El Banco de genes de Argentina
Un modelo de recuperación de memoria tras una dictadura
La entidad está centrada en la identificación genética de los familiares de los más de 30.000 desaparecidos que dejó la dictadura en Argentina. El archivo ha devuelto su identidad a al menos 119 hijos de personas desaparecidas o secuestradas
BUENOS AIRES.- El Banco Nacional de Datos Genéticos de Argentina, un archivo de material genético que pretende devolver la identidad a hijos de desaparecidos, se ha convertido en un modelo de recuperación de memoria no sólo para ese paÃs, sino para otros del Cono Sur sometidos a dictaduras en las décadas de los 70 y 80.
La entidad está centrada en la identificación genética de los familiares de los más de 30.000 desaparecidos que dejó la dictadura en Argentina, de cuyo inicio mediante un golpe de Estado se conmemoran 40 años el jueves.
Su ejemplo puede servir a paÃses de la región como Paraguay, que entre 1954 y 1989 vivió la dictadura más larga del Cono Sur, con una secuela de al menos 425 desaparecidos, declaró en Asunción la bioquÃmica Belén RodrÃguez Cardozo, exdirectora de dicho banco.
RodrÃguez se reunió esta semana con el equipo de la Dirección de Reparación y Memoria Histórica (DRMH), que gestiona un banco de datos genéticos limitado a los familiares de desaparecidos, y que cuenta con 152 muestras. La cientÃfica compartió su experiencia con la DRMH, que busca identificar 34 restos óseos de personas que se cree que desaparecieron durante la dictadura de Alfredo Stroessner (1954-1989).
La entidad está centrada en la identificación genética de los familiares de los más de 30.000 desaparecidos que dejó la dictadura en Argentina
Este trabajo se realiza en colaboración con el Equipo Argentino de AntropologÃa Forense (EAAF), una organización no gubernamental que hace treinta años comenzó a trabajar para identificar a los desaparecidos en la dictadura argentina. RodrÃguez estuvo al frente del banco argentino desde 1994 a septiembre de 2015, perÃodo en que la institución logró devolver la identidad a más de setenta hijos de personas desaparecidas en la dictadura.
En conjunto con organizaciones de la sociedad civil, como las Abuelas de la Plaza de Mayo, el archivo ha devuelto su identidad a al menos 119 hijos de personas desaparecidas o secuestradas por el régimen dictatorial, o a aquellos nacidos durante el cautiverio de sus padres y entregados a otras familias. RodrÃguez declaró que el banco argentino fue un pionero a nivel internacional, del que tomaron ejemplo después paÃses como Bosnia o Guatemala.
«En los años 80, no habÃa ejemplos de otros bancos de ADN, sólo contábamos con bancos de sangre. Establecimos un precedente de cadenas de custodia de material genético, y demostramos que las muestras se podÃan usar sin vulnerar los derechos de las personas», afirmó.
CrÃmenes lesa humanidad
En sus orÃgenes, la institución se dedicó a cotejar muestras de material genético para esclarecer tanto las desapariciones cometidas durante el perÃodo dictatorial, como las causas penales o civiles que requirieran comprobaciones de filiación, como las demandas de paternidad.
«El Estado deberÃa asumir esa parte de la responsabilidad de que esas personas también vean vulnerada su identidad»
Desde 2009, el banco se dedica en exclusiva a las causas relacionadas con los crÃmenes de lesa humanidad habidos en Argentina hasta el 10 de diciembre de 1983, fecha del final de la dictadura. Según RodrÃguez, este cambio supuso «poner una fecha de caducidad a los crÃmenes de lesa humanidad», lo que excluye del derecho a la identidad a las personas que desaparecieron ya en democracia, dijo.
Además, limitó las funciones del banco a estos crÃmenes, pese a que en Argentina «hay más de 7.000 jóvenes que no son hijos de desaparecidos, pero tampoco pertenecen a los núcleos familiares en los que crecieron». Para estas personas, la única vÃa de acceso a conocer su verdadera identidad son los laboratorios privados, que pueden llegar a cobrar hasta 23.000 pesos argentinos (unos 1.500 dólares) por un estudio genético de parentesco entre tres personas.
«El Estado deberÃa asumir esa parte de la responsabilidad de que esas personas también vean vulnerada su identidad, y otorgar una partida de dinero para que puedan seguir investigando sus orÃgenes», expuso la cientÃfica.
Agregó que el banco debe ser la institución que dé la contención para que las personas puedan seguir investigando quiénes son, sin quedar a la deriva cuando descubren que no son hijos de quienes dijeron ser sus padres, pero tampoco de desaparecidos.
http://www.publico.es/internacional/banco-genes-argentina-modelo-recuperacion.html