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El franquismo abandona las calles de A Coruña con casi diez años de retraso

La Región, 14-04-2016 | 15 abril 2016

_PrLaRegionEl Concello de A Coruña se ha resistido hasta hoy para cumplir la Ley de Memoria Histórica

 

 

 

El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero aprobó en 2007 la Ley de Memoria Histórica, pero el Concello de A Coruña se ha resistido hasta hoy para cumplirla, por lo que incluso tuvo abierto un procedimiento judicial

MIGUEL ÁLVAREZ

Los vestigios del franquismo que estaban en el callejero de A Coruña han abandonado la ciudad con casi diez años de retraso tras dieciocho cambios de nombre y una supresión.

El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero aprobó en 2007 la Ley de Memoria Histórica, pero el Ayuntamiento de A Coruña se ha resistido hasta hoy para cumplirla, por lo que incluso tuvo abierto un procedimiento judicial.

La ciudad, tradicionalmente republicana, tuvo a numerosos franquistas como hijos predilectos y adoptivos, les dio medallas de oro, puso placas y monumentos para ellos e incluso los inmortalizó en calles, plazas y avenidas.

El PSOE y el BNG gobernaron juntos entre 2007 y 2011 y pactaron acabar con estos homenajes a personas con un pasado sangriento o vinculadas al bando sublevado durante la Guerra Civil, pero cumplieron a medias.

No fue hasta 2009 cuando el Ejecutivo de entonces decidió retirar las distinciones y los honores de varias decenas de personas, entre las que destacaba el propio Francisco Franco, que era alcalde honorario, hijo adoptivo, hijo predilectísimo y tenía la medalla de honor de la ciudad.

Sin el apoyo del PP, el pleno aprobó el cambio de casi una veintena de calles, que perderían su antigua denominación para recuperar las anteriores a la Guerra o para estrenar otras diferentes, pero todo quedó ahí.

No faltó tiempo ni dinero, tampoco anuncios, pero esos cambios nunca llegaron a las calles, antes del primer movimiento empezaron a llover las críticas y muchos se quejaron de los problemas que supondrían las modificaciones.

Cambió el Gobierno en 2011 y llegó la mayoría absoluta del PP, que tampoco avanzó y reprochó al anterior Ejecutivo que no hubiese hecho nada, mientras la nueva oposición pedía a los populares que acatasen el mandato del pleno.

La inacción llegó a tal punto que la Comisión por la Recuperación de la Memoria Histórica fue a los tribunales, que pidieron explicaciones al Consistorio, pues no se ejecutaban los acuerdos alcanzados por la corporación.

Una de las primeras medidas que llevaba la Marea Atlántica en su programa electoral, con el que se presentó a las elecciones del pasado 24 de mayo de 2015, era la eliminación de estos vestigios del franquismo.

Cuando se hizo con la Alcaldía, anunció que eso estaría entre las veinticinco primeras acciones y lo cumplió en lo que llamaría la «Primavera de la Memoria», que arrancó el 8 de octubre en la antigua plaza del general José Millán-Astray.

Aquel jueves la plaza se llenó de gente que quería empezar a olvidar el pasado de este militar falangista, una vez más sin el PP, que lo consideró una medida no prioritaria, y apareció la plaza de As Atochas.

Fue el primero de unos cambios pendientes desde 2009, que a su vez esperaban desde 2007, los que siguieron en con la calle del ilustrador Álvaro Cebreiro y la plaza de San Andrés, que habían llevado el nombre del general Emilio Mola.

El viaducto del Generalísimo perdió su nombre y las avenidas del general José Sanjurjo, Alférez Provisional, de los Caídos -con su plaza- y de Joaquín Planells Riera -junto a su paralela- pasaron a ser avenidas de Oza, de O Porto, de la Concordia y del Ferrocarril.

La mítica Costa da Unión recuperó su nombre, en lugar del teniente general Gómez Zamalloa, e hizo lo mismo la calle del Socorro, que había llevado el nombre del violento líder falangista Juan Canalejo, igual que el hospital de la ciudad.

El teniente coronel Teijeiro, el comandante Barja, Arcadio Vilela Gárate, Salvador y Merino, Pepín Rivero y Sargento Provisional fueron figuras que perdieron sus calles en favor de Filantropía, Riazor, Cultura, Ría de O Burgo, Educación y Alberto Datas Panero.

Una de las últimas en cambiar fue la plaza dedicada al buque del bando sublevado Castillo de Olite, que pasó a llamarse plaza de Os Tornos, y dejó solo la División Azul como última homenajeada.

El Gobierno local lo decidió así para aprovechar el día de hoy, 14 de abril, día de la II República Española, para eliminar el nombre de esta fuerza militar para homenajear al escritor y político galleguista, fundador de las Irmandades da Fala, Antón Villar Ponte.

Aunque está casi todo el trabajo hecho, todavía quedan restos como el cabo Santiago Gómez, el general Cánovas Lacruz o el almirante Vierna, que pasarán pronto por el pleno municipal para unirse a esta lista de personas que dejan de estar inmortalizadas en la ciudad.

http://www.laregion.es/articulo/galicia/franquismo-abandona-calles-coruna-casi-diez-anos-retraso/20160414214111614983.html