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Sánchez Ruano desmiente el mito del 'moro'
El Mundo Libro - 21/06/2004

http://elmundolibro.elmundo.es/elmundolibro/2004/06/21/historia/1087838472.html



EFE



MADRID.- El historiador Francisco Sánchez Ruano ha presentado su libro 'Islam y guerra civil española', una investigación con documentos y testimonios de ex combatientes, que desmonta la "leyenda del 'moro' brutal que cometió todo tipo de atrocidades y da una visión más equilibrada de su presencia en ambos bandos del conflicto". "Ninguna razón muestra que sus actuaciones fueran peores o mejores que las de los demás, a veces simples maniobras para asustar al enemigo", asegura.

Sánchez Ruano recoge testimonios de hechos como asesinatos, violaciones o saqueos, pero demuestra que, en ocasiones, se les adjudicaron crímenes que no cometieron, como la matanza en la plaza de toros de Badajoz, "que se debió a la actuación de la Guardia Civil".


Más de 60 entrevistas


Sánchez Ruano, que emplea el término "moro", no sólo "para respetar la jerga que se utilizaba en los años de la guerra", sino porque así "sin el menor sentido despectivo" llamaban los romanos a los habitantes del norte de Africa, a los bereberes que son hoy más de la mitad de la población marroquí, sin que el árabe puro llegue siquiera a un 10 por ciento, afirmó.


Profesor en la Sociedad de Estudios Internacionales de Madrid, periodista y conferenciante, Sánchez Ruano realizó más de sesenta entrevistas a ex combatientes, historiadores, políticos y periodistas para mostrar en estas 700 páginas "el verdadero papel del Islam" en la guerra y en el Ejército de Africa, "el único ejército profesional que en 1936 tenía España, formado por los legionarios y los moros", dijo.


En su libro, prologado por Abdelmajid Benjelloun, aporta además pruebas de cómo unos mil moros participaron en las Brigadas Internacionales y en otras unidades combatiendo en defensa de la II República. Explica por qué los nacionalistas marroquíes desautorizaron la participación de islámicos en el conflicto español para luego apoyar a los franquistas, cómo concedieron la legalización de los partidos políticos, la libertad de prensa en el Protectorado y que llegaron, incluso, a pagar viajes de musulmanes marroquíes a La Meca.


El moro de Tánger


Ofrece además testimonios desconocidos como el del último combatiente vivo del desembarco de Alhucemas en 1925, el de un moro de Tánger que luchó en las Brigadas Internacionales o la declaración del único superviviente republicano de la batalla naval del Estrecho, el 29 de septiembre de 1936, quien informó a Prieto del hundimiento del Ferrándiz.


En archivos de Londres, Paris, Nantes, Aix en Provence y Tetuán, el autor encontró pruebas inéditas acerca del general Beigbeder, el hombre fuerte de Franco en Marruecos "inteligente y culto", dijo. que llegó a ofrecer el Marruecos español al Reino Unido. También documenta el asesinato de uno de los responsables de la 5a Columna que fue víctima de unos moros que lo quisieron robar, o el testimonio del moro que salvó la vida de Mizzian, capitán general con Franco y luego mariscal de los ejércitos de Hasán II.


Delitos que no cometieron


Sánchez Ruano, que incluye una cronología de citas de Alá, indica que, en el levantamiento, el primero en citar a Dios no fue la propaganda del golpe planificado por los generales, sino un califa musulmán que incitaba a las tropas a ir a España, mientras que generales como Queipo de Llano eran muy descreídos, como el mismo Franco también.


Asegura que en Cataluña todos los excombatientes marroquíes con los que habló "negaron los numerosos crímenes, robos o mutilaciones que se achacan a los moros", a excepción del presidente de la Asociación de ex combatientes de Alhucemas "que sólo reconoció que había cadáveres mutilados, pero eso es todo, sólo cadáveres, tal vez simples maniobras intimidatorias", interpretó.


De Cataluña, la región que aporta más documentación, donde estudia unos 30 casos -algún otro en Andalucía y en Badajoz-, recuerda la violación y asesinato de una mujer de Manresa "atribuido a los moros cuando fue obra de los requetés". "Su sobrina me dio las pruebas como la de que encontraran en el cadáver un diente de oro, cuando los moros arrancaban todo el oro que veían donde fuera.