Médicos nazis asesinaron a 38 valencianos en experimentos de exterminio en Mauthausen
Levante - 01/02/2005

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TESTIMONIO. LUIS ESTAÑ, EN SU DOMICILIO DE CALLOSA DE SEGURA, UNO DE LOS CINCO EX PRESOS VALENCIANOS CON VIDA.

Tan sólo sobrevivieron 217 de los 554 valencianos deportados al campo de concentración

Este año se cumple el 60 aniversario de la liberación de los campos de concentración de Hitler, donde sólo en Mauthausen 554 exiliados republicanos valencianos sufrieron en sus carnes la barbarie nazi. El investigador Adrián Blas Mínguez revela que sólo 217 de ellos salieron con vida del gran complejo de la muerte del Tirol austríaco. Mínguez señala que de los 337 valencianos muertos, 38 fueron víctimas de experimentos médicos realizados por doctores de las SS en un subcampo secreto. 

Rafel Montaner, Valencia

El calvario de los republicanos españoles en el campo de concentración nazi de Mauthausen, de donde sólo saldrían con vida unos 2.400 de los cerca de 8.000 que fueron deportados allí entre 1940 y 1941, emerge del olvido al cumplirse este año los 60 años del fin de la pesadilla. El investigador Adrián Blas Mínguez lleva una década siguiendo la pista de los valencianos que formaban parte del contingente republicano deportado al gran complejo del Tirol de la Austria anexionada por Hitler.

Mínguez ha llegado a la conclusión que 554 valencianos sufrieron la barbarie nazi en Mauthausen y sus 49 campos anexos. Solo 217 verían con vida el momento de la liberación por las tropas norteamericanas, el 5 de mayo de 1945. «Alrededor de 337 murieron en Mauthausen, 38 de ellos víctimas de experimentos médicos de las SS en el Castillo de Hartheim», explica este miembro de la directiva de la Amical Mauthausen, la asociación que guarda la memoria de las víctimas.

Este estudioso de los valencianos en el Holocausto destaca que el listado de 402 muertos de la Comunidad Valenciana difundido en internet por el Centre d'Estudis d'Investigació Històrica del Baix Maestrat /Montsià publicado por Levante-EMV el pasado jueves «incluye por error a presos que sobrevivieron, como es el caso de Francesc Batiste, de Vinaròs, que es uno de los cinco valencianos que todavía quedan con vida, y a gente que murió en otros campos».

Mínguez ha realizado su trabajo, que tiene previsto publicar este año, a partir de las listas confeccionadas en secreto por dos presos que trabajaban en las oficinas de la Gestapo (policía política nazi) en el el campo principal de Mauthausen, uno de ellos el valenciano Casimiro Climent Sarrió.

Climent, con la ayuda del catalán Josep Bailina, copiaba y ocultaba las fichas de los republicanos que tenía la Gestapo porque «pensaba que alguno tenía que salir con vida del campo para poder contar los crimenes que se cometían», relata Mínguez. Ante el avance de las tropas de EE UU, las SS [siglas de la Schutzstaffel, fuerza paramilitar del partido nazi encargada del aparato represor hitleriano] ordenaron quemar todos los documentos del campo, pero las listas de Climent se salvaron al estar escondidas en un almacén.

Respecto al castillo de Hartheim, Mínguez destaca que entre el 12 de agosto de 1941 y el 9 de octubre de 1942 «400 españoles, 38 de ellos valencianos, fueron exterminados en este subcampo secreto donde los médicos de las SS llevaban a cabo programas de eutanasia para acabar con los discapacitados».

Hartheim, añade, «es la única prisión donde no hay supervivientes, todos los que eran trasladados allí o bien morían por el camino en el camión "fantasma" [al inhalar el monóxido de carbono del tubo de escape conectado a la remolque hermético en el que viajaban], en su cámara de gas o víctimas de experimentos médicos».