Comunicado leído en la Concentración realizada el 24 de mayo en Cibeles, frente al Ayuntamiento de Madrid

EL AYUNTAMIENTO DE MADRID DEBE RECTIFICAR Y ACABAR CON LA DESMEMORIA

¡Ni una calle, ni un monumento fascista en la ciudad de Madrid!

La instauración del Comisionado de Memoria histórica del Ayuntamiento de Madrid, tanto por sus objetivos, como por las personas que han sido designadas por los Grupos Municipales es totalmente contrario a las demandas de las víctimas del franquismo y de las organizaciones que conforman el movimiento memorialista.

Un año después de la elección del gobierno del cambio en el Ayuntamiento de Madrid comprobamos cómo las medidas adoptadas sobre las víctimas del franquismo y las reivindicaciones del movimiento memorialista no son sino una vuelta atrás de muchos años, cuando el régimen y sus portavoces trataron de equiparar a víctimas y verdugos. Después de tantos años de olvido y de supuesta reconciliación nacional y oficial, comprobamos cómo las demandas de verdad, justicia y reparación han sido ignoradas o dulcificadas por los representantes políticos en las instituciones públicas, incluido el Ayuntamiento de Madrid.

Para ello se ha designado por consenso un Comisionado que se basa en principios contrarios al derecho internacional y a las recomendaciones de organismos internacionales como hemos visto en las declaraciones de la Presidenta de la Comisión Dª. Francisca Sauquillo.

1. El denominado consenso al que se ha referido la presidenta del Comisionado, doña Francisca Sauquillo, hace referencia a un periodo histórico de nuestro reciente pasado que se sitúa en la denominada transición de la dictadura franquista al régimen de la Constitución de 1978. Sin duda, el origen de la situación en la que se encuentran en este momento las víctimas del franquismo y la necesidad de la existencia del movimiento memorialista se explican por la política de consenso celebrada en aquel momento por la más rancia derecha y algunos partidos de la izquierda. Trasladar a este momento la política de consenso no es sino incidir nuevamente y apostar por una salida maquillada y edulcorada al Plan de memoria histórica que necesita la ciudad de Madrid.
2. El Comisionado no puede iniciar sus trabajos planteando el incumplimiento de las normas que ya existen en esta materia. La llamada “Ley de la Memoria” es bien clara en lo poco que regula: el callejero y los monumentos. Si doña Francisca Sauquillo declara en los medios de comunicación su deseo tratar de una manera diferente estas realidades, estará vulnerando la ley. Además, los instrumentos de Derecho Internacional que han sido elaborados por la ONU junto con los diversos informes que esta organización ha publicado sobre España van mucho más allá de la “Ley de la Memoria” y obligan a las instituciones españolas, al Ayuntamiento de Madrid también, a cumplir con los principios de verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición.
3. No se ajusta a la realidad la explicación aportada por el Ayuntamiento de Madrid sobre los integrantes del Comisionado de Memoria Histórica. Los integrantes de la misma no son expertos, ni mucho menos, en estos asuntos. Ni siquiera, cuando han tenido responsabilidades políticas de primer orden han actuado para corregir las vulneraciones de los derechos de las víctimas del franquismo. Su participación se explica desde muy diversas ópticas, la presidenta ha sido nombrada por su amistad con la Alcaldesa según ha manifestado en los medios de comunicación, otros miembros lo han sido a propuesta del Partido Popular o de Ciudadanos y no constan los motivos de los otros nombramientos pero resulta muy llamativo que quienes, tras tantos años de actividad política y/o profesional, no han intentado resolver la cuestión sean ahora llamados para ese fin.
4. La equidistancia de la que han hecho gala algunos miembros del Comisionado es especialmente llamativa y apunta a que no darán solución a los problemas que tienen sobre la mesa porque no tienen la intención de abordarlos. Otros, sin embargo, han vivido este tema desde la ambigüedad que muy bien se plasma en las declaraciones de la presidenta sobre los monumentos franquistas.
5. La creación de este Comisionado y la composición del mismo es un claro insulto a las víctimas del franquismo. La presidenta ha declarado que no pueden formar parte del Comisionado aquellas personas que vienen trabajando en defensa de sus derechos porque son parte interesada, porque han pedido verdad y justicia. Pero no es cierto que las víctimas no estén representadas en el Comisionado, están representadas las víctimas de la Iglesia católica porque se ha nombrado a un sacerdote con esa finalidad. Por el contrario, las víctimas del franquismo, a quienes a día de hoy no se les ha proporcionado más que una miserable reparación en algunos casos, pero que todavía están esperando verdad y, sobre todo, justicia, deberán seguir esperando. Y esa espera todavía no se sabe cuánto durará.

Por ello las Asociaciones firmantes decimos a todas y a todos las ciudadanas y ciudadanos de Madrid que el Comisionado no nos representa, no representa los objetivos democráticos y de justicia de las víctimas de la dictadura. Dicha Comisión se constituye además a espaldas de las asociaciones de la memoria y de sus exigencias más elementales. Por ello, nos dirigimos al Pleno del Ayuntamiento de Madrid y al gobierno de la capital para que cumplan con sus competencias y responsabilidades para acabar con toda referencia franquista en las calles y espacios públicos de la ciudad de Madrid, realicen una declaración institucional de condena del franquismo, y de exigencia al Estado Español del cumplimiento de los derechos a la verdad, la justicia y la reparación de las víctimas del franquismo.

¡El Ayuntamiento debe rectificar!

Por ello nos concentraremos el próximo día 24 de mayo a las 7 de la tarde en la Plaza de Cibeles frente al Ayuntamiento de Madrid  haciendo un llamamiento a la ciudadanía y al pueblo de Madrid para exigir al Ayuntamiento una rectificación para el cumplimiento de los derechos humanos que reclaman las víctimas y el movimiento memorialista.

VERDAD, JUSTICIA Y REPARACIÓN