El homenaje que la democracia española le debe al héroe Francesc Boix
También los españoles vÃctimas del nazismo son vÃctimas incómodas porque recuerdan la complicidad de la dictadura española
El PP no solo desprecia a las vÃctimas del franquismo: también los españoles vÃctimas del nazismo son vÃctimas incómodas porque recuerdan la complicidad de la dictadura española con los peores crÃmenes del siglo XX
Se llamaba Francesc Boix y en otro paÃs distinto su nombre y su historia se enseñarÃa en las escuelas. Es el único español que declaró como testigo en los juicios de Nüremberg contra la cúpula del III Reich. Fue una de sus vÃctimas y también un héroe que ayudó a documentar el horror del régimen nazi. Boix acaba de ser homenajeado… en Francia. En España, su historia es ignorada.
Boix sobrevivió cuatro años y tres meses en Mauthausen. Fue uno de los 9.328 republicanos españoles que acabaron en los campos de concentración alemanes. Como todos los demás, Boix llegó allà tras la caÃda de la República, el exilio y la invasión alemana de Francia, donde fue capturado tras la derrota del ejército francés. Cuando entró en el campo de Mauthausen, Boix ya llevaba dos guerras sobre sus espaldas. Apenas tenÃa 20 años.
La mayor parte de los soldados derrotados por la invasión nazi de Francia acabó en campos de prisioneros convencionales, donde Alemania respetaba la convención de Ginebra. No fue el destino final para los soldados republicanos españoles que lucharon del lado francés en la Segunda Guerra Mundial. Tras unos meses en esos campos de prisioneros, después de las conversaciones entre Madrid y BerlÃn, los españoles fueron trasladados a otro lugar mucho peor por petición expresa de la dictadura franquista: los campos de exterminio nazis.
En su uniforme a rayas de Mauthausen, Boix llevaba cosido un triángulo azul, el sÃmbolo con el que los nazis identificaban a los apátridas, con una contradictoria ‘S’ de spanier. Era un español sin patria, vÃctima de dos gobiernos totalitarios: el de Hitler pero también el de Franco, que colaboró con el dictador nazi en el exterminio de los «rojos» y judÃos españoles.
Boix sabÃa de fotografÃa. Durante la guerra de España habÃa trabajado como fotógrafo para una revista catalana. Esa experiencia le sirvió para que las SS le destinaran como ayudante del laboratorio fotográfico. AllÃ, con la ayuda de otros prisioneros españoles, Boix logró robar copias y negativos del campo de concentración, una documentación que probó la complicidad y el conocimiento de varios altos mandos alemanes en los horrores de Mauthausen. Aquellas fotografÃas se proyectaron en los juicios de Nüremberg y, junto al testimonio de Boix, fueron claves en algunas condenas.
Boix murió en ParÃs con apenas 30 años por una enfermedad renal; su paso por Mauthausen arruinó su salud para siempre. Desde este viernes, descansa en el Père Lachaise, el cementerio de las celebridades de ParÃs, al que fue trasladado en una ceremonia de homenaje presidida por la alcaldesa de ParÃs a la que también asistió el alcalde en funciones de su ciudad natal, Barcelona, y un consejero de la Generalitat de Cataluña. El Gobierno español fue el gran ausente. Solo acudieron dos miembros de la embajada, a pesar de que el Congreso en pleno le instó a enviar una delegación oficial a este homenaje.
Mariano Rajoy estaba ese dÃa en ParÃs, pero no tenÃa tiempo para estas cosas.
No es ni siquiera la primera vez que el Congreso vota una cosa y el Gobierno de Rajoy lo incumple. Hace más de dos años, la mayorÃa del Parlamento pidió un homenaje para los 9.328 españoles que pasaron por los campos de concentración alemanes. Hoy sigue pendiente.
Hay vÃctimas y vÃctimas. Y el Partido Popular no solo desprecia constantemente a las vÃctimas del franquismo. También los españoles vÃctimas del nazismo son vÃctimas incómodas, vÃctimas que recuerdan la complicidad de la dictadura española con los peores crÃmenes del siglo XX, vÃctimas que dejan en evidencia esa versión manipulada de la historia que iguala al bando republicano y al golpista en un «todos fueron igual de malos». VÃctimas de segunda fila.
Mauthausen, Gusen, Dachau, Buchenwald… De los 9.328 españoles que pasaron por estos campos de concentración solo sobrevivieron 3.809. Solo uno de cada tres.
Apenas una docena de esos supervivientes hoy sigue vivo. Hace dos años, cuando el Congreso aprobó un homenaje para ellos, estaban vivos 25.
Todos ellos probablemente morirán sin que el Gobierno de su paÃs, España, les honre como merecen. Porque estas vÃctimas solo son héroes en Francia.
http://www.eldiario.es/escolar/homenaje-democracia-espanola-Francesc-Boix_6_656244405.html