La muerte obrera que agitó las calles
La Plataforma per la Memòria del PaÃs Valencià recuerda hoy al joven ValentÃn González, que perdió la vida en una huelga hace 37 años
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PACO CERDÀ | VALENCIA ÂSi la gente humilde no tiene mucho más que su trabajo, su dignidad y su familia, a ValentÃn González lo mataron a los 20 años cuando quiso proteger esos tres tesoros a la vez.
Era el 25 de junio de 1979 „tiempo de agitación polÃtica y laboral„ y las colles de carga y descarga del Mercado de Abastos de Valencia se manifestaban en una huelga legal por los atrasos salariales que la patronal les debÃa. ValentÃn acudió a la huelga con su padre, ambos trabajadores de la carga y descarga y ambos afiliados al sindicato libertario CNT.
Pronto empezaron las embestidas policiales. Al padre de ValentÃn, de 48 años, le dieron con la porra. Y su hijo, al verlo, salió en su auxilio al grito de «ya está bien de pegar a mi padre». Según los testigos, un policÃa le disparó una pelota de goma a poca distancia y luego un golpe en la cabeza. Era su primera huelga, su primera manifestación, recién estrenada la democracia. Y fue la última.
Aquel disparo acabó con su vida camino del hospital ClÃnico. Aquel disparo, también, sacó a la calle a una marea humana „entre 100.000 y 300.000 valencianos, según la prensa de la época„ en la comitiva fúnebre del dÃa siguiente, que atravesó toda Valencia hasta el cementerio general mientras las sirenas de los barcos del puerto sonaban en su memoria como un llanto obrero de clase. Aquel disparo, por último, desató al dÃa siguiente una huelga general unitaria, seguida por todos los sindicatos y partidos de Valencia, que consiguió paralizar medios de transporte, grandes fábricas, construcción y servicios del área metropolitana.
Sin embargo, a pesar de todas sus consecuencias y de que marcó un hito en los tiempos convulsos de la Transición, aquel disparo a ValentÃn se ha desleÃdo de la memoria valenciana y su eco se va apagando. «Hoy en dÃa muchos valencianos desconocen por completo estos hechos», lamenta la Plataforma per la Memòria del PaÃs Valencià . Por eso, la entidad ha convocado dos actos esta semana: una charla-debate con documental hoy en la Facultat de Filosofia (19 horas) y una concentración unitaria con CNT y CGT el sábado a mediodÃa a las puertas del antiguo Mercado de Abastos, donde fue asesinado el joven que aquel dÃa, por la mañana le dijo a su madre: «Dame un beso por si es el último», según recuerda su hermana Paqui.
Plaza de ValentÃn González
La Plataforma per la Memòria del PaÃs Valencià dice que no sólo quiere recordar este «episodio de la lucha por la dignidad de los trabajadores y por la democracia» de hace 37 años. También quiere «honrar la memoria de ValentÃn González y de las muchas otras vÃctimas de la represión caÃdas durante la Transición». Por eso, reclamarán al Ayuntamiento de Valencia que la plaza existente en la puerta principal del Mercado de Abastos (hoy convertido en instituto, centro deportivo y comisarÃa de la PolicÃa Nacional) se rotule como Plaça de ValentÃn González. Ahora hay una placa que recuerda al joven cenetista dentro del Mercado de Abastos.
Tras la muerte de ValentÃn, el Gobernador civil declaró que el policÃa nacional cumplÃa con su obligación. El juicio por aquella muerte se acabó con una falta leve y una multa de 1.200 pesetas al policÃa responsable, que fue trasladado al norte de España. La familia de ValentÃn fue indemnizada con un millón y medio de pesetas.
El hecho retrata la época en que el Gobierno de la UCD preparaba un Estatuto del Trabajador apoyado por las grandes empresas y que habÃa recibido amplia contestación sindical. Eran tiempos de revuelta. Nadie sabÃa hasta dónde permitÃa llegar la nueva democracia. Pronto se supo.
Cuando se cumplieron 25 años del fatÃdico asesinato, Antonio Pérez Collado, dirigente de la CGT-PV, hizo una interesante reflexión de lo ocurrido al dÃa siguiente de la muerte de ValentÃn: «Al menos durante un dÃa fuimos tantos y estábamos tan seguros de nuestra razón y nuestra fuerza que nos echamos a la calle y paramos toda la actividad laboral, la generación de riqueza, que es lo que más le duele al poder, casi lo único. Aquel dÃa nos sentimos clase trabajadora orgullosa y solidaria, y el mejor homenaje que podemos hacerle a ValentÃn y a todos los obreros caÃdos en la lucha es intentar volver a sentir y soñar como entonces». El recuerdo de ValentÃn continúa vivo, aunque acechado por el olvido. El sentimiento obrero sigue de capa caÃda. Y los sueños, como siempre, sueños son.
http://www.levante-emv.com/comunitat-valenciana/2016/06/23/muerte-obrera-agito-calles/1435561.html