas Miriam Ferradáns y LucÃa Novas hicieron de los poemas «Lusco e fusco» e «Imaxes», ambos de Johán Carballeira. El edil Carlos Eirea hizo lectura del acuerdo plenario de agosto de 2012 y dio paso al discurso de Manuel Mosteiro, presidente de la Asociación de Amigos de Johán Carballeira. Éste manifestó que, casi 80 años después de los sucesos, «chega o momento de chamar as cousas polo seu nome, e entón houbo un golpe de Estado e non unha Guerra Civil». Mosteiro glosó la figura de los 12 integrantes de la corporación de 1936, «homes que tiñan relevancia social e liderazgo nos seus sectores» y que «non foron represaliados por casualidade». Por ello, el acto de ayer supone para él «saldar unha débeda que Bueu tiña con todos vós», a la vez que apuntó que «eles son o exemplo a seguir», sin olvidarse de la figura de Ricardo Gómez Buceta, rehabilitada ayer de modo oficial.
Félix Juncal fue el encargado de entregar los distintivos a los familiares de los represaliados. Lo hizo comenzando por el que fuera su homólogo en 1936, José Gómez de la Cueva, «Johán Carballeira», nombrado Miembro HonorÃfico de la Corporación e Hijo Adoptivo, un galardón que recogió Leonor GarcÃa Areosa. A continuación fue el turno del teniente de alcalde, Francisco Piñeiro Barreiro, Miembro HonorÃfico e Hijo Predilecto, representado por Manuel Piñeiro Miranda, y luego de Francisco Escáneo Franco, representado por Rosario y Josefa Escáneo Pérez. Idénticas distinciones fueron para Francisco GarcÃa Villanueva, José Bernárdez Santaclara y Francisco PadÃn Novas, recogidas por sus familiares. Después le tocó a los descendientes de Manuel Gutiérrez López y Manuel Casaleiro Pereira. Y finalmente a Ramón González Soliño, José Estévez Villar, José RodrÃguez Estévez y Ramón Pastoriza Gestido, además del reconocimiento especial al depositario municipal Ricardo Gómez Buceta, recibido por Julio Buceta Loveira.
El regidor buenense cerró el acto tras la lectura de un poema de José Bernárdez a cargo de su nieta Alcira Dasilva. Lo hizo agradeciendo el trabajo de la Asociación Amigos de Johán Carballeira y calificando a los miembros de la represaliada corporación como «exemplo de vida para todos os buenenses, galegos e españois». Juncal también hizo un llamamiento a la reflexión para que «os valores e ideais que estas persoas defendÃan non caian no esquecemento e que non estean só na memoria dos que estamos hoxe aquû antes de cerrar con su esperanza de que un acto como el de ayer «axude a que as feridas cicatricen e se vai recuperando a memoria dos que se foron, a nosa memoria».
