Y Franco dejó de ser alcalde honorario de Antequera
Un informe concluye que la distinción se extingue con el fallecimiento de la persona
P.D.A. Málaga
Hay «veredicto». La polémica por los reconocimientos que en vida concedió el Ayuntamiento de Antequera al dictador Francisco Franco podrÃa comenzar a disiparse después de que la SecretarÃa del Consistorio haya realizado un informe en el que se concluye que «cualquier distinción otorgada queda extinguida con el fallecimiento del beneficiario».
La controversia se arrastra desde noviembre del año pasado, cuando el PSOE denunció que Francisco Franco seguÃa ostentando el tÃtulo de alcalde honorario y la Medalla de Oro de Antequera que se le concedieron en 1972. Circunstancia que sus dirigentes consideraban que violaba la Ley de Memoria Histórica.
A pesar de que los socialistas querÃan que el asunto se tratara en el Pleno municipal, el alcalde, Manuel Barón, optó por convocar a la comisión de Distinciones y Honores –formada por representantes del PP, PSOE e IU- para que analizar el asunto.
El encuentro se produjo el 26 de noviembre y en el mismo se acordó que la SecretarÃa municipal realizara un informe jurÃdico para determinar si los reconocimientos seguÃan vigentes 41 años después de la muerte de Franco. Una circunstancia de la que no se habÃan percatado los anteriores alcaldes socialistas, como el exconsejero de la Junta Paulino Plata.
El informe de la SecretarÃa del Consistorio ya está concluido y viene a arrojar luz sobre las lagunas que existÃan sobre este asunto, además de hacer alguna recomendación para que no vuelvan a pasar episodios como este.
La primera conclusión viene a confirmar las tesis del actual equipo de Gobierno del PP: el dictador dejó de ostentar los citados reconocimientos cuando pereció el 20 de noviembre de 1975. «Entendemos que cualquier distinción o medalla que da extinguida por el fallecimiento del beneficiario. No sólo porque lo diga el Reglamento de Honores», sino porque el artÃculo 32 del Código Civil nos dice que «la personalidad civil se extingue por la muerte de las personas», señala el documento, al que tuvo acceso este periódico.
Fechado el pasado dÃa 1, el informe aclara que este tipo de reconocimientos «no son transmisibles a los herederos por tratarse de un derecho personalÃsimo que se limita a la vida del distinguido», por lo que ya no hay ningún vÃnculo del municipio con la familia Franco. «El fallecido no mantiene nada, porque carece de capacidad jurÃdica, y ya no existe para el Derecho», insiste, para hacer hincapié en que a los descendientes no se subrogan «los derechos personalÃsimos» porque «no son transmisibles».
La SecretarÃa municipal, no obstante, recomienda que el Reglamento de Distinciones y Honores sea más claro para casos como los de nombramientos de hijo predilecto o adoptivo, o similares, pues considera que el fallecimiento del distinguido es «irrelevante». Es decisión «unilateral» del Ayuntamiento mantener tales distinciones si quiere «guardar el recuerdo del nombrado».
Fuentes municipales consultadas por este periódico aseguran que el reconocimiento de alcalde honorario no se enmarcarÃa en esta tipologÃa y sostienen que también desaparece con el fallecimiento del titular. ¿Quedarán contentos todos los partidos? Habrá que esperar.