Nuestra Ministra de Cultura no fue al entierro de nuestro Manuel Vázquez Montalbán
ARMH - 23/10/2003

Mi ingenuidad me hizo creer que iría. Me hizo creer que la Ministra asumiría que, aunque ella personalmente no esté de acuerdo, el mundo de la Cultura, no sólo el de Cataluña, no sólo el de España, sino el Mundo de la Cultura, ha sufrido una incuestionable y enorme pérdida. Los que coincidíamos con él hemos perdido un importantísimo referente, hemos perdido la posibilidad de sentirnos representados en las palabras de quien las sabía usar. Los que no coincidían con él han perdido una de las posibilidades de saber qué piensan los que no piensan como ellos. Por lo tanto, yo pensé que ella como Ministra de todos los españoles actuaría en consecuencia y asistiría legítimamente al entierro aún a riesgo de ser abucheada, ya que ella sabe que hacer de tripas corazón a veces forma parte de su profesión. Pero no, no fue, tampoco presentó públicamente sus condolencias a la familia, se ahorró ese pequeño gesto. Y yo me pregunto porqué. ¿será porque no lo consideraba un buen escritor? ¿porque no lo estimaba como periodista? ¿porque no le merecía respeto su reflexión crítica?. No lo creo, ya que todas estas apreciaciones son personales y ella es Ministra y como Ministra debe representar de forma ecuánime las apreciaciones personales de todos los españoles (los que leen a Vázquez Montalbán y los que no, los que lo editan y los que no, los que lo publican y los que no, los que lo traducen a todos los idiomas y los que no, los que le conceden premios y los que no, los que lo han entrevistado y los que no, los que le solicitaban infinidad de colaboraciones y los que no, los que le estaremos agradecidos eternamente y los que no). Entonces yo me pregunto: ¿será porque no coincidía ideológicamente con él? Pero entonces... estamos hablando de discriminación y me preocupa muchísimo porque si se ahorra el pequeño gesto de presentar condolencias por la muerte de un intelectual español de prestigio internacional porque no coincidía ideológicamente con él, entonces qué pasará con todos los que no votamos por su partido cuando se reparte el dinero de todos los españoles en forma de, por ejemplo, subvenciones.

Si nuestra Ministra de Cultura ignora todas las manifestaciones culturales que no coinciden con su ideología, ¿qué lee la Ministra? ¿qué documentales ve? ¿qué música escucha? ¿qué sabe de nosotros?.