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Una vía más para luchar contra la impunidad del franquismo

Todos los niños Robados son también mis niños, 24-02-2017 | 27 febrero 2017

México se convierte en el segundo país del mundo que abre una querella contra crímenes cometidos por la dictadura franquista

 

TODOS LOS NIÑOS ROBADOS SON TAMBIÉN MIS NIÑOS / 24 de febrero de 2017

UNA VÍA MÁS PARA LUCHAR CONTRA LA IMPUNIDAD DEL FRANQUISMO

* México se convierte en el segundo país del mundo, después de Argentina, que abre una querella contra crímenes cometidos por la dictadura franquista.

* Las asociaciones de víctimas por el robo de bebés en España envían todo su agradecimiento a Amnistía Internacional por presentar esta querella, y a la  Subprocuraduría de Derechos Humanos y la Subprocuraduría de Asuntos Jurídicos e Internacionales de México por admitirla.

La asociación “Todos los niños robados son también mis niños” celebra  con gran alegría la decisión de  de la Procuraduría General de la República de México de admitir a trámite la querella, presentada el pasado 15 de febrero por Amnistía Internacional, sobre el caso de nuestra compañera Lily Ceballos Franco que lleva años buscando su verdadera identidad.

En el Estado español se perpetraron sustracciones de bebes por parte de personas e instituciones de forma continuada en el tiempo. El robo de niños, en todo el estado, marcó la vida de una cantidad incalculable de personas desde 1936 hasta bien entrada la democracia. Con la colaboración de instituciones religiosas y estatales miles de bebes fueron robados de sus madres, tanto en las cárceles como en hospitales y maternidades.   El móvil político no fue el único que estuvo detrás de los crímenes de la dictadura, también el ideológico, el económico, el que se cometió en nombre de la moral, de la religión, de las buenas costumbres. Todos formaron parte de la misma ignominia.

Los niños y niñas que fueron robados en cárceles, hospitales, clínicas, en cualquier centro estatal o privado de cualquier naturaleza o índole, donde las mujeres dieran a luz, continúan hoy desaparecidos, siguen hoy despojados de su identidad, de su derecho a saber quiénes son. Exactamente igual que le ocurre a Lily.

En el Estado español, a pesar de las múltiples recomendaciones de los organismos de Derechos Humanos de Naciones Unidas, el robo de bebés, ni ningún otro crimen del franquismo, se consideran crímenes de derecho internacional. La justicia española ha tratado estos casos como delitos comunes (detenciones ilegales, adopciones irregulares o falsedades documentales) y como casos aislados sin vinculación con el franquismo, descartando así cualquier responsabilidad del Estado al no considerarse delitos contra la humanidad. Incluso bajo ese erróneo tratamiento, ni siquiera se está realizando ninguna investigación efectiva, produciéndose un archivo masivo e indecente de denuncias.

En 2010 se abrió en Argentina la primera querella que investiga en la actualidad los crímenes de lesa humanidad cometidos en España durante la Guerra Civil y el franquismo. En esta acción judicial se han producido hasta el momento 19 imputaciones, entre ellas la del ginecólogo Abelardo García Balaguer, aunque el gobierno de España ha hecho todo lo posible por obstaculizar la acción de la justicia argentina.

Ahora, con esta nueva acción abierta en México esperamos de todo corazón que cada vez esté más cerca la Justicia que todas las víctimas llevamos tantos años reclamando. Es imprescindible, por ello, la implicación y apoyo de todos los organismos internacionales de defensa de derechos humanos en esta acción, igual que para la querella abierta en Argentina y para todas las iniciativas que pudieran abrirse en un futuro.

Nuestra asociación, Todos los niños robados son también mis niños, desea que la acción judicial abierta en Argentina y ahora en México sirvan para animar a las instituciones judiciales de otros países a abrir procesos para acabar de una vez por todas con la terrible impunidad del franquismo y de su herencia posterior, para sonrojo de nuestro propio Estado que lleva años negando la verdad, la justicia y la reparación a todas las víctimas de la dictadura.

 

El caso de Ligia Ceballos Franco

Ligia Ceballos Franco es una mujer mexicana, registrada en su nacimiento, el 29 de mayo de 1968, como María Diana Ortiz Ramírez, que pudo haber sido sustraída a su familia biológica con el consentimiento de las autoridades españolas, a través de la intermediación de la Diputación de Madrid y con la asistencia del Arzobispado.

Según la información disponible, el día 3 de junio de 1968 una niña ingresó en el Instituto Provincial de Puericultura de Madrid, también conocido como la «Inclusa». En los datos de ingreso aparecían como padres de esta niña dos nombres sin apellido: Rafael y Marta, ambos mencionados como «supuestos».

Dos días después, esta niña fue bautizada e inscrita en el Registro Civil del Distrito de Congreso con el nombre de María Diana Ortiz Ramírez. En dicho Registro se hizo constar que María Diana nació el 29 de mayo de 1968. Poco más de un mes después, el 11 de julio de 1968, el presidente de la Diputación Provincial de Madrid, concedió el prohijamiento de la niña María Diana Ortiz Ramírez a los señores Nazario Ceballos Traconis y su esposa Ligia Graciela Franco Aguilar. El 19 de julio de 1968, María Diana fue entregada en prohijamiento de manera oficial.

Seis días después, el 25 de julio de 1968, Nazario Ceballos y Ligia Graciela Franco inscribieron en el Registro Civil de la ciudad de Mérida (México) a Ligia Graciela Ceballos Franco como su hija biológica. En el acta de nacimiento se indicó que Lily había nacido el 29 de mayo de 1968 –el mismo día que nació María Diana-, a las 9 horas, en Mérida. Los papeles de María Diana se quemaron una vez pudo ser registrada en México con esa nueva identidad, tal y como habían recomendado a sus padres las autoridades españolas.

Más información:

Amnistía Internacional presenta en México el caso de un bebé robado durante el franquismo