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Carme Riera. La novelista mallorquina involucra al lector en 'La mitad del alma', en la que la protagonista trata de localizar a su madre
El Correo Digital - 21/02/2005

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IDENTIDAD. «La realidad no es blanca ni negra», advierte la autora mallorquina. / MITXEL ATRIO


«Mi primera patria es la gente que quiero, y la segunda, la luz y el sabor del Mediterráneo»

La novelista mallorquina involucra al lector en 'La mitad del alma', en la que la protagonista trata de localizar a su madre, desaparecida en Port Bou en 1959

IÑAKI ESTEBAN/BILBAO

La narradora de 'La mitad del alma' (Alfaguara) busca desde hace dos años a su madre, Cecilia Balaguer, desaparecida en Port Bou entre el 30 de diciembre de 1959 y el 4 de enero de 1960. Para ello pide la colaboración del lector que pueda darle alguna pista. Más áun después de que un misterioso hombre le diera una carpeta con cartas y fotos de su madre mientras ella, escritora, firmaba libros el día de Sant Jordi.

Carme Riera (Mallorca, 1948) involucra al lector en las pesquisas de su última novela y le lleva por una Barcelona de posguerra donde impera el franquismo con la aquiescencia de muchos catalanes.

-¿Qué busca la protagonista? ¿Su identidad, a su verdadero padre ?

-Ella ha tenido una relación con su padre casi edípica. Pero se da cuenta de que él quizá no sea el verdadero, y eso le lleva a la búsqueda de la identidad. Adónde vamos ya lo sabemos: a la muerte. Pero, ¿quiénes somos? A mí esto me preocupa. Si sabes quién eres, sabrás qué tienes que hacer. Además, todos pertenecemos a una realidad, y por eso nos preocupamos de nuestra nación, de nuestra lengua.

-¿Hay otras formas de identidad, aparte de ésas?

-Uno puede decir que es apátrida. Pero siempre tendrá que tener alguna relación con algún lugar. Mi primera patria, por ejemplo, es la gente que quiero, con la que me siento más atada, y creo que es una buena patria. La segunda es el Mediterráneo. ¿Por qué? Porque en los lugares donde hay mar, luz, unos sonidos y ciertos sabores, me siento muchísimo más enraizada. La patria es la raíz. Algo más amplio que una entidad política, al menos para mí.

-Parte de su novela transcurre en la posguerra de Barcelona. Parece que no todos los catalanes fueron antifranquistas.

-Tú preguntas ahora en Barcelona y parece que todo el mundo estuvo en la oposición, como si nunca hubiera estado en Barcelona, como si nunca le hubieran aplaudido miles y miles personas en las calles. Mucha gente que ahora pasa por demócrata de toda la vida, antes vestía el uniforme azul de Falange. A mí esa gente me preocupa. Ha perdido su pasado y su identidad. Lo que interesa en esa pesquisa sobre la posguerra en Barcelona era precisamente eso: preguntarnos de dónde venimos.

-¿De dónde?

-Pues de los vencedores y de los vencidos. Mi personaje tiene un padre, o un supuesto padre, que es falangista, y una madre que probablemente fuera espía republicana.

-«El olvido es necesario para vivir», lo dice uno de sus personajes.

-Yo en esto soy muy cervantina, y creo que la realidad no es blanca ni negra. Yo reivindico la memoria como la capacidad humana más maravillosa, la que nos permite recordar el pasado y enmendar los errores. Pero también me daba cuenta de que, en algún momento, la memoria también es perniciosa. No se puede vivir sin olvidar. Pienso en los padres a quienes les han matado un hijo, como tantos argentinos y chilenos, y veo que tienen que hacer un esfuerzo por olvidar. Si no, no podrían continuar, se tirarían por la ventana.

-¿Hay alguna relación entre el olvido y el perdón?

-Hay personas que te dicen: «Olvido pero no perdono». O: «Sin perdonar no puedo vivir». Los judíos y los árabes piensan que ojo por por ojo y diente por diente. Por eso el conflicto árabe-israelí es tan difícil de resolver, porque ninguno de los dos grupos perdona.Yo creo que el perdón es necesario en nuestra cultura que, lo queramos o no, tiene un fondo cristiano.

El Quijote y Cataluña

-Acaba de sacar un libro titulado 'El 'Quijote' desde el nacionalismo catalán, en torno al Tercer Centenario' (Destino). ¿Cómo veían los nacionalistas de 1905 al personaje de Cervantes?

-Como un símbolo castellanista y españolista, como un símbolo de la raza, una palabra que entonces funcionaba mucho. Pero lo cierto es que una serie de capítulos del 'Quijote' pasan en Barcelona, la única ciudad real por la que pisa el personaje. Frente al lugar de La Mancha del que no quiere acordarse, Barcelona aparece de un modo muy positivo en la obra. Sería ridículo que los catalanes no lo reivindicaran. Por estos caminos discurrió el debate que se produjo en 1905.

-¿Qué había de propaganda en todo ese debate?

-En el 98 entraron en crisis los ideales castellanos del idealismo, el honor y el patriotismo, ya que se perdieron las colonias y ganaron los estadounidenses. Los nacionalistas catalanes de la revista 'El Cucut' decían: «Quédense los castellanos con su 'Quijote' y buen provecho les haga». Y González Blanco, desde Madrid, replicaba: «Más vale el 'Quijote' que todas las manufacturas de algodón de esos catalanes».

EL PERSONAJE

La autora: Nació en Palma de Mallorca en 1948. Es doctora en Filología Hispánica y catedrática de Literatura Española.

Su obra: Se dio a conocer en 1975 con el libro de relatos 'Te deix, amor, la mar com a penyora'. Su novela 'Dins el darrer blau' obtuvo el Premio Nacional de Narrativa.