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Aznar olvida con mucha frecuencia la importancia de escuchar ese silencioso murmullo que circula en el interior de las palabras de nuestra joven y atractiva señorita Constitución
14/10/2003 - Antonio Marín Segovia - CERCLE OBERT DE BENICALAP


El 'amor' por la indiferencia, el desprecio por el que es diferente, el mezquino deseo de imitar conductas esquivas y llenas de dobleces son, desafortunadamente, los ingredientes habituales que poseen los personajes públicos, acostumbrados a navegar en el proceloso mar de la política y los negocios de altos vuelos. No es de extrañar que siempre nos sorprendan las actitudes y declaraciones de muchos de 'nuestros' representantes, siempre pendientes de adular y complacer a toda costa al Jefe de turno y nunca dispuestos a demostrar un verdadero respeto por satisfacer las necesidades del ciudadano presente, del habitante futuro.
 
Hoy en día, y con grandes dosis de indiferencia, los españolitos de a pie estamos asistiendo actualmente a unas bochornosas actuaciones y gestos de los que dicen dirigir el país. El tema de la rehabilitación de los luchadores por la libertad y la democracia durante el franquismo es algo que todavía no ha asumido ni comprendido el Sr. Aznar. Por eso 'olvida' intencionadamente con tanta frecuencia la importancia que tiene escuchar ese silencioso murmullo que circula en el interior las palabras de nuestra joven y atractiva Señorita Constitución. José María Aznar tiene una gran dificultad para entender, para captar el espíritu que impregnan a todos y cada uno de los artículos que conforman nuestra Carta Magna. Sin embargo, entiende muy, pero que muy bien el americano imperfecto y macabro de Bush. Lamentable y contradictoria actitud de un señor que es el Presidente de España y que vive pendiente y obsesionado por complacer siempre a su 'amigo' americano...
 
Pero volvamos al meollo de la rehabilitación y merecido reconocimiento público a favor de las víctimas del franquismo, reconocimiento que hace años debería haber sido una iniciativa prioritaria, impulsada y coordinada por el gobierno central, en aras a cimentar una verdadera y sincera Reconciliación Nacional entre todos... Pero no. No vemos mucho interés en unir a las dos Españas y en aunar esfuerzos y pasiones para que todos vivamos de pie, dentro de España, dentro siempre de Europa...
 
Para Aznar España empieza en Texas y acaba en California, por eso su partido sigue empeñado en no comprender la necesidad urgente de reconocer que nunca hay ni vencidos ni vencedores en una guerra, sea el conflicto entre hermanos o entre vecinos... La guerra de Irak demuestra lo inútil y costoso que significa emprender este cruel tipo de aventuras. El coste y las desventajas para todos los españoles empiezan a emerger, aunque Trillo (el inventor de Manda Huevos) y la Menestra se empeñen en mentir con tanta poca fortuna y gracia.
 
Señores del gobierno: no hay justificación racional para utilizar la violencia ni el engaño. Pero tampoco hay justificación alguna para no saber reconocer que la Guerra Civil, la Guerra de Irak y la Dictadura genocida y terrorista de Franco son gravísimos errores que pagamos todos y que seguiremos pagando si el Sr. Aznar no acepta respetar y reconocer al resto de españoles que no piensan ni sienten como él. Para que España y las diversas nacionalidades que la conforman puedan y deban convivir, hace falta un gesto sincero de aquellos que dicen ser nuestros representantes. Trabajar a favor de la paz, de la convivencia son las únicas manera de acabar con la violencia, dado que se eliminan de raíz las causas que provocan todo tipo de comportamiento agresivo. Es una cuestión de estilo y de tener ese encanto que algunos líderes (pocos, realmente muy pocos) tienen a raudales. Por eso vivimos tiempos mediocres y grises, donde no hay nada realmente tangible y pausado, aunque no se perciba de forma inmediata... Ya no hay interés por la poesía de la rebelión, por la pereza inteligente que alimenta toda pasión verdadera... Ahora todo es moda y consumo. Todo es veloz e intrascendente. Y Aznar, producto de la época, será un vulgar recuerdo (de una España casposa) dentro de 10 años. Tiempo al tiempo.
 
Pero volvamos a recordar, volvamos a recuperar la Memoria Histórica. No hace falta que Aznar me entienda y que comparta mis propuestas. Yo no pretendo que Trillo o Cascos comprendan mis palabras y se deleiten gozosamente cuando las pronuncien interiormente. No. No se trata de eso. Simplemente estimo que debe existir un verdadero compromiso por aceptar que todos, incluso los vencidos y los humillados, tienen derecho a ser respetados, recordados, valorados, homenajeados.
 
Insisto (y pienso seguir reiterándolo) en que el gobierno del Sr. Aznar tiene la obligación ineludible de aceptar las peticiones que numerosos personas formulamos en aras a la rehabilitación de todas y cada una de las víctimas del franquismo. También consideramos un deber que el gobierno contribuya a las labores emprendidas para encontrar los restos de los desaparecidos españoles durante el franquismo, en aras a darles un entierro digno.
 
Aznar y sus compañeros de viaje del Partido Popular no han comprendido que para cerrar las heridas, que para ganar el respeto y tener autoestima personal y política, uno debe siempre abrazar y aceptar al que no piensa igual. Es bueno que existan los contrastes. Es bueno para ellos y para uno mismo. Nos permite crecer y aprender que todos nos necesitamos y nadie sobra. Es una forma de vivir elegante y llena de chispa, apenas visible...
 

Valencia - España, a 14 de octubre de 2003
CERCLE OBERT DE BENICALAP
Iniciativas Sociales y Culturales de Futuro
 

Antonio Marín Segovia