Tortosa mantiene el monolito franquista a la Batalla del Ebro y los memorialistas denuncian insumisión a la Ley
Apenas un tercio de los vecinos votó en la consulta popular del Ayuntamiento y un 60% no quiere retirarlo
AURORA MOYA @aurora_moya
Ocho mil quinientos ciudadanos de la localidad tarraconense de Tortosa del total de 28.500 que viven en la localidad votaron en la consulta popular organizada por el Ayuntamiento para decidir la retirada o no del monumento a la victoria franquista en la Batalla del Ebro que se erige en el río. Un 68 por ciento de los votantes optó por mantener la escultura. Asociaciones memorialistas como el Grupo por la Recuperación de la Memoria Histórica de Valencia considera que de fondo se oculta la insumisión de alcaldes y autoridades a la ley de Memoria Histórica.
“¿Desde cuándo hay que someter a referéndum el cumplimiento de una Ley?”, manifestaba el coordinador Matías Alonso a ELPLURAL.COM. «Es el enésimo intento de diluir entre los votantes de referéndums no vinculantes las responsabilidades de autoridades como en este caso el alcalde de Tortosa, que no quieren aplicar la Ley de la Memoria sin comprometerse por su actitud».
“Las derechas catalana y española, coinciden”
Señala el memorialista que “vemos como en esta ocasión las derechas nacionalista catalanista y españolista coinciden en la defensa de un monumento franquista inaugurado por el mismísimo Franco».
Indiferente a las críticas, el alcalde de CDC, Ferran Bel, ha mostrado su satisfacción y pide “respeto al triunfo de la diversidad”. Las opciones que planteaba el Ayuntamiento a los vecinos eran bien mantener y reinterpretar el monumento, y llevarlo a un museo, siendo esta segunda opción derrotada en la consulta.
A los combatientes que hallaron la gloria…
La continuidad de este monumento ha sido polémica en la zona desde los años 80 y objeto de diferentes mociones ante el pleno municipal que nunca prosperaron, si bien en 1985 se retiró el Víctor de Franco que figuraba en el monolito.
“A los combatientes que hallaron gloria en la Batalla del Ebro”, afirma la inscripción que el régimen decidió para honrarles. Franco inauguró esta escultura en 1966. Situada en el centro del río, evoca los hechos que tuvieron lugar en lo que fuera el escenario de la Batalla del Ebro. Según los historiadores, en aquella tremenda batalla perdieron la vida unos 6.500 soldados del bando sublevado y entre 10.000 y 15.000 defensores de la República.
“Más votantes que en las europeas”
Ferran Bel ha explicado que el mantenimiento del monumento no es un tema «ideológico, ni político» y ha expresado su satisfacción por la participación, ya que fueron a las urnas unas 8.500 personas, «más de los que votan habitualmente en unas europeas».
La consulta popular ha provocado problemas entre los grupos municipales y ha dado lugar a situaciones contradictorias, pues si bien el referéndum estaba avalado por los grupos municipales CiU, ERC, Movem Tortosa y el PSC y rechazado por la CUP y el PP, finalmente ERC, Movem Tortosa o PSC estaban en contra de que el monumento continuara en su ubicación. En el seno de los convergentes también la situación era conflictiva. El alcalde y cinco concejales optaron por la reinterpretación y otros dos se manifestaron por la retirada.
“No se puede votar contra una ley”
«Es absurdo. No se puede votar el cumplimiento de una Ley», afirmaba Matías Alonso refiriéndose a la Ley de Memoria Histórica. Y señalaba «la contradicción de que los mismos que exigen la retirada de las placas de la Plaza de España no tengan reparo ni remordimiento en defender un monumento franquista a mayor gloria del dictador y sus principios».
Para el memorialista valenciano con esta acción se utiliza similar estrategia “que los alcaldes castellanos, extremeños, etc. defensores de los nombres franquistas de sus pueblos quienes descargan la responsabilidad de sus decisiones contra la Ley de la Memoria Histórica en sus propios pueblos a los que hacen participar en referéndums similares».
«Insumisión de los alcaldes»
«Son estrategias para ocultar la insumisión de alcaldes y autoridades a una Ley totalmente vigente» prosigue Alonso, «que hacen cómplices a sus propios pueblos de acciones contra esa Ley creyendo que eso les libera de responsabilidades».
“El Art 15 de la citada Ley de la Memoria es imperativo, al decir literalmente que las Autoridades tomarán las medidas oportunas para la retirada de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones , “es decir, no ?procurarán’, o ?intentarán’, ni ?consultarán’ retirar los vestigios franquistas afectados por la Ley. Menos aún entendemos el referéndum de Tortosa, cuando el monumento franquista no es de su exclusiva competencia por ser propiedad del Estado», añadió.
«Ofensa a las víctimas»
“El señor Bel, alcalde de Tortosa pretende tirar la piedra y esconder la mano. Nosotros exigimos al Estado la aplicación estricta de la Ley dejando claro que su cumplimiento no se puede someter a votaciones ni referéndums engañosos. Nadie sometió a votación erigir semejante monumento; es una ofensa a la Memoria de las víctimas buscar la permanencia de un Monumento dedicado a víctimas y a verdugos engañando a la población con manipulaciones pseudodemocráticas».
Matías Alonso concluyó expresando su esperanza de que “un Gobierno sensible a la Memoria ponga en su lugar a autoridades como el señor Bel, que en el fondo hacen depender la memoria de las víctimas de la que siempre tuvieron sus verdugos. No vamos a cejar en nuestra exigencia de profundizar en la aplicación de una Ley vigente y odiada por todo tipo de derechas».
