Santander: Adiós al monumento fascista italiano
Retiran los bloques de piedra, los símbolos de los lictores y los haces de varas de El Sardinero
JUAN CARLOS FLORES-GISPERT SANTANDER
Los emblemas fascistas italianos ya han desaparecido de El Sardinero. La plaza de Italia ha quedado liberada de los distintivos que popularizó Mussolini y que se convirtieron en monumento en Santander en 1938, dedicado ‘A las heroicas legiones italianas’, que entraron en Santander en la mañana del 26 de agosto de 1937.
La aplicación de la Ley de la Memoria Histórica, con la aprobación de la Comisión Municipal de Cultura, la comisión de expertos designada al efecto y el Pleno municipal ha hecho que el monumento esté siendo desmontado, una semana después de hacerlo con el de la Brigada Navarra.
En El Sardinero el trabajo se realiza por fases. En primer lugar se le ha sido retirado el escudo y la corona de los antiguos emblemas de Italia, antes de ser proclamada la República y abandonar el país el régimen del dictador italiano. También han sido retirados los haces de varas y el hacha, símbolo del viejo fascio romano popularizado por Mussolini.
El monumento fue un proyecto del arquitecto municipal Ramiro Sainz Martínez (1887-1974) y fue ejecutado por el marmolista santanderino Rafael Villegas Cobo. Está formado por tres grandes bloques de piedra que descansan sobre una base del mismo material. Serán retirados con ayuda de una grúa.
Ha rendido homenaje a la División Littorio, que Mussolini envió en apoyo militar del ejercito de Franco en la Guerra Civil Española. Después combatió en el frente de los Alpes, en los Balcanes para la Invasión de Yugoslavia y en el norte de África. En 1942 fue disuelta y no volvió a ser reconstituida por el moderno Ejército italiano, pues su nombre está ligado al fascismo, en cuyo honor recibe el nombre y constituía uno de los símbolos fascistas por excelencia.
El fascio littorio o fasces era un haz de 30 varas (una por cada curia de la antigua Roma) atadas con una cinta de cuero formando un cilindro y con un hacha. Los fasces eran llevados al hombro por los líctores (oficiales públicos), llamados fasces lictoriae, que acompañaban a los magistrados curules como símbolo de la autoridad de su Imperium y su capacidad para castigar y ejecutar.
