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De justicia no está hecho el hombre. La batalla de Teruel convirtió a los soldados republicanos de héroes a villanos. Pedro Corral los rescata del olvido
La Vanguardia - 09/06/2004

http://www.lavanguardia.es/web/20040609/51156597363.html


Pedro Corral




JAVIER GUTIÉRREZ CARRETERO - 09/06/2004

“Teruel no existe" se convirtió en una de las cantinelas populares más repetidas de este país en los últimos tiempos pero, paradójicamente, esta capital de provincia aragonesa fue la piedra angular de uno de los episodios más trascendentales de la Guerra Civil. Aunque ampliamente trabajado por la historiografía nacional e internacional, el periodista y asesor en la Presidencia del Gobierno durante los últimos cuatro años, Pedro Corral (San Sebastián, 1963), desvela en este libro la oculta y trágica historia acontecida en Teruel a los combatientes republicanos de la 84ª Brigada Mixta del Ejército Popular que, durante los primeros días del año 1938, pasaron de héroes a villanos que merecían el máximo castigo.

Después de un año de enfrentamiento, el gobierno republicano ha perdido Vizcaya, Santander, Asturias y Málaga y sopesa con preocupación un más que probable asalto nacionalista sobre Madrid, bastión de la República. El general Vicente Rojo, jefe del Estado Mayor Central del Ejército Popular, idea entonces el “Plan H": ocupar Teruel con el fin de desviar la atención de la capital española y conseguir un necesario éxito militar y propagandístico. Así, a las 07.10 horas del 15 diciembre de 1937 caen los primeros bombardeos republicanos sobre Teruel y, veinticuatro días después, sucumbe la plaza turolense definitivamente. Una de las formaciones del Ejército Popular que contribuye con decisión a la gran victoria es la 84ª Brigada Mixta, formada en su mayoría por voluntarios socialistas y anarquistas que marcharon al frente para defender a la República. Su tenaz lucha es premiada con la promesa de un descanso en la retaguardia, concebido por los milicianos como la vuelta a sus hogares por primera vez desde su incorporación a filas. Sin embargo, reciben órdenes de contener las embestidas del general Franco sobre Teruel, quien se resistía a perder un punto estratégico tan importante. Extenuados física y psicológicamente, un importante número de ellos hacen caso omiso y reclaman el ansiado descanso. Los sucesos se precipitan: la insubordinación es un hecho y, en plena ofensiva enemiga, el mando republicano no encuentra otra salida que la de imponer la máxima pena militar.

Blas Alquézar Aranda o Bernardo Aguilar Vicente son algunos de los supervivientes de aquella 84ª Brigada Mixta del Ejército Popular que recorrieron el corto camino del heroísmo a la traición y a los que ahora, sesenta y seis años después, Pedro Corral rescata del olvido para dar rostro y voz. Narrado como si de una crónica periodística se tratara, desgranar sus páginas es dejar padres, mujer, hijos... y marchar voluntario a la defensa de la República; es formar parte de la 84ª Brigada Mixta y llevar el máuser al hombro, calada la bayoneta rusa; es cantar “Si me quieres escribir / ya sabes mi paradero / en el frente de Teruel / primera línea de fuego..."; es sufrir durante uno de los inviernos más cruentos del siglo; es atrincherarse junto a Ernest Hemingway en el Cerro del Mansueto antes de entrar en Teruel; es romper el cerco de la ciudad, asaltar el Gobierno Civil y ser retratado por la cámara de Robert Capa; es combatir en la Plaza del Torico, en el Seminario, en el Banco de España... barrio por barrio, calle por calle, casa por casa matando e intentando no ser matado; es alcanzar la gloria militar para caer después en lo más hondo de la miseria humana porque es, en definitiva, asistir con pesadumbre a uno de los capítulos más tristes si cabe de la llamada acertadamente “guerra incivil española": el de los doblemente vencidos, el de los perdedores de los perdedores... ya que, como bien abrevia Avelino Codes Soriano, fusilero del batallón “Largo Caballero" de la 84ª Brigada Mixta del Ejército Popular: “En la guerra todo es guerra".