Expertos europeos alertan de que el franquismo «todavÃa está vivo»
«La prohibición tendrÃa que ser un elemento importante para la reconciliación nacional con la historia»
ACN
Barcelona. Sábado, 14 de octubre de 2017
La existencia de la Fundación Francisco Franco, las calles dedicadas a figuras directamente relacionadas con la dictadura o las polémicas declaraciones del vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado, avisando a Puigdemont de que podrÃa acabar como Companys, centran el interés de algunos expertos en memoria histórica. «Es un mal juicio a hacer. No es responsable hablar sobre ejecuciones en una democracia», dice a la ACN el presidente de la plataforma europea Memoria y Conciencia, Göran Lindblad. Coincidiendo con una semana en qué el contexto polÃtico catalán ha servido de revulsivo para llenar las calles de Madrid el dÃa de la Hispanidad y en que han tenido lugar manifestaciones ultras, expertos en memoria histórica recalcan a la ACN la importancia de que los regÃmenes totalitarios sean estudiados a las escuelas pero, por el contrario, no tengan lugar ni a la calle ni a la polÃtica. Stéphane Michonneau, profesor de historia contemporánea y especialista en historia de España afirma que «los adeptos al franquismo todavÃa no están completamente desaparecidos» y que la memoria del franquismo, de alguna manera, todavÃa vive. En la misma lÃnea, el eurodiputado búlgaro Andrey Kovatchev, del Partido Popular Europeo, indica que los sÃmbolos de regÃmenes totalitarios se tendrÃan que prohibir y no tendrÃan que ser parte de una «sociedad democrática».
«La prohibición tendrÃa que ser un elemento importante para la reconciliación nacional con la historia», reflexiona al europarlamentario. Kovatchev señala, en relación a las declaraciones de Pablo Casado, que es «responsabilidad» de los paÃses democráticos «pronunciarse por los valores del Consejo de Europa». «Nunca tendrÃamos que repetir lo que sucedió durante las dictaduras», sentencia. Por su parte, Lindblad explica que ningún paÃs, al margen de Sudáfrica, ha sido capaz de tratar de manera «amigable» con su pasado oscuro. «Siempre hay problemas cuando no se ha gestionado de manera adecuada un pasado totalitario», afirma.
Michonneau indica que en España el régimen de la Transición no lo ha «resuelto» todo y explica que los catalanes vivieron el franquismo de manera «diferente» a los españoles. «En Catalunya se vive el franquismo como un paréntesis», reflexiona. «La existencia de la Generalitat durante los años 30 y hoy en dÃa mujer a los catalanes un sentido de continuidad entre la historia democrática de los años 30 y la actualidad», cita como ejemplo. Además, afirma que mientras en Catalunya se «cortó» con el franquismo muy rápidamente, en el resto del estado español todavÃa quedan aspectos del régimen en las calles. «En Madrid hace muy poco que se habla de sacar los nombres franquistas de las calles», subraya. En este sentido, afirma, no lo»sorprende» que se puedan ver algunas banderas franquistas en manifestaciones como las de los últimos dÃas.
Para el profesor Michonneau, el nacionalismo español es «complicado» de «reivindicar» dado que este «ha sido utilizado y abusado» por el franquismo. «Por este motivo, la derecha española se refugia en lo que yo llamarÃa una especie de patriotismo constitucional que considera la Constitución como un punto final», explica.
Por su parte, Kovatchev indica que es «importante» que la memoria de las dictaduras sea «preservada» en los centros educativos pero no en los espacios públicos. En este sentido, el búlgaro destaca la importancia de aprender la historia nacional para evitar posibles repeticiones. «Es muy importante que las nuevas generaciones aprendan en las escuelas la verdad de su historia. Sólo asà serán inmunes a la repetición de esta parte oscura de la historia europea», afirma.
A diferencia de Kovatchev, Lindblad defiende que «cualquier» idea polÃtica tiene que poder expresarse en las calles, pero matiza que aquellas acciones que puedan «herir» u «ofender» familiares o vÃctimas de los regÃmenes totalitarios no tendrÃan que ser «permitidas». «Es una balanza entre tener una legislación que prohÃba este tipo de comportamiento pero que al mismo tiempo permita que cada grupo pueda expresar sus ideas», explica el presidente de la plataforma Memoria y Conciencia.»Es importante para las vÃctimas del franquismo y para sus familias que las autoridades traten con los culpables y hagan justicia», afirma Lindblad. Sin embargo, no duda al afirmar de que España, como muchos otros paÃses, no ha sido capaz de tratar de forma adecuada con su pasado totalitario.
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