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“Se han apropiado indebidamente de Lorca, que para nada era de izquierdas”

Andaluces, | 9 junio 2016

560Alberti Lorca Aleixandre AltolaguirreEl investigador Miguel Caballero forma parte del equipo científico embarcado en un nuevo proyecto de búsqueda de los restos del poeta

 

Autor de ‘Las últimas trece horas de Lorca, el investigador Miguel Caballero forma parte del equipo científico embarcado en un nuevo proyecto de búsqueda de los restos del poeta

MARÍA SERRANO / 9 Jun 2016

Miguel Caballero, autor de la investigación Las últimas trece horas de Federico García Lorca, arroja novedades en las que se inspira el tercer proyecto de búsqueda de los restos de Federico García Lorca en Alfacar. El equipo, formado por arqueólogos, antropólogos e investigadores de distintos países considera factible localizar los restos del poeta granadino de fama universal, de cuyo asesinato se cumplirán 80 años el próximo 16 de agosto. Javier Gallego ha solicitado, a través de la asociación Regreso con Honor, ante la Junta de Andalucía, la petición del permiso para iniciar los trabajos de localización. Un año después, el proceso se encuentra aún paralizado.

-Dice en su libro que Federico no fue asesinado por motivos políticos ni por sus tendencias homosexuales ¿cuál diría que fue la verdadera causa del asesinato del poeta?

-La muerte de Federico fue una concatenación de causas, pero principalmente fueron las rencillas personales que tenía el padre con su propia familia en la Vega de Granada por temas de intereses económicos, fábricas de azúcar, etc.

-¿En qué se concretan esas rencillas?

-La familia de la primera mujer del padre de Lorca mantuvo en vida del poeta muchas rencillas por las tierras divididas, que se fueron alargando durante 50 años y esa familia, cuando se produce la sublevación, se encontraba en el bando nacional y forman parte activa de la muerte de Lorca. Eran sus propios primos. Además, el hombre que detiene a Lorca en la casa de los Rosales, el mismo día de su fusilamiento, fue Juan Luis Trescastro, cuya mujer era prima del padre de Lorca y quien lo ejecuta en Alfacar era sobrino nieto de la primera mujer del padre de Lorca. Antonio Benavides, que lo remata a pie de fosa con un tiro en la cabeza. Es un tema que se ha podido investigar pero que políticamente no ha interesado. Siempre se ha querido sacar el tema político de Federico, sobre todo los investigadores extranjeros que han venido hasta aquí desde los años 60.

-¿Pero no fue también su orientación sexual otro de los motivos?

-Yo siempre he intentado desvincular que la muerte de Lorca estuviera unido al tema de la homosexualidad. Tuvo algo que ver pero no fue fundamental. También influyó que fuera secretario personal de Fernando de los Ríos. Él era un personaje que, en lenguaje coloquial podríamos decir que tenía pluma, y se sabía que era homosexual, sin ningún género de duda, pero el tenía aquí amigos en Granada literatos que eran también homosexuales, como fueron los hermanos Carrillo y el pintor Gabriel Morcillo y no fueron en ningún momento señalados ni ejecutados. Más bien el régimen los ensalzó.

-¿Hay que descartar, pues, la homosexualidad?

-Lo que hubo con el asesinato de Lorca fue una mano negra por parte de su propia familia, de segundo grado, que son los que actúan y mueven los hilos para que lo maten.

-Si no se trataba de un personaje comprometido políticamente en la misma medida que poetas Alberti o Hernández, ¿usted cree que los partidos de izquierda se han apropiado de su figura tras su asesinato?

-Hay que destacar que nunca estuvo metido en política, aunque sí se encontraba muy vinculado con la República. De hecho, fue funcionario en la Junta Nacional de Música y Teatro Lírico. Federico era republicano, pero no era rojo ni socialista. No le interesaba mucho la política, ni estaba vinculado al Partido Comunista.

-¿Ni siquiera era de izquierdas?

-Se han apropiado indebidamente de un personaje que para nada era de izquierdas. Sobre todo el Partido Socialista. Federico nunca fue a un mitin de ningún partido y nunca se comprometía concretamente con una causa de este tipo. Tenía amigos desde la derecha más rancia, como José Antonio Primo de Rivera, hasta la izquierda más radical, como era Alberti. Era un hombre muy sociable. Era amigo de todos. Incluso, una vez fue invitado a la Italia de Mussolini a dar conferencias sobre teatro y por eso no era fascista. Su principal objetivo era la literatura.

-Entre las novedades que aporta usted como asesor histórico del nuevo proyecto de localización de la fosa del poeta, apunta el nombre de los autores materiales del fusilamiento ¿qué podría decirnos de ellos?

La escuadra que asesinó a Lorca la conformaban Guardias de Asalto habilitados. Estos se presentaron el 18 de julio del 36 en el Gobierno Civil y solicitan ser policías. A partir de ese momento, los ‘méritos’ que ellos contraen son a la hora de ejecutar y de hacer todas las suciedades que se necesitaban hacer en la sublevación militar. En el pelotón de Lorca se encontraba Antonio Benavides, que era miembro de la Guardia de Asalto habilitado y que mantenía con Lorca la rencilla de su tía abuela, que tuvo un importante enfrentamiento por tierras con la familia de la primera mujer de Lorca. Cuando acabó la guerra, a estos guardias los pasaron a la Policía Armada y los subieron de rango sin oposición y como agradecimiento al haber formado parte de la maquinaria de guerra franquista.

-¿Había entonces un máximo responsable en todo aquel entramado?

-El responsable de todo era José Maria Nestares, que era falangista y era el capitán de la primera bandera de Falange en aquella zona, que era frente de guerra, y a él lo eligen para que se dedique a fusilar a gente. Era capitán de Infantería y desde Granada capital movía todos los hilos a su antojo, ejerciendo su propia justicia. Esta compañía de Nestares tenía una escuadra de Guardias de Asalto, que eran los encargados de los fusilamientos de Lorca y de 300 o 400 víctimas más que son el número aproximado de asesinados que puede haber en las fosas de Víznar y Alfacar.

-¿Donde sitúa el origen de su investigación?

-Yo escribí este libro, completando la obra de un falangista granadino, Molina Fajardo, sobre la muerte de Lorca. Él era director de Patria, el diario falangista de Granada y había participado en la guerra en el otro bando. Años después, Fajardo quiso realizar una investigación exhaustiva de los últimos días del poeta, ya que conoció de primera mano a la escuadra de Nestares y en su relato da pista de quiénes habían sido los ejecutores, pero no quiso ponerles nombres y apellidos. A partir de estos datos, que reúne Molina Fajardo, comienzo yo mi investigación para poder completar el trabajo, documentándolo y haciendo verificación de los expedientes personales de los nombres de los falangistas que me iba encontrando y que podían tener algo que ver con la muerte de Lorca.

-¿Qué ha podido hallar en estos documentos?

-Entre las aportaciones de Molina Fajardo y las mías reconstruimos paso a paso las 13 últimas horas, desde la una de la tarde en que se produce la detención hasta las cuatro de la mañana, cuando lo fusilan, ya el 17 agosto. Sabemos datos de los expedientes, pero no se conoce nada del estado ánimo ni de la situación en la que se encontraba el poeta. Y todo ha sido corroborado por el hijo del capitán Nestares, el general Fernando Nestares. Él tuvo inquietud por el tema de Lorca y reunió a tres de los Guardias de Asalto que estuvieron aquella noche con Lorca y me pudo desvelar el nombre de dos que le indicaron el lugar donde ellos asesinaron al poeta y donde se encuentran los pozos donde lo enterraron.

-En el proyecto de este tercer intento de localización de la fosa de Alfacar, ¿dónde ubica concretamente los restos del poeta?

-No es el mismo lugar donde los ubicó Ian Gibson, que resulta muy cuestionable al basarse en el testimonio de un señor que dijo que él había enterrado a Lorca, pero luego, en una carta que le escribe al escritor Molina Fajardo, ese mismo hombre se desvincula totalmente de la historia. Gibson ubicaba la zona de la fosa a pocos metros de una enorme roca que cubre toda la ladera, pero resultó imposible encontrar nada en los primeros intentos de localización en el año 2009. En base a este testimonio se invirtieron 70.000 euros, se puso una carpa casi a modo de circo y al final, como no podía ser de otra manera, no había nada.

-¿En qué punto se encuentra la tramitación con la Junta para iniciar la tercera vía de localización?

El informe que se ha dado a conocer por parte de la Dirección General ha sido para nosotros de una absoluta falsedad. Este organismo le ha dicho a los medios que nos habían autorizado, cuando no ha ocurrido nada de eso. Lo único que nos ha mandado es un documento indicando a qué organismo nos tenemos que dirigir para conseguir los permisos. Nos han dicho en definitiva que nos dirijamos a otra entidad para conseguir los permisos y eso ha sido todo. Es un proyecto que hemos tramitado de la mano de la asociación Regreso con Honor y personalmente el arqueólogo Javier Navarro, y en vez de mandarle a él la resolución privada, lo han filtrado a los medios, sin hacerlo de forma oficial. Me ha parecido una actitud deleznable.

-¿Con qué financiación cuenta para este proyecto, llevado a cabo, junto a la asociación cultural Regreso con Honor? ¿Qué parte pública han recibido?

-La financiación es totalmente privada, a través de una importante ayuda económica de dos mecenas, que han aportado aproximadamente 35.000 euros. El presupuesto está muy ajustado porque necesitamos ayuda de la Junta en el tema de la maquinaria, como ya pedimos al anterior equipo de la Dirección General, liderado por Izquierda Unida.

-¿La escasez presupuestaria puede dar al traste con el proyecto?

-Si no nos llega el dinero, el grupo de los 19 expertos integrados en el proyecto intentaremos aportar el resto de fondos para llegar a donde haga falta. Hay antropólogos, geólogos, arqueólogos de la universidad de Nottingham o de la universidad de Tucuman. Contamos incluso con Francisco García, unos de los mejores geólogos y especialistas en georradar de España y cuando aparezcan algunos restos podremos contar con Francisco Echevarría, que es el que ha reconocido recientemente los restos de Cervantes y lo tenemos en nuestro equipo.

-¿En qué posición se encuentran con la familia Lorca? ¿Han hablado con ellos sobre este nuevo proyecto?

-La señora Laura García Lorca también está entorpeciendo en gran medida todo el proceso. Nos pide en todo momento que no se busquen los restos y es una razón que afecta a las demás familias. Si se niega a que se busquen, está negando esa posibilidad a la familia de los dos banderilleros y las nietas de Dióscoro Galindo, que sí quieren saber dónde están los restos. Pero habrá que ver qué criterio es el que más prevalece. Si la administración sigue los dictados de la familia Lorca y niega la búsqueda de los restos de Galindo, entonces demostraría que hay familias que son más importantes para la política que otros.

-¿Se encuentra la familia de Galindo en trámite de petición de sus restos?

-La familia de Diáscoro Galindo, concretamente sus dos nietas, han presentado la solicitud de exhumación a la Dirección General de Memoria Democrática, tal y como marca el protocolo, y la Junta no se podría negar al proceso porque estamos presentando toda la documentación conforme a los requisitos. Me temo que lo que harán será dilatar el proceso, pero si no conseguimos iniciar los trámites tenemos pensado abrir un proceso por la justicia civil y conseguir que sea un juez quien ordene que se busque de forma judicial los restos de estos desaparecidos, como ha ocurrido recientemente en el Escorial.

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