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Entrevista. LUIS ESTAÑ CALLOSINO SUPERVIVIENTE DEL CAMPO DE CONCENTRACIÓN NAZI DE MATHAUSEN
La Verdad - 12/06/2005

http://servicios.laverdad.es/alicante/pg050612/prensa/noticias/Orihuela_Vbaja/200506/12/ALI-ORI-191.html


SUPERVIVIENTE. Luis Estañ cuenta su experiencia de hace sesenta años, ahora tranquilo en su casa de Callosa de Segura. / TONY SEVILLA


«Dudo si era mejor morir allí o vivir martirizado por tantos recuerdos»
«Regresé a España para ser el 'rojo derrotado' en la guerra» «Al llegar allí nos dijeron que saldríamos por la chimenea»

CRISTINA PINA/CALLOSA
Es uno de los pocos españoles que sobrevivieron al exterminio nazi. Luis Estañ, republicano callosino, fue reclutado en Francia tras la victoria franquista. Al inicio de la II Guerra Mundial formó parte de las compañías de trabajadores extranjeros que los franceses crearon para deshacerse de los campos de concentración. Tras la derrota de Francia ante los alemanes, estuvo prisionero en Bélgica. Trascurridos cuatro meses, fue liberado y trasladado de nuevo al país galo porque no pertenecía a ningún ente de batalla contra Alemania. Pero el regreso se truncó y al llegar a la frontera quedó prisionero junto a los 754 españoles que viajaban con él. Allí permaneció hasta que a los dos meses cayó en manos de los nazis.

- ¿Cómo llegó a Mathausen?

- Nos subieron en un tren blindado. Íbamos cuarenta personas en cada vagón. Estuvimos tres días de viaje sin comer y sin saber donde nos dirigíamos.

- ¿Y cuándo paró el tren?

- Era de noche. Formamos, hicimos la ceremonia a la SS y empezamos a caminar a marchas forzadas porque nos dijeron que al día siguiente había que trabajar.

- Al llegar al campo de exterminio, ¿cómo les recibieron?

- Con un discurso de bienvenida del comandante. Nos habló con mucha claridad. Dijo que el estar allí era un error de Madrid o de Berlín porque todo el que entraba salía por la chimenea.

- ¿Qué pensó al escuchar esas afirmaciones?

- Nada. Estaba aturdido. No me acababa de creer lo que decía, pero cuando a la mañana siguiente me metieron en la ducha y me dieron el uniforme me dí cuenta de que aquello era una realidad.

- ¿Pensó en morir?

- Sí. A los pocos días de estar allí, llegué a la conclusión de que ya estaba muerto, pero mi yo interno se resignaba. Por un lado aceptaba la muerte, pero por otro luchaba por la supervivencia.

- ¿Compartía ese pensamiento con sus compañeros?

- Allí eras un robot y no hablabas con nadie. Cuando ya era más veterano, algunos domingos que no trabajaba me reunía con un grupito de españoles para conversar y evadirnos de aquel lugar.

-¿Cuánto tiempo estuvo en Mathausen?

- Hasta el 1 de enero de 1945 que me trasladaron a Gusen.

- ¿Cómo le trasladaron?

- Nos hacían enfilar, seleccionaban a los más demacrados y se los llevaban. Yo no fui de los primeros en marchar, aunque me hubiera gustado, porque, todos pensábamos que Gusen era el alivio de Mathausen.

- ¿No les daban explicaciones?

- No, pero yo sí la tuve.

- ¿Por qué?

- El secretario de la barraca en la que yo estaba me contó, bajo la amenaza de matarme si decía algo, que cuando mandasen formar me escondiera porque los que iban a Gusen apenas duraban unas horas con vida.

- Al saber esto, ¿cómo recibió la noticia de su traslado?

- Bien, no tenía otra opción. Yo ya sabía lo que pasaba, pero la veteranía me sirvió de mucho.

- ¿Cómo fue su estancia allí?

- Las primeras horas fueron muy malas. Con el frío que hacía, me dieron un atuendo de verano y me enviaron a construir respiraderos. Los cabos polacos que había conmigo querían matarme, eran casi todos católicos y chocaban con los republicanos, pero no lo hicieron por miedo a cometer un error debido a mi número de identificación tan bajo. A mí se me conocía por 4375 y no como Luis Estañ.

- ¿Obtuvo la confianza de algún cargo, del mismo modo que le ocurrió en Mathausen con el secretario de su barraca?

- Sí, la del español Asturias, amo de Gusen. Yo no le recordaba, pero seguramente ya habíamos coincidido porque me llamó por mi nombre. Hablé con él y ya no trabajé hasta que me liberaron.

- Cuando le liberaron, ¿qué fue lo primero que hizo al salir de allí?

- Me reuní con los españoles que quedábamos vivos.

- ¿Dónde se dirigieron?

- La gente se fue a los depósitos de patatas en busca de comida, pero nosotros fuimos andando hasta Mathausen. Allí estábamos tranquilos porque aunque los españoles éramos pocos éramos los más fuertes.

- ¿Cuándo regresó a España?

- Llegué en 1948 y cometí el mayor error de mi vida.

- ¿Por qué?

- En Francia gozaba de muchos privilegios que perdí cuando vine aquí porque volví a ser el rojo que había perdido la guerra.

- ¿Cómo vivió la dictadura?

- A simple vista no tuve ningún problema, pero me han puesto muchas trabas para desarrollar mis negocios.

- ¿Le aportó algo positivo esta experiencia?

- Ningún aprendizaje puede compensarse con lo que pasó allí. Yo llegué a pesar 33 kilos.

- Sólo por el hecho de sobrevivir y, también, por algunas anécdotas que ha contado, usted sería privilegiado.

- Yo no sé nada de suerte. Nadie que haya pasado por allí puede llamarse dichoso. Todavía dudo sobre si era mejor morir allí o salir y vivir martirizado por los recuerdos.

- ¿Cree que quienes apoyaron el nazismo hoy se arrepienten y lo condenan?

- No, el fondo de las personas nunca cambian y la derecha siempre será la derecha.

- ¿Perdone?

- Sí, yo no guardo rencor a nadie. El perdón es la satisfacción de los humanos.

- ¿Cuántos supervivientes quedan?

- Vivos ahora quedamos tres, pero están en Francia. Yo fui el único que regresó.

- ¿Pertenece a alguna asociación de víctimas del nazismo?

- Sí, soy miembro de la Amical de Mathausen de Barcelona.

- Conoce pues a su ex presidente Enric Marco.

- Sí, precisamente hace unos días la Federación Socialista Valenciana celebró un homenaje por esta causa. El secretario general del PSPV, Joan Ignasi Pla, Enric Marco y yo, presidimos el acto.

- ¿Cómo ha recibido la noticia de que no estuvo en ningún campo de exterminio?

- No me ha sorprendido. Este señor es un estafador como muchos otros.

SU FICHA

Nombre: Luis Estañ.

Edad: 88 años.

Fecha de ingreso en Mathausen: 24 de enero de 1941.

Año de regreso a España: 1948.

Asociación a la que pertenece: Amical de Mathausen de Barcelona.