El monolito de Sofer
Dedicado a los toledanos muertos en los campos nazis
Marta García / TOLEDO – domingo, 8 de mayo de 2016
«Es una pieza más del tesoro histórico de Toledo, el principio del pago de una deuda y el consuelo del recuerdo». Las palabras de Bienvenido Maquedano, nieto de un deportado toledano a Mauthausen, han quedado marcadas en la memoria de todos aquellos que se acercaron el 27 de enero de 2014 a la plaza de Sofer para rendir homenaje a una decena de toledanos que cruzaron la frontera pensando que en Francia podrían empezar de nuevo y terminaron muriendo tras las alambradas de los campos de concentración, la mayoría en Mauthausen y Gusen. Fue la primera vez que la ciudad puso nombre y apellidos a las víctimas, les rindió tributo colocando un monolito en su recuerdo e improvisando un sencillo acto institucional.
El Ayuntamiento de Toledo quiso tener este gesto, gracias a la iniciativa de Izquierda Unida, y decidió que la mejor manera sería colocando un monolito en esta plaza. Yse eligio el Día Internacional del Holocausto para sacar del olvido a Eleno Díaz Tendero, asesinado en Dachau, Pedro Castelló Hernández, José Rodríguez Tocinos, Francisco Ruiz Benito, Emilio Sotoca López, Juan Tordesillas Arellano, Máximo Gil Serrano, Gabriel Villacañas, Luciano Rubio del Valle y Raimundo Herrero Toledo. La mayoría de ellos murió en Gusen, un campo de exterminio anejo a Mauthausen.
Hipólito, el abuelo de Bienvenido Maquedano, no figura en la placa porque nació en Puente de Arzobispo, pero comparte una historia similar con todos ellos, «cuya conciencia les impidió rendirse al avance del totalitarismo», comentó su nieto durante un acto sencillo en el que la política quiso quedarse en un discreto plano a pesar de la presencia del alcalde y de buena parte de la Corporación municipal aquel día. Tampoco aparece en el monolito Lorenzo Bueno Reojo, otro toledano asesinado en Gusen, olvidado porque se creía que había nacido en la Puebla de Montalbán.
La iniciativa. Para Izquierda Unida la fecha tuvo un importante significado porque llevaba tiempo planteando la necesidad de dar voz a las víctimas de los nazis y consiguió el respaldo del PSOE en el Pleno, un logro que tardó en materializarse un par de años. Lo cierto es que IU siempre se ha implicado con los temas relacionados con la memoria histórica y hace diez años colaboró con el Foro por la Memoria para facilitar un listado con los deportados a los campos de concentración para que los descendientes pudieran solicitar indemnizaciones tras un decreto emitido por el Gobierno francés.
Sin embargo, el monolito se topó con la protesta de los vecinos por su emplazamiento, así que hubo que trasladarlo. Pocos días antes del acto se colocó al inicio de la calle del Ángel, pero la ubicación levantó cierta polémica y los propietarios consideraron que el Ayuntamiento tomó la decisión «sin ningún criterio estético». Los afectados dejaron claro que sus protestas no guardaban relación con el homenaje, pero creían que no era apropiado situar «un monolito funerario» a pie de calle, junto a la fachada de una vivienda. Si bien, el problema se solucionó al día siguiente porque el equipo de Gobierno municipal decidió trasladar el monolito a la plaza de Sofer, lugar elegido desde el principio, pero un problema técnico lo impidió.
http://www.latribunadetoledo.es/noticia/Z77946461-E845-CAF5-D8028BBD899AC43E/20160508/monolito/sofer