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REPORTAJE:
Españoles que son héroes en Francia

Excombatientes de la resistencia contra los nazis y de la Legión
Extranjera rinden homenaje a los que murieron por la libertad

EMILIO SILVA - MADRID

EL PERIODICO de CATALUNYA 11/11/2002
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Excombatientes:
Españoles que lucharon por Francia, en un acto en Madrid, en mayo pasado.
Historias legendarias:
Arriba, a la izquierda, Albadalejo, en una calle de París en 1954 y, abajo, en la actualidad. En el centro, Marina de la Vega, en San Sebastián, cuando trabajaba de espía, también en 1954, y en la actualidad. A la derecha, Mellado, luchando con la Legión Extranjera en las selvas de Vietnam, y ahora.

Son españoles y excombatientes en Francia. Unos estuvieron en la Legión, otros en la resistencia contra los nazis y fueron de los primeros en liberar París. Sus vidas parecen salidas de una película bélica o del cine de espías. Cada año, en diferentes ciudades españolas --esta vez, en Madrid--, se reúnen para conmemorar el 11 de noviembre, aniversario del armisticio de la primera guerra mundial (el fin de la segunda la celebran también, pero el 8 de mayo). Y rinden homenaje a los que dieron su vida por Francia. Son historias legendarias e irrepetibles.

Espía para los franceses en la España de Franco

La vida de Marina Vega de la Iglesia parece extraída de la película Casablanca. Nació en Torrelavega (Cantabria) en 1923, en una familia acomodada de tradición republicana. "Tras la sublevación franquista, detuvieron a mi padre, lo juzgaron por masón y fue desterrado de Valladolid. Mi madre trabajó hasta el final de la guerra para el Gobierno de la República y, después, se ocultó en una casa durante mucho tiempo".
A Marina la mandaron a Francia para protegerla. "Vivía en París cuando estalló la segunda guerra mundial. La familia que me acogió se iba a México. No sabía nada de mis padres y tomé la decisión de regresar a España. Al llegar a Madrid los localicé. Tuve una depresión y me fui a León con unos amigos". Allí conoció a un muchacho relacionado con el servicio diplomático francés. Como Franco había prohibido la Embajada de Francia, el servicio secreto de este país se había instalado en la legación inglesa. Necesitaban una mujer española que pudiera moverse con libertad por el país y fue admitida.
"Soñábamos con que cuando vencieran a Hitler, liberarían España". A partir de entonces, hizo muchos viajes a la frontera, introducía gente en España, llevaba y traía documentos y dinero. "En la red había desde sastres para vestir a los que cruzaban la frontera hasta falsificadores de documentos". Un día las cosas se torcieron. "Se metió por medio la Segunda Bis, el contraespionaje español". Escapó a Francia y siguió haciendo trabajos de información hasta que terminó la guerra mundial y volvió a España. Marina recuerda con emoción sus tiempos de espía y sostiene la condecoración que le impuso el Parlamento Europeo por defender la libertad.

Pensionista francés tras ser herido en Vietnam

Sebastián Albadalejo (Madrid, 1927) tiene una herida que le recorre el hombro como una vieja trinchera. La España de la posguerra era dura para un muchacho huérfano de 12 años. "Por las tardes trabajaba de aprendiz y por las mañanas vendía cigarrillos sueltos, hasta que encontré un puesto de trabajo en Mencheta, una agencia de prensa". Un día, uno de los jefes le ofreció aprender el oficio, pero, como le daba vergüenza decir que no sabía leer, desapareció. Decidido a hacer fortuna, cruzó los Pirineos.
"Como no era perseguido político, los gendarmes me dijeron que volviera a casa. Pero me alisté en la Legión Extranjera". Desde Túnez, tras la instrucción, embarcó hacia Vietnam. "Había desde refugiados políticos hasta un compañero español que conocía 11 idiomas. Y, sobre todo, alemanes, miembros del Ejército de Hitler que escapaban de la ley".
Sebastián llegó a una base militar cerca de Saigón. "Entramos en acción al poco de llegar. Los vietnamitas siempre nos causaban bajas, salían de túneles o se situaban como francotiradores. Un día, un compañero español pisó una mina que le arrancó las dos piernas. Otros dos que iban junto a él cayeron muertos. A mí me atravesaron unos proyectiles el pulmón derecho". "Al caer, el hombro que me habían herido se hundió en el barro, y eso impidió que me desangrara. Entonces un francotirador me disparó en una pierna".
Evacuado en helicóptero, tardó tres meses en ser trasladado a Argelia, donde fue operado, y un tribunal médico le concedió una pensión. "Al poco tiempo me vine a España. Desde entonces he vivido como pensionista francés".

Combatiente en Indochina y Marruecos

Gabriel Mellado nació en Porcuna (Jaén), en 1932. Habla con naturalidad de lugares exóticos: Indochina o Meknés (Marruecos). Pasó la infancia huyendo con su familia de la guerra civil. Al acabar ésta, quiso dejar de ser una carga para su familia y emigró a Barcelona, desde donde decidió probar suerte en Francia. "Leía revistas que hablaban de la Legión Extranjera. Siempre había sentido atracción por la vida militar, así que decidí alistarme para vivir una aventura y probar fortuna".
En julio de 1950 desembarcó en Saigón. "Nos evacuaron a Hanoi, donde teníamos que defender posiciones. Por las noches venían en bandadas. Se ponían a tiro fácilmente, pero a veces nos sorprendían y eran muy peligrosos". Estando en Hanoi, resultó herido en una pierna por un mortero: "Estuve un mes de baja y, poco después de volver a la posición, una granada me destrozó los tímpanos". Gabriel nunca pensó que se había metido en un buen lío. "No me arrepentí de haberme alistado, porque allí cobraba, comía y, a veces, me divertía".
En sus dos años en el frente vio caer a muchos compañeros. "Volví de Indochina a Francia y estuve de permiso varios meses. Después me llevaron a Marruecos. Estaba en un batallón mecanizado y nos dedicábamos a patrullar los alrededores. A veces llegábamos hasta el sur de Marruecos y volvíamos a Meknés, donde teníamos la base. Fue una época relajada en comparación con la guerra". Después de licenciarse, Mellado se instaló en París y no pudo volver a España hasta que obtuvo la nacionalidad francesa, porque había sido declarado prófugo del servicio militar.