Izquierda y derecha aplauden su consenso con la ley de Fosas
«Cerraremos un capÃtulo negro de la historia», afirma Capellà (Més), que ha coordinado el nuevo texto legal
mateu ferrer palma
Pocos dÃas después del acuerdo entre el Pacto y la oposición para sacar por amplia mayorÃa la ley que ampara la diversidad sexual, llega otro importante consenso al Parlament. Izquierda y derecha aprobarán hoy juntos la nueva ley de Fosas, que finalmente se denominará de Recuperación de los desaparecidos durante el franquismo y la guerra civil, al aceptar una enmienda del PP en este sentido.
La diputada de Més Margalida Capellà , que ha sido la coordinadora de la nueva legislación, mostró ayer su gran satisfacción por el apoyo recabado, recordando que en AndalucÃa y Cataluña los populares han votado en contra. Citando a Miguel de Unamuno, Capellà destacó la importancia no de vencer, sino de convencer. «No queremos abrir heridas, lo que queremos es abrir las fosas. Cerraremos un capÃtulo negro de nuestra historia», se mostró convencida, si bien cree que «seguramente llega tarde».
Capellà explicó que la mayorÃa de gobierno progresista ha aceptado 19 de las 25 enmiendas presentadas por la oposición (PP, Ciudadanos y El Pi), lo que ha posibilitado el consenso. La parlamentaria se ha reunido con el resto de grupos «para tener en cuenta su opinión y también para que conocieran la situación de las familias de desaparecidos que durante todos estos años se han encontrado las puertas cerradas y han tenido que sufrir un vacÃo jurÃdico que ahora pretende llenar esta ley».
Exhumaciones
Una vez entre en vigor, la nueva normativa obligará al Govern a localizar, señalizar y si es posible exhumar las fosas comunes de la guerra civil. «Esta ley hará que las fosas que no habÃan sido de nadie, ahora lo serán de todos», recalcó Capellà , que criticó el olvido al que se somete a las vÃctimas de la represión franquista.
La diputada también lamentó que el punto donde ha sido imposible el acuerdo sea la consideración de los asesinatos de la guerra civil como crÃmenes contra la humanidad; el PP y Ciudadanos han mostrado su rechazo a la judicialización de estos casos. Finalmente la cuestión se ha sacado del articulado, para permitir la aprobación por amplia mayorÃa.
Desde Podemos ayer se criticó a los populares por no condenar el franquismo y asimismo ser «incoherentes» por apoyar esta ley pero oponerse a la vez al derribo del monumento de sa Feixina. Desde el PP se tachó de «lamentable» y «patética» la actitud de los podemistas, a los que acusó de querer politizar este asunto, y celebraron que haya sido Més y no Podemos el coordinador de la ley.
«Es de justicia que todos puedan recuperar los cuerpos de sus seres queridos. La historia seguirÃa teniendo una deuda ética y moral con las vÃctimas si no lo hiciéramos posible», manifestó el diputado popular Miguel Jerez. El PP, dijo, votará esta jornada a favor de la mayorÃa de los artÃculos, porque es «importante poner en valor el espÃritu de la transición española».
En declaraciones recogidas por la agencia Efe, Jerez resaltó que el voto de su grupo será «favorable e incondicional» a la ley, justificándolo en que es «necesario reconocer a todas las vÃctimas que murieron en el franquismo y la dictadura», calificándola como «una de las etapas más crueles de nuestra historia reciente».
«Lo que no puede ser es que para que las personas puedan recuperar los restos de sus seres queridos tengan que ir a los tribunales», señaló el diputado, para quien la nueva norma «dignifica» a las vÃctimas desaparecidas.
Sobre su rechazo a que estas muertes violentas puedan considerarse crÃmenes de guerra, Jerez se escudó en que «hay una ley de amnistÃa del año 1977 que sigue en vigor», y añadió que «los responsables de unos hechos que ocurrieron hace 80 años ya no viven».
Por su parte, Bel Oliver (PSOE) celebró que con esta ley «restituimos una deuda de la democracia con las vÃctimas del fascismo». La diputada pidió un cambio de gobierno en España el próximo 26-J, para que llegue un Ejecutivo de izquierdas, señaló, que dote económicamente la ley de Memoria histórica, suspendida desde 2014.