El Consistorio de Orduña anula una docena de medallas otorgadas en la época franquista
Una representación municipal acudirá el día 24 al homenaje por el bombardeo de Otxandio, cuyo ejecutor fue un piloto de la ciudad
ASIER ANDUEZA. 12 julio 2016
El Ayuntamiento Orduña quiere borrar cualquier señal que recuerde tanto la etapa de la Guerra Civil como de las cuatro décadas de dictadura franquista posteriores. Con este objetivo celebró ayer un pleno extraordinario en el que la Corporación por unanimidad –EH Bildu y PNV– anuló todas las medallas y los títulos honoríficos que sus antecesores otorgaron en aquellos años. En total se revocan una docena de condecoraciones y, tal y como explicaba la alcaldesa de la localidad, Idoia Aginako, «hemos revisado todos los archivos municipales pero, si surgieran nuevos también los revocaríamos».
Esta decisión deja sin efecto el título de ‘Hijo predilecto’ otorgado al orduñés Ángel Salas Larrazabal, piloto franquista al que se le atribuye la orden de bombardear Otxandio hace 80 años y que fue galardonado el 23 de agosto de 1942. Además, según el grupo de trabajo de memoria histórica creado en el Ayuntamiento, el 12 de junio de 1959 Salas recibió el bastón de mando de la ciudad. Relacionado con esta persona, la primera edil anunciaba que una representación municipal participará en los eventos de Memoria Histórica y Justicia que tendrán lugar en Otxandio los días 22 y 24 de julio.
Caudillo y alcalde honorífico
Por otra parte, en el pleno del 2 de mayo de 1961 el dictador Francisco Franco Bahamonde recibió la primera y única medalla de diamante de la ciudad que ha concedido el Ayuntamiento, una condecoración que también se revoca junto a su nombramiento en 1967 como alcalde honorífico a perpetuidad. Además, también se han retirado, entre otras, las medallas otorgadas a José Luis de Arrese y Magra, uno de los principales teóricos del Nacional Sindicalismo, la de oro de la Diputación Provincial de Vizcaya y las que recibieron Francisco Gandía García, delegado provincial de Sindicatos de Vizcaya, y el falangista Adolfo Muñoz Alonso.
El municipio ha realizado otras acciones paraabolir los símbolos franquistas como la retirada de placas, un homenaje a los presos del campo de concentración que hubo en la localidad e incluso el anterior alcalde, Carlos Arranz, viajó a Buenos Aires con la delegación vasca para apoyar la querella contra los crímenes de la dictadura. También se cubrir con un tapiz el águila imperial de seis asientos que se encuentran en las dependencias municipales consideradas «patrimonio histórico» de la ciudad.