Cartas de paz desde el paredón
‘Escrito en Capilla’ recopila las últimas horas de siete fusilados por el franquismoBAJO / WORDSALAMANCA
Domingo, 21 enero 2018,
¿Qué harÃa usted si supiese que dentro de pocas horas van a fusilarle? ¿Qué le dirÃa a sus seres queridos? Estas dos preguntas son los ejes en torno a los que gira ‘Escrito en capilla’, el libro que mañana presenta la Asociación Salamanca Memoria y Justicia en el Centro Documental de la Memoria, en la plaza de los Bandos, a las 19:30 horas. El libro, escritor por Daniel Sánchez Gutiérrez, narra las últimas horas de siete condenados a muerte por el franquismo en los primeros meses de la Guerra Civil.
El libro es el fruto de la afortunada unión de varias ideas. Sánchez Gutiérrez comenta que al empezar a investigar la memoria histórica descubrió que habÃa «bastantes casos de fusilados» que habÃan escrito cartas de despedida a sus familiares estando en capilla (es la expresión que usaban los jueces al enviarles a prisión, de la que sólo saldrÃan para ser fusilados).
La mayorÃa de las cartas tenÃan «un denominador común, que era la humanidad que transmitÃan». Los condenados eran encarcelados en torno a la medianoche y sabÃan que a las 06:00 les sacarÃan de allà para llevarles al patÃbulo. «Ya sabÃan lo que venÃa. A las seis horas morirÃan», explica el autor. «En algunos casos se ponen a escribir y las cartas son muy humanas. Es muy difÃcil ponerse en su pellejo y ellos dan consejos y recomiendan a sus hijos que busquen la concordia y la paz» en vez de la venganza.
La Asociación Memoria y Justicia presenta el libro a las 19:30 horas en Los Bandos
La segunda semilla de la que nace el libro la plantó la Asociación salamanca Memoria y Justicia. Mientras Sánchez Gutiérrez estudiaba las cartas, la agrupación comenzaba a documentar los juicios sumarÃsimos de los prisioneros del franquismo en Salamanca. Las cartas y los sumarios de los juicios eran las dos caras de una moneda. Sánchez Gutiérrez complementó el proyecto con varias entrevistas a descendientes y herederos de los fusilados. La narración del libro «no es densa ni doctoral», comenta. Planteó ‘Escrito en capilla’ como una mezcla de los textos sumarÃsimos con las peripecias contadas por los familiares y los manuscritos de los represaliados.
Su «obsesión» era narrar la historia de aquellos ajusticiados de forma comprensible y humana. La prueba de fuego fue presentar los relatos ya editados (que en principio ni siquiera iban a forma parte de un libro, sino un estudio que no iba a publicarse) a los descendientes. La reacción fue prácticamente unánime: le llamaron emocionados por ver plasmada en el papel una historia tan familiar y con tanta carga trágica.
Siete hombres, seis historias
Los siete protagonistas de esta historia son Juan Calvo Moronta (chófer del parque de bomberos), Vicente Enrique Iza y su hijo Enrique Vicente Baldión (empleados de la empresa eléctrica salmantina, de una familia muy relacionada con el teatro y la cultura y únicos que comparten historia en el libro), Manuel MartÃn Cascón (alcalde de Ciudad Rodrigo, del mismo partido de Manuel Azaña), ValentÃn Garrido Muñoz (diputado provincial y concejal de Béjar, responsable de crear el albergue de dicha localidad), Pedro Miñana Regadera (secretario del Ayuntamiento de Béjar) y Casto Prieto Carrasco (alcalde republicano de Salamanca el 18 de julio de 1936).
El autor afirma que las cartas de despedida de los represaliados piden «paz y concordia»
Daniel Sánchez Gutiérrez aporta algunos detalles más para conocer cómo fue el proceso de creación de ‘Escrito en capilla’. Afirma que todos los relatos pueden verse como parte de una historia. «ParecÃan inconexos» hasta que empezaron a aparecer vÃnculos entre ellos. El denunciante de Calvo Moronta, por ejemplo, aparece citado en el escrito de otro juicio sumarÃsimo.
El autor también recuerda que Calvo Moronta dejó escrita una despedida en el reverso de una fotografÃa de su mujer y su dos hijos y que Casto Prieto, que ni siquiera fue juzgado, escribió un diario durante los 11 dÃas que estuvo en prisión y una carta a su mujer Ana lamentando que no pudieran celebrar el dÃa de Santa Ana (26 de julio) como hacÃan cada año.
Sánchez Gutiérrez confiesa que ha dejado algunas de estas intrahistorias personales en el tintero. Son las crónicas a pie de calle de la Guerra Civil, que ayudan a comprender qué supuso aquel conflicto para España y apreciar en su justa medida la reconciliación que traerÃa el final de la dictadura. La concordia y la paz que pedÃan aquellos condenados aún tardarÃan 40 años en llegar, pero acabarÃan llegando.
http://www.elnortedecastilla.es/salamanca/cartas-paredon-20180121123556-nt.html