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Libro “Doctor Monasterio (1909-1936). Un joven isleño asesinado por falangistas”

Emilio Sales Almazán, | 23 enero 2017

Un comentario sobre este libro de reciente publicación

 

 

LIBRO “DOCTOR MONASTERIO (1909-1936). Un joven isleño asesinado por falangistas”

Agustín Millares Cantero y Maximiliano Paiser Medina

Ediciones Llibres de L’Anacrónica

No pretendo hacer ningún análisis crítico literario porque, entre otros motivos, ni es mi intención ni me siento capacitado para tal empresa. Solo quiero expresar mi parecer sobre esta historia que llegó a mi hace unos años y que por fin he podido ver escrita en unas páginas que me llenan de emoción y orgullo de que por fin salga a la luz uno de esas historias ocultadas por los años del obscurantismo de la dictadura y de la amnesia desde la llamada santísima transición.

Como preliminar quiero recordar el acto celebrado en el cementerio de Talavera en septiembre de 2016  en homenaje a los llamados “Diez del Dómine”, los diez dirigentes políticos y sindicales que, secuestrados por un grupo de falangistas, de aquellos pistoleros azules, son trasladados a la península en el vapor Dómine. Desde Vigo sonllevados hasta nuestra ciudad donde fueron asesinados y arrojados al río Tajo. Era el día 13 de septiembre de 1936. Sus nombres: ARTURO CAMINO VELAZQUEZ, FELIX GONZALEZ MONZON, AMADEO HERNANDEZ HERNANDEZ, JOAQUIN MASMANO PARDO, MANUEL MONASTERIO MENDOZA, JOSE OCHOA ALCAZAR, PRIMITIVO PEREZ PEDRAZA, JOSE SANS IRAOLA, JOSE SUAREZ CABRAL y ANDRES ZAMORA ZORRAQUINO.

Bien, pues el libro narra esa historia pero profundiza, bajo la impronta del Doctor Don Manuel Monasterio Mendoza, conocido como “el médico de los pobres” toda la situación socio sanitaria y política en las islas Canarias.

La obra se podría dividir en dos partes, la primera trata de las condiciones que sufrían las clases más desfavorecidas, los trabajadores y personas sin posibilidades de acceder a las mínimas condiciones de vivienda, sanidad, etc… La segunda, a su vez, también se podría dividir en otras dos, la actividad política del Doctor y de la sociedad canaria y la otra el fallido golpe de Estado, que sí triunfa en las islas y el posterior secuestro y asesinato de los dirigentes políticos y sindicales.

En cuanto a la primera es de destacar la situación de penuria que vive una parte importante de los habitantes de las isla, los problemas de salud, entre ellos el raquitismo, cómo hay una elite en la profesión médica que solo piensa en la sanidad como negocio (tampoco en ese sentido hemos mejorado mucho y menos en estos momentos de involución respecto a las privatizaciones de sectores básicos en una sociedad que se proclama como del bienestar), de cómo a la oligarquía isleña y a los sectores más ultraconservadores nada les importaba la situación por la que atravesaban amplias capas de personas. En ese momento se plantea la posibilidad de crear la Mutualidad Obrera, Cooperativa Médico-Farmacéutica y de Enterramientos de Trabajadores Asociados para atender las necesidades de las personas con menos o ningún recurso. Esta iniciativa que se pone en marcha con el esfuerzo de los mutualistas y de otros sectores concienciados en esa necesidad de poder ayudar a las clases sociales más desfavorecidas terminó aplastada por la represión fascista cuando se produjo el levantamiento contra la democracia, contra la República que había propiciado una reforma sanitaria.

Al frente de ese grupo de titanes aparece la figura de Manuel Monasterio Mendoza, el “médico de los pobres”, cuya labor para atender a cualquiera que necesitara ayuda. El Doctor Monasterio cursó los estudios universitarios en la Facultad de Medicina de Cádiz hasta licenciarse en Medicina y Cirugía. El doctorado lo hizo en el Instituto Médico del Hospital General de Madrid como ayudante del Catedrático de Endocrinología, el Doctor Marañón. En una de las páginas habla de una visita al ”Cigarral” que tenía y todavía tiene la familia del Doctor en Toledo. El llamado Cigarral de Menores” fue adquirido en 1921 por Gregorio Marañón y fue visitado por las más importantes figuras de la intelectualidad mundial (Unamuno, Lorca, Azaña, Ortega, Marie Curie, Fleming…) Hace poco apareció un libro escrito por el nieto del Doctor Marañón, Gregorio Marañón y Bertrán de Lis, titulado “Memorias del cigarral (1552-2015)” donde hace un recorrido por la vida de este lugar de la capital toledana. En 1932 se doctora en la especialidad de enfermedades del sistema nervioso por la Universidad Central de Madrid. En algunas conferencias que dio se advierte las raíces de su pensamiento médico en las enseñanzas de su maestro.

En 1933 se constituye la Asamblea constitutiva de la Mutualidad Obrera y un mes medio después se le asigna el cargo de director-técnico del consejo de administración. Dos años más tarde, durante una visita de inspección al consultorio de la Mutualidad, arremete contra el “caciquismo médico y farmacéutico”.

La parte que profundiza en la vida política de Manuel Monasterio Mendoza nos muestra un ciudadano implicado con la clase trabajadora, con los desheredados de la tierra. No parece que tuviera muchas intenciones de encabezar ninguna organización política, aunque en un momento se implica al ser elegido Presidente de la Juventud de Izquierda Republicana. Antes ya se asocia a la Federación Regional Canaria de Amigos de la Unión Soviética. Participó en mítines del Frente Popular. El 26 de abril de 1936 es expulsado de Izquierda Republicana por discrepancias en su participación en el Frente Popular.

Y ya aquí pasaríamos a la etapa trágica cuando el 19 de julio se entrega en el Gobierno Militar de Las Palmas aconsejado por su padre dado que, como tantos miles de españoles nada pensaban temer, simplemente habían defendido la legalidad republicana. Esta cuestión persiguió a su padre toda la vida, dice “era la viva imagen de la tristeza mas desgarradora. Detrás del mostrador de su humilde tienda de ultramarinos, ubicado frente a la Playa de Las Alacaravaneras, el anciano Ramón Monasterio Pedride soportaba día tras día la congoja por el asesinato de su único hijo varón”.

Junto a Manuel Monasterio, otros nueve dirigentes políticos y sindicales, inician el viaje a la muerte secuestrados por aquellos “valientes pistoleros”. Antes es detenido en el Castillo de S. Francisco del Risco, posteriormente es encarcelado en la Prisión Provincial de Las Palmas y luego transferido al Campo de Concentración de La Isleta.

El 5 de septiembre es embarcado en el vapor Dómine rumbo a Vigo y de allí los diez raptados van camino a Talavera de la Reina (Toledo) donde son asesinados por los jefes de la primera expedición de Falange Española y de las JONS.

Como dicen los autores “nunca en la lucha de clases de la Historia Contemporánea de Canarias, tan mediocres rufianes mataron a tantas inocentes lumbreras de un solo golpe”

Hago mención especial en la elaboración de este libro los datos que Agustín Millares y Maximiliano Paiser aportan de Sergio Millares y del blog de Medina Sanabria.

Emilio Sales Almazán. Foro por la Memoria de Toledo