Excavaciones

SEGOVIA: Los fusilados de Otero yacían en línea recta y en fosas separadas
EL NORTE DE CASTILLA - 06/07/2003

http://www.nortecastilla.es/edicion/prensa/noticias/Segovia/200307/06/VAL-SEG-085.html


Aparecen los restos de otros dos cadáveres y las familias de las víctimas esperan que el Juzgado se pronuncie
La noticia del hallazgo ha movido a muchas personas a solicitar la búsqueda de familiares ejecutados en 1936


CARLOS ÁLVARO/SEGOVIA

Los nuevos hallazgos y la suma de más testimonios modifican en parte la versión de los hechos o aportar luz sobre las circunstancias que rodearon a la muerte de los cinco obreros de Otero de Herreros ejecutados supuestamente por varios falangistas en agosto de 1936, a los pocos días del comienzo de la Guerra Civil española. En las últimas horas, el equipo de arqueólogos y voluntarios que trabaja en la excavación de las fosas ubicadas en el paraje Cepones, en término de La Losa, ha conseguido la localización de los restos de otras dos víctimas, por lo que ya son cuatro los cuerpos encontrados. Según se ha podido comprobar, los ejecutados fueron enterrados en línea recta, en pequeñas fosas separadas entre sí y de muy escasa profundidad. Nunca amontonados, como en un principio se suponía. Como curiosidad, el tercero de los cuerpos en aparecer tiene la cabeza debajo de las raíces de una encina que en su día no existía. Junto a este esqueleto se han encontrado restos de un cráneo que podría pertenecer a la quinta persona, por lo que dos de las víctimas estarían más próximas que el resto, pero aún desconoce.

«Según se ve, no estaban juntos. Como los enterramientos son superficiales, suponemos que la persona que los enterró excavó junto a cada cuerpo y no se complicó. Lo que resulta curioso es que están en línea recta respecto a una piedra en torno a la cual debieron efectuarse los disparos y cuya posición se corresponde con el testimonio de dos personas que nos ha permitido localizar el lugar exacto», comenta Santiago Vega, historiador y miembro del Foro por la Memoria de Segovia.

El cuarto cadáver emergió al mediodía de ayer. Yacía a escasos dos metros de la encina anterior y en el extremo de la línea recta descrita por la posición de los otros cuerpos. Apareció con el cráneo de perfil. A la altura de la pelvis había una hebilla de cinturón oxidada.

Urgencia

Los trabajos marchan a buen ritmo, pero aún quedan horas para conseguir la limpieza total de las fosas y la extracción completa de los cuerpos. Las familias de los fallecidos quieren que el Juzgado de Segovia inicie las diligencias para autorizar el levantamiento de los huesos y su traslado al cementerio municipal de Otero, donde serán inhumados. De momento, y según informan desde el Foro por la Memoria, el juez ha mostrado su interés. Algún familiar ya ha manifestado estar dispuesto a formalizar una acusación particular para abrir las diligencias oportunas. El traslado urge porque el contacto con el aire ha deteriorado los restos que aparecieron el pasado fin de semana.

A estas alturas la historia de los fusilados de Otero es muy conocida. Los cuerpos corresponden a Pedro Sebastián Vela, de 27 años, presidente de la Casa del Pueblo y militante del Partido Comunista; Abel de Pablos, de 23 años, obrero de la fábrica de loza; Miguel Durán Prieto, de 29 años, ferroviario; Pedro Aparicio Bravo, de 36 años, también ferroviario, y Julián Martín Pascual, obrero de la fábrica de loza y de 18 años, según la documentación oficial de la época que maneja el Foro por la Memoria, o de 22 años, según la familia más allegada. Fueron detenidos en la tarde del 3 de agosto de 1936 -aunque hay testimonios que lo sitúan el día anterior- algunos cuando salían del trabajo, otros en su propia casa. Con el pretexto de que iban a ser juzgados en Segovia les subieron a una camioneta, pero nunca llegaron al destino esperado. En el paraje conocido como Cepones fueron ejecutados.

Según el historiador Santiago Vega, se les acusaba de haber promovido desde la Casa del Pueblo la huelga general que los sindicatos habían convocado en Madrid contra la sublevación de parte del ejército español contra la legalidad republicana. En Segovia, el golpe militar había triunfado el día 19 de julio.