«No voy a ser yo la juzgada sino José María Pemán»
La concejala de Jerez demandada por calificar al escritor franquista de «asesino» defiende que hay razones de sobra para sostener esa acusación
Martín Cúneo.
La guerra de los bustos está teniendo su propio episodio en Jerez de la Frontera. En este caso, la polémica surgió alrededor de la escultura del escritor gaditano José María Pemán que el Gobierno del Partido Popular había instalado en el Teatro Villamarta. En septiembre de este año, el busto era retirado por iniciativa del nuevo Gobierno de Jerez.
La llegada del PSOE a la alcaldía, con el apoyo de Ganemos Jerez e Izquierda Unida, ha permitido la aplicación de la Ley de Memoria Histórica tras años de gobierno popular. La medida no gustó a la Asociación Católica de Propagandistas, que convocó el 30 de septiembre un acto de homenaje al autor de la letra franquista del himno español, en que en el que «los yugos y las flechas» cantan «al compás del himno de la fe».
Tampoco gustó nada a los familiares de José María Pemán. Mucho menos que el 30 de julio, en medio del debate municipal sobre la retirada del retrato, la concejala de Izquierda Unida, Ana Fernández, calificara a Pemán de «fascista, misógino y asesino». Por esta razón los familiares del escritor interpusieron una demanda a la concejala por el uso de la palabra «asesino».
«La calificación de misógino parece que no les molesta demasiado», dice Ana Fernández a Diagonal. Y no es de extrañar, sobre todo cuando han quedado para la posteridad frases como ésta: «Dios hace las cosas bien y con orden. ¿Para qué iba a construir con excesivo mecanismo intelectual el alma de un ser destinado, por esencia, a las bellas sinrazones del cariño?”.
Tampoco ha causado mucha controversia, por supuesto, la apelación de «fascista». El 24 de julio de 1936, desde los micrófonos de Radio Jerez, José María Pemán apoyaba directamente el genocidio: «La idea de turno o juego político ha sido sustituida para siempre por la idea de exterminio y expulsión, única salida válida frente a un enemigo que está haciendo de España un destrozo como jamás en la historia nos lo causó ninguna nación extranjera».
Las asociaciones de memoria denuncian la complicidad de José María Pemán con crímenes de lesa humanidad
La concejala de IU acusa a la prensa de haber sacado «todo de contexto». Sostiene que su declaración, de la que no se arrepiente, se realizó en el marco del uso de la libertad de expresión y que estaba suficientemente argumentada. «No creo que sea negativo que un tema de memoria histórica llegue a los tribunales. No voy a ser yo la juzgada sino José María Pemán», dice.
El Foro por la Memoria del Campo de Gibraltar y la Asociación de Familiares de Represaliados por el Franquismo en La Sauceda y el Marrufo mostraron su apoyo a la concejala al afirmar en un comunicado que «llamar a Pemán fascista, misógino y asesino es un simple ejercicio de libertad de expresión».
El colectivo iba más allá al ratificar la acusación de Ana Fernández: «Nosotros también pensamos y decimos como ella que Pemán fue un asesino».
La Asociación para la Recuperación de la Justicia y la Memoria Histórica Jerez Recuerda también mostró su apoyo a la concejala anunciando que «se presentará, si es requerida, para declarar como testigo de que la complicidad de José María Pemán en crímenes de lesa humanidad y de instigación a los mismos fue un hecho histórico más que evidente».
Entre los crímenes que se le achacan figura su responsabilidad en el asesinato de miles de docentes dentro de la operación de «limpieza ideológica» lanzada por el bando nacional, una limpieza especialmente concienzuda en el magisterio.
Su posición como presidente de la Comisión de Cultura y Enseñanza del gobierno provisional, una suerte de proto Ministerio de Educación, fue clave.
«El carácter de la depuración que hoy se persigue no es solo punitivo, sino también preventivo. Es necesario garantizar a los españoles, que con las armas en la mano y sin regateos en los sacrificios y sangre salvan la causa de la civilización, que no se volverá a tolerar, ni menos a proteger y subvencionar a los envenenadores del alma popular, primeros y mayores responsables de todos los crímenes y destrucciones que sobrecogen al mundo y han sembrado de duelo la mayoría de los hogares honrados de España», decía Pemán en una de sus circulares.
Para Ana Fernández, «su implicación en el golpe como en la propaganda del regimen», así como su participación activa en la guerra y en los años posteriores al mando de «un órgano acusado de crímenes de lesa humanidad» con el fusilamiento de miles de profesores, son razones más que suficientes para utilizar ese apelativo. ¿Cuántas muertes hay que causar para poder ser llamado asesino?
Este 14 de enero, Ana Fernández tendrá que declarar por sus palabras en el pleno que decidió la retirada del busto de Pemán, un retrato que fue instalado en el Teatro Villamarta el 6 de diciembre de 2014, día de la Constitución Española.
