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Memoria y honores para los 800 fugados de Ezkaba hace 80 años

Noticias de Navarra, | 21 mayo 2018

En la masiva huida del fuerte, el 22 de mayo de 1938, 200 reclusos fueron asesinados a tiros

 

CRISTINA JIMÉNEZ / UNAI BEROIZ – Lunes, 21 de Mayo de 2018

PAMPLONA- Cientos de personas se congregaron ayer en la entrada del fuerte de San Cristóbal para rendir homenaje a los más de 800 presos que participaron en la fuga masiva de 1938.

El acto, que lleva realizándose treinta años de la mano de la asociación Txinparta, cobra en esta ocasión un significado especial ya que mañana, 22 de mayo, se cumplen 80 años de la huida en la que fueron asesinados a tiros más de doscientos reclusos.

Víctor Oroz Lizarraga, presidente de Txinparta, hizo alusión en a los ataques fascistas que se han registrado en el monolito colocado en recuerdo de los fusilados y represaliados en el monte Ezkaba: “La memoria no retrocede”, sentenció.

“Llegamos tarde al reconocimiento a los presos encerrados en este fuerte militar reconvertido en prisión central de San Cristóbal”, afirmó Oroz, que añadió que dejó más de 7.000 prisioneros y más de 700 muertos.

Pero el fuerte, subrayó el presidente de la asociación, “es también el nombre al que aferramos la memoria, que a pesar de todo va emergiendo”.

Oroz expresó su agradecimiento a los allí presentes y “al calor de los homenajes como este” y destacó el contacto entre familiares, así como la implicación de las instituciones y “el afloramiento de la memoria” en los centros de enseñanza, en grupos de jóvenes y en colectivos diversos.

Hace un año, 32 de los cuerpos de los presos fallecidos en la fuga del fuerte habían sido recuperados y en este momento la cifra ya ha llegado a 45, incluyendo los dos descubiertos esta semana en Leránoz. Este dato, destacó Oroz, es positivo pero no suficiente. “Vamos avanzando pero restan 160 dispersos por un sinfín de fosas sin localizar”, apuntó.

Además, quiso transmitir un mensaje a las personas contrarias a la recuperación y reparación de la memoria histórica. “Este rescate nos conduce más que al pasado, al futuro”, afirmó, “y quizás sea desde esa perspectiva la única manera de plantearnos un futuro realmente democrático”.

Por su parte, Ana Ollo, consejera de Relaciones Ciudadanas e Internacionales, acudió en representación del Gobierno de Navarra y aseguró sentirse “orgullosa” de la labor que Txinparta ha desempeñado en los últimos años en torno a los hechos históricos del monte Ezkaba.

“Desde el año 2015 el Gobierno foral ha impulsado un amplio programa de actuaciones en materia de memoria histórica para terminar con ese pasado de olvido y de silencio que durante décadas ha estado en las instituciones”, señaló la consejera.

No obstante, reconoció que “estas políticas públicas de memoria han sido posibles gracias al trabajo previo de familiares, de asociaciones e investigadores y de la ciudadanía en general”.

Además, Ollo admitió que la respuesta del Gobierno no ha sido siempre la más adecuada pero quiso dejar claro el interés del Ejecutivo por colaborar en estas cuestiones. “Las instituciones hemos llegado tarde, muy tarde en algunos casos pero hoy estamos aquí con compromiso y con rotundidad”, sentenció.

En este sentido, Ollo destacó las labores del Gobierno en los últimos años, como la exhumación de 43 cuerpos de presos fugados, la creación de un banco de ADN para cotejar sus identidades con familiares o el impulso de iniciativas culturales y divulgativas para transmitir lo ocurrido.

El objetivo de todas estas políticas es común, “no olvidar”, y fomentar el ejercicio de “una mirada crítica desde el ejercicio del dolor sufrido por presos y familiares durante todo este tiempo”, concretó. “Una sociedad democrática debe responder al derecho de la memoria las víctimas y jamás ser amnésica”, detalló.

BOTELLAS PARA LOS FUSILADOSEl acto contó con algunos momentos emotivos como la ofrenda floral, que cubrió parte de la puerta de entrada al fuerte o un aurresku como muestra de consideración y respeto.

En este sentido, los organizadores quisieron que este año el símbolo protagonista fuesen las botellas. Estos recipientes de vidrio aparecieron junto a los cadáveres de muchos de los presos fallecidos tras aquel suceso o a causa de enfermedades y que fueron enterrados en cementerios o fosas cercanas al lugar. Junto a los cuerpos, frecuentemente se encontraban botellas que contenían un papel con el nombre que identificaba al cadáver y gracias a ellas se ha facilitado la identificación de muchos cadáveres.

Por este motivo, se colocaron catorce botellas en el suelo, una por cada uno de los presos fusilados por ser los supuestos instigadores de la fuga masiva de San Cristóbal.

A la cita asistieron numerosos navarros y navarras pero también personas procedentes de diversas comunidades que guardan relación con los fugados. Además, acudieron algunos representantes políticos, como Fanny Carrillo, parlamentaria foral de Podemos, el senador de Unidos Podemos Iñaki Bernal y Marisa de Simón y José Miguel Nuin, de Izquierda-Ezkerra.

http://www.noticiasdenavarra.com/2018/05/21/sociedad/navarra/memoria-y-honores-para-los-800-fugados-de-ezkaba-hace-80-anos