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La CGT de Málaga presta apoyo a la familia que lleva más de 25 años intentando que se reconozca el asesinato de Luis Dorado Luque
CGT Málaga - 24/03/2006


La CGT de Málaga presta apoyo a la familia que lleva más de 25 años intentando que se reconozca el asesinato de Luis Dorado Luque

FAMILIARES DE UN DIPUTADO SOCIALISTA FUSILADO EN 1936 INICIAN ACCIONES JURÍDICAS CONTRA EL ESTADO PARA RESTAURAR LA VERDAD

La única hija viva y los nietos de Luis Dorado Luque, residentes en España, Australia y Bélgica, han iniciado acciones jurídicas contra el Estado para que se reconozcan las condiciones de la muerte de su padre y abuelo, diputado socialista por Málaga que fue detenido en la provincia de Córdoba el 18 de julio de 1936 y asesinado a finales de mes en un lugar sin determinar, presumiblemente a las afueras de la capital. La familia lleva más de 25 años luchando para conseguir verdad, justicia y reparación sin que hasta el momento hayan logrado siquiera que el registro civil certifique las condiciones exactas en las que se produjo el fallecimiento. Este será el primer objetivo que tratará de conseguir la familia, que se modifique el acta de defunción de su abuelo y se hagan constar las circunstancias reales de su fallecimiento. Para ello, la familia cuenta con la colaboración de la CGT que les ha facilitado apoyo logístico y jurídico en la persona del abogado del Sindicato de Enseñanza, Felipe Navarro.

Luis Dorado Luque, dirigente del PSOE y la UGT,  fue elegido diputado del Frente Popular en 1936. En julio de 1936 se encontraba en Madrid y en el momento de producirse el levantamiento militar, acompañado de otros tres diputados del Frente Popular, toma un tren en dirección a Málaga, siendo portador, probablemente, de instrucciones de Largo Caballero para afrontar la crisis. Pero nunca llegarían a Málaga. En Alcolea, según declaraciones del cónsul británico en Málaga que viajaba en el mismo convoy, son bajados del tren y conducidos, junto al periodista cordobés García Hidalgo, al cuartel de Artillería nº 1 de la capital.  Desde aquí sería sacado para ser fusilado 12 días después sin haber sido juzgado. De hecho, la familia, al término de la guerra, desconoce las circunstancias de su  asesinato, pero le consta su muerte porque en agosto del mismo año reciben una caja de zapatos sin remitente en el que se encuentran los efectos personales del diputado.

Cuando llega la transición, la viuda de Luis Dorado solicitó la partida de defunción de su esposo para tramitar su pensión de viudedad. Al recibir el documento se encuentra con que la misma no es literal por incluir al margen una nota en la que se especifica que el cadáver se ha inscrito como “varón desconocido que lleva la documentación de Luis Dorado y otros documentos". Con lo cual la familia tuvo que iniciar el trámite judicial para realizar la inscripción por fallecimiento voluntario y, aunque tardó 12 años (de 1981 a 1993), finalmente consiguió que la justicia reconociera como fallecido a su marido supuestamente desaparecido casi 50 años antes. Durante todo este tiempo la familia, que al regreso de la democracia siguió vinculada al PSOE, ha tratado de que se restituya la verdad sobre el asesinato de su padre y abuelo,  que se hiciera Justicia y se reparara su figura y no quedara como alguien que en los momentos difíciles desaparece, se quita de en medio.

Como expresan perfectamente en su comunicado, la respuesta de las organizaciones por las que su padre entregó la vida no ha sido todo lo satisfactoria que cabría esperar, a pesar de toda la información que fueron recopilando a lo largo de estos años y que desmonta por completo la versión oficial de la desaparición.

La constancia de la detención la tenían desde el primer momento y la información la sirvió de primera mano el general Queipo de Llano en una de sus alocuciones radiofónicas desde Radio Sevilla en la que dio cuenta de la detención de los diputados malagueños. Su estancia en prisión en el Cuartel de Artillería nº 1 está documentada. El historiados Francisco Espinosa tuvo acceso a una partida de defunción de un periodista preso en la que varios compañeros de prisión, entre los que se encuentra Luis Dorado Luque, firman como testigos. Ese acta de defunción tiene fecha de 28 de julio.

Dos días después, aparece un cadáver, en lugar sin determinar, y es trasladado por una ambulancia de Cruz Roja al cementerio de Córdoba. En la autopsia que se practica a aquel cadáver, el forense hace una vaga descripción del mismo y determina que fue muerto violentamente por arma de fuego. En la partida de defunción se hace constar el informe del forense y se inscribe como un varón desconocido de unos 50 años que lleva la documentación de Luis Dorado Luque. Y así quedó registrado, el cadáver como desconocido y Luis Dorado pasó a ser uno más de los miles de desaparecidos de la guerra.

 Y sus familiares no están dispuestos a que la mentira prevalezca. Asesorados por el letrado Felipe Navarro, han planteado un primer pleito que persigue simplemente que se cumpla la ley del Registro Civil, según la cual todos los asientos que se registren tienen que ser fiel reflejo de la verdad. Una vez demostrado lo evidente, el fusilamiento del diputado por los sublevados, la familia no descarta ninguna acción jurídica en el plano nacional o internacional para que el Estado asuma su responsabilidad por el asesinato de una persona detenida, que además era representante legítimo de los ciudadanos, en una instancia militar y asesinada sin juicio. Los que cometieron aquel crimen lo hicieron para imponer un nuevo Estado y, al no haber habido un proceso de ruptura con el anterior régimen, el Estado actual debe responsabilizarse de los posibles desafueros que se cometieron y del que fueron víctimas cientos de miles de españoles.

Comunicado de la familia del diputado socialista por Málaga en las elecciones del 1936 Luis Dorado Luque

Después de un periodo de más de 20 años intentando que se rehabilite la memoria y se nos  haga justicia  a nosotros, familiares directos, hija y nietos, de Luis Dorado Luque,  diputado socialista por Málaga,  que fue detenido y conducido, junto con otros tres diputados, al cuartel de Artillería nº1 de Córdoba el 18 de Julio de l936 y asesinado el 30 de ese mismo mes, sin que hasta la fecha  hallamos recibidos la restitución y reconciliación prometida con el arranque de la transición. Entendemos que el perdón generosamente entregado por nosotros nada tiene que ver con la demanda  de Verdad, Justicia, Reparación  a la que tenemos un derecho inalienable y que ha de producirse con quienes perdieron un padre inocente de toda culpa.
Hombre irreprochable, que de niño fue aprendiz, en  Antequera, del oficio de su padre, barbero-cirujano, que con esfuerzo, en los círculos socialistas, estudió hasta ingresar en la Universidad de Medicina de Granada.  Anteriormente en la guerra de Melilla estuvo destinado en el cuerpo de sanitarios donde adquirió los conocimientos y prácticas para su posterior titulación como practicante. Desarrolló su  trabajo en el dispensario del Carmen (Perchel)  y de ayudante del eminente malagueño Doctor Almanza. Vivía en su barrio de la Victoria con su familia, donde estaba la barbería de su padre, junto a la Iglesia de San Lázaro, en su casa nº10 del Compás de la Victoria. Allí  tenía consulta para personas humildes y trabajadoras.
Su conciencia socialista y republicana fue reconocida por las agrupaciones socialista y de la UGT malagueñas y lo auparon a cargos de alta responsabilidad.  En las elecciones de Febrero de 1936 fue incluido en las listas del Frente Popular  y los ciudadanos de Málaga lo eligieron diputado al Congreso. Servir a su conciencia y representar a los trabajadores para el gobierno de la República fue su delito.
    
La amnistía decretada en España y posteriores leyes compensatorias han sido insuficientes y fragmentarias, cuando no humillantes, para quienes han acudido a ella, todo esto sin contar con el coste económico que ha supuesto en nuestro caso tener que plantear judicialmente el fallecimiento voluntario de mi padre  y poder certificar viudedad de mi madre, ya fallecida. En dos ocasiones hemos solicitado al PSOE la obligación moral que tiene con mi padre, para que de una vez por toda se nos haga justicia y la memoria de los diputados socialistas asesinados quede restituida. El único reconocimiento recibido por mi madre  antes de morir fue una carta del expresidente del gobierno Felipe González, lo cual nos parece insuficiente para un partido y sindicato que se dicen herederos de Pablo Iglesias. ¿Acaso se puede reivindicar un pasado como fundamento de legitimidad y sepultar en el olvido, en el silencio y la ignominia a ese pasado y a sus familiares vivos?

No dudamos de la sinceridad con la que el presidente del Gobierno anunció en el Parlamento una ley compensatoria para las víctimas de la guerra civil y la dictadura del general Franco,  pero, con toda licencia,  expresamos nuestra más profunda decepción con el rumbo,  la  tardanza de la comisión creada al efecto y presidida por la Vicepresidenta del Gobierno. Estamos seguros de que el señor  Rodríguez Zapatero es sensible a los sufrimientos de los vencidos y perseguidos de la Dictadura, pero desgraciadamente el proyecto de Ley está empantanado, chocando con los que no están dispuestos a reconciliarse, pues creen que no tienen nada de que reprocharse, es más insisten en denostar al Frente Popular todos los males de la República y de esta manera justificar y legitimar el golpe militar del 18 de julio y todas las consecuencias posteriores como un acto de “liberación nacional".
Esta actitud nos repugna y quebranta nuestra dignidad, a la vez que nos entristece ver como una vez más la izquierda cede al chantaje. Valoramos y compartimos el esfuerzo que están desarrollando las asociaciones que trabajan por la recuperación de la memoria histórica.  Las acciones encaminadas a la exhumación de algunas fosas comunes y la recopilación de censos de víctimas asesinadas por los sublevados, el trabajo de investigación de apertura y restitución de archivo son una labor imprescindible y encomiable para el conocimiento de la verdad  y de la memoria histórica, pero no llegan al fondo de la cuestión.

Amnistía Internacional  en un intento de clarificar la cuestión de las víctimas de la guerra civil y del franquismo ha dejado claro que el Estado español no puede eludir sus responsabilidades y obligaciones con el Derecho y la Justicia, ni puede excusarse en ningún ordenamiento jurídico cuando los hechos denunciados por los familiares  constituyen crímenes contra la Humanidad. Nosotros, familiares de los asesinados, representantes legítimos de la República, avergonzados,  humillados, mantenidos inermes e impotentes por el poder burocrático  a la conjura del silencio, la mentira y la cobardía, cansados de esperar,  tenemos la firme intención de romper con la IMPUNIDAD planteando nuestras demandas en los tribunales de justicia una vez que comprobamos que no hay voluntad política de resolver la memoria y dignidad de los vencidos de forma que la Verdad, la Justicia y la Reparación nos devuelvan la Paz. Deben saber los vencedores que la nobleza de una causa reside en el trato que se le dispense al vencido. Gracias

 Carmen Dorado Ortiz
 M. Carmen Gutiérrez Dorado
 Josefa Gutiérrez Dorado
 M. Victoria Gutiérrez Dorado
 Gloria Gutiérrez Dorado
 Antonio Gutiérrez Dorado