Lugo: Los demócratas derrotan a los franquistas en las placas del callejero
La empresa a la que han sido encargadas, por 6.800 euros, tiene un mes para su entrega y las instalará la brigada de Obras
LUGO CIUDAD
ENRIQUE G. SOUTOlugo / la voz, 20 de diciembre de 2015.
Ganaron la guerra, pero perdieron la Historia. El franquismo sociológico va perdido por fin la batalla en las calles de las ciudades, en las que está siendo apeado del callejero. En Lugo, tras larga pugna con los que aún resisten a modo de quintacolumnistas nostálgicos, está a punto de llevarse a la práctica el acuerdo plenario para dar de baja en el callejero los nombres de algunos de los que trabajaron contra la libertad. En febrero, según las previsiones del gobierno local (PSOE), estarán instaladas las placas en las que figurarán los nuevas denominaciones de siete calles de la capital lucense. Ya hay establecimientos, como Cambalache, que ya usan las nueva denominación de la vÃa (Mártires de Carral) en su publicidad.
-¿E cando van cumprir o acordo para sacar os nomes franquistas das rúas?
La pregunta la hace un lucense cargado de años, que recuerda muy bien qué fue eso del franquismo, que tan malamente se estudia en los libros de texto. Lo pregunta porque para él es una pequeña batalla pendiente que quiere ver ganada en los dÃas que le quedan. Y el cronista hizo, sin decir por qué la hacÃa, la misma pregunta al gobierno socialista que preside Lara Méndez, que es gobierno que, como se sabe, se toma las cosas con calma y, si peca de algo, no es de rapidez y eficiencia. Pero en esto hay trabajo hecho y parece que no tardará en llegar el momento de que los ciudadanos vean en las placas de las calles los cambios de nombres acordados por el pleno municipal.
Dicen los socialistas, por medio de la compañera Alicia, encargada del servicio de comunicación del Concello, que se acaba de adjudicar, mediante lo que administrativamente se considera un contrato menor, el suministro de las nuevas placas, que cuestan 6.800 euros. En total, según las cuentas municipales, serán instaladas 58, de ellas 18 en pared y 40 en poste; entre ellas están las correspondientes a los cambios de nombres de franquistas por demócratas. Dicen en el consistorio que la empresa adjudicataria del suministro, Setramur, entregará el pedido en el plazo aproximado de un mes. Después le tocará el turno a la brigada municipal de Obras, que se encargará de retirar las placas actuales y de colocar las nuevas.
Si los cálculos de los responsables municipales se cumplen, las nuevas placas, con los nombres de los demócratas a los que en ellas se homenajeará, estarán instaladas a finales de enero o principios de febrero. Cabe, no obstante, ejercitar la memoria y recordar que las previsiones de plazos que hacen los polÃticos hay que entenderlas con criterios flexibles y con buena voluntad para comprender su dilación. No tiene por qué ser asÃ.
El cambio de nombres del callejero fue decidido por el pleno de la corporación municipal el pasado 4 de mayo, después de que el secretario de Ayuntamiento, José Antonio Carro, emitiese un informe y detallase, cuáles sà y cuáles no, a su juicio, estaban afectados por la llamada ley de memoria de histórica.
Quedan en el aire un par de denominaciones que, por motivos distintos, todavÃa pueden dar mucho que hablar. Por un lado, no fue posible aún que la avenida de Ramón Ferreiro sea de Reimundo de Borgoña. Por otro, el PP pidió en su dÃa que el Ayuntamiento diese a una calle lucense el nombre de Manuel Fraga, que fue ministro y embajador a las órdenes de Franco, pero también impulsor ya durante el franquismo del cambio hacia una derecha que después de otras denominaciones fue Alianza Popular y más tarde y hasta hoy Partido Popular. Y fue uno de los «padres» de la Constitución y presidente de Galicia. El anterior alcalde, Orozco, afirmó que no encontraba problema alguno para dar a una calle el nombre de Manuel Fraga; pero, por ahora al menos, no fue posible que la rúa de Ramón Montenegro sea de Fraga; esta vez, la calle no es suya. Y es que Fraga tenÃa razón cuando dijo aquello de «ni tutelas ni tu tÃa»: los votos de la corporación municipal deciden quién está y quién no en el callejero. Sin tutelas.
