Un historiador logra que ocho ayuntamientos homenajeen a sus vecinos deportados a campos nazis
VÃctor Peñalver ha conseguido que varios consistorios de la Región de Murcia aprueben mociones de reconocimiento a los deportados
Afirma que le mueve «el desconocimiento general entre la población» y la «ocultación intencionada de estos temas»
Carlos Hernández
«Nunca creà que pudiéramos transformar el mundo, pero creo que todos los dÃas se pueden cambiar las cosas». La frase, verbalizada por la resistente antinazi, periodista y escritora francesa Françoise Giraud, resume el espÃritu con el que se levanta, cada mañana, VÃctor Peñalver Guirao. Con solo 25 años, este historiador murciano se conjuró para lograr que la Región de Murcia dejara de ser una de las comunidades autónomas más desmemoriadas de España.
Sin ningún tipo de ayuda ni apoyo institucional, comenzó a visitar ayuntamientos y grupos polÃticos municipales de las poblaciones cercanas a su localidad natal, CehegÃn. Dos años después, su discreto y, a la vez, constante trabajo ha dado sus frutos: ocho consistorios, incluido el de la capital murciana, han aprobado mociones de reconocimiento y homenaje a sus vecinos deportados a campos de concentración nazis. Tres de ellos ya han inaugurado, además, monumentos con la misma finalidad y el resto tiene previsto erigirlos en los meses venideros.
Peñalver comenzó a ser conocido en Murcia por su trabajo sobre algunos centros de detención del franquismo y por su investigación sobre la utilización de prisioneros republicanos y la muerte de algunos de ellos, durante la construcción del embalse del Cenajo.
Ese último trabajo sirvió, además para que el ayuntamiento de Moratalla y el Grupo Socialista en el Congreso pidieran a la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) que retirara la placa que recordaba la inauguración del pantano, presidida por Franco, y colocara otra recordando el papel que jugaron los prisioneros republicanos. La CHS terminó cediendo, pero solo a medias. Quitaron la placa franquista sustituyéndola por otra que no mencionaba a los prisioneros esclavos.
Junto a esos trabajos, sus mayores esfuerzos se han centrado en reivindicar la figura de los españoles y españolas que pasaron por los campos de la muerte de Hitler: «Todo empezó en 2015 –nos dice–. Al cumplirse 70 años de la liberación de los campos de concentración aparecieron nuevos libros y se habló bastante sobre el tema. Sin embargo habÃa un desconocimiento general entre la población porque este asunto ha sido y sigue siendo ocultado intencionadamente en los programas educativos».
El joven historiador asegura que la Historia oficial «ha construido una sociedad que cree que los judÃos fueron las únicas vÃctimas en esos campos; desconoce que también hubo más de 9.300 compatriotas nuestros, de los que 5.500 murieron allû. Por ello, decidió que debÃa intentar «sacar del olvido a estos hombres y mujeres para que se reconociera su papel en la defensa de las libertades, primero en España y después en Europa», afirma.
Primera parada, su pueblo
Lo primero que hizo fue reunir información sobre los vecinos, nacidos en municipios murcianos, que habÃan pasado por Mauthausen y por otros campos de concentración nazis. Después, se dedicó a redactar instancias y a presentarlas en los correspondientes ayuntamientos: «Empecé en mi pueblo, CehegÃn, y en el de los municipios más cercanos de la Comarca del Noroeste de Murcia».
Asegura que comenzó por esta zona «por puro pragmatismo». En una sola mañana, prosigue, «podÃa visitar hasta cinco ayuntamientos para dar registro de entrada a los datos que habÃa obtenido y a estas instancias en las que pedÃa la construcción de un lugar de memoria, ya fuera placa o monolito, en el que se incluyeran los nombres de sus vecinos deportados».
Peñalver se encontró con reacciones de lo más diversas entre los polÃticos: «Primero, siempre, eran de sorpresa ante el hecho de que hubiese vÃctimas del genocidio nazi allÃ, en sus pueblos. Después hubo colaboración en unos casos y pasividad en muchos otros. De hecho hay ayuntamientos que tienen mi solicitud desde 2015 y, pese a insistirles mucho, todavÃa no tengo respuesta. Por eso, a veces, ante el silencio de los gobiernos municipales, decidÃa ponerme en contacto con partidos de la oposición, principalmente Izquierda Unida, para que llevaran mi solicitud a pleno y se votara».
El historiador valora que, cuando ha logrado que sean llevadas a pleno, sus iniciativas siempre han sido aprobadas: «Hemos conseguido ocho pequeñas grandes victorias. Ocho mociones aprobadas en otros tantos municipios. Y casi siempre ha sido por unanimidad. Precisamente, la única excepción fue en mi pueblo», dice.
Peñalver recuerda que » en el debate la portavoz del PP en CehegÃn dedicó su primer turno a hablar del paro, juventud, vivienda… Su segunda intervención la utilizó para pedir un reconocimiento a los caÃdos de la División Azul y para criticar mi labor como historiador. ¿Por qué aprovechó el debate sobre los deportados cehegineros para pedir un reconocimiento a sus verdugos, a los franquistas, a la División azul, a los aliados de Hitler? Yo creo que situaciones como esta demuestran que el relato franquista de la Historia no solo se mantiene, sino que es defendido por un gran número de personas».
Cada acto es un premio
En el caso de la ciudad de Murcia y de Caravaca de la Cruz, el homenaje pudo ser disfrutado por los dos últimos deportados murcianos de Mauthausen que quedan con vida y que son naturales de estas dos localidades. Se trata de Francisco Griéguez y de Juan Aznar. «Confieso que su mera existencia fue otro de los motivos que me empujaron a seguir adelante con este trabajo. Tras más de setenta años de silencio y olvido, de los cuales cuarenta pertenecen al periodo democrático, tenÃamos la posibilidad de honrar y homenajear a dos personajes históricos y que ellos pudieran verlo y disfrutarlo en vida junto a sus familiares», apunta.
Y asà fue, en el acto de Caravaca de la Cruz, Juan Aznar pudo incluso intervenir a través de una videoconferencia realizada desde la localidad francesa en la que reside. «Escucharle, después de todo lo que sufrió en Mauthausen, hablar sin un ápice de rencor… con humildad y bondad; fue muy emocionante. Jamás pensé, cuando empecé con esto que se organizarÃa un acto asÃ: una sala llena, multitud de vecinos, familiares de un deportado y un superviviente agradeciéndonos todo el cariño mostrado. Conocer a Juan ha sido el mejor momento que me ha brindado esta profesión».
El historiador afirma que también le resulta muy gratificante ver a los descendientes de los homenajeados asistir a estos actos, aunque no puede evitar un cierto sentimiento de vergüenza. «Siento la necesidad de pedirles perdón; como ciudadano de un paÃs democrático resulta hiriente que estos héroes hayan sido apartados de nuestra historia. Francia los acogió y les homenajeó; y, sin embargo, en España no encontraron ni un tÃmido gesto de cariño», sostiene.
Mirando ya hacia el futuro, Peñalver piensa centrarse en recuperar la historia de las cárceles, centros de detención y campos de concentración franquistas que funcionaron en Murcia durante la dictadura y, nuevamente, en los deportados a campos nazis. Afirma que llevará estas propuestas a más ayuntamientos de la Región e incluso de fuera de ella.
«Ya he empezado en la provincia de AlmerÃa con el gobierno municipal de Carboneras. También voy a permanecer vigilante para que las localidades que aprobaron la moción, la cumplan Ãntegramente. Por otro lado, todo indica que la Asamblea Regional de Murcia aprobará igualmente un reconocimiento público a todos los deportados de la Comunidad. Parece que, poco a poco, conseguiremos que se ponga a nuestros deportados en el lugar que se merecen», concluye.