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Entrevista a Ismael Saz, catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Valencia
«La represión política del franquismo fue más cruel que la del nazismo», asegura uno de los ponentes de las Jornadas sobre Fascismo que se celebran en Oviedo
(El Comercio Digital, 11-03-2008)


Ismael Saz

11.03.08 - RAMÓN MUÑIZ

 

 

«La represión política del franquismo fue más cruel que la del nazismo». «La derecha debe juzgar a Franco no como problema entre izquierda o derecha, si no entre democracia y dictadura», asegura uno de los ponentes de las Jornadas sobre Fascismo

 

El fascismo vuelve a campar por Oviedo, pero esta vez para ser estudiado, diseccionado y analizado, como se hace con las cobayas en el laboratorio. Éste es el objetivo de las VI jornadas de Historia Contemporánea, que hasta el próximo jueves atraerán a Oviedo a historiadores de todo el país. La suya será una marcha intelectual que pretende desgranar cuánto de fascismo hubo y hay aun en la sociedad española. Un examen «muy necesario», según sostiene el catedrático de historia contemporánea Ismael Saz.

 

-Viene para defender que el régimen franquista en realidad no fue fascista. ¿Tendrá un buen par de argumentos para decirlo?

 

-Claro. Yo creo que la dictadura de Franco fue fundamentalista y reaccionaria. Aquí fascista de verdad sólo era falange, que sí tuvo un papel importante en todo el régimen, pero siempre subordinado a los sectores nacionalcatólicos, que impusieron más su línea política.

 

-Anda esta semana el historiador Stanley Paine presentando un libro según el cual Franco resultaba demasiado «charlatán» y «conservador», incluso para Hitler.

 

-Eso es así, y está tan documentado como que al final Hitler le prestó a Franco un apoyo vital para ganar la guerra civil.

 

-Pero entonces, ¿fascismo y franquismo no son distintos collares para la misma ideología?

 

-No. El fascismo se presenta como una revolución, que cree en el pueblo y pretende movilizarlo, mientras el nacionalcatolicismo es un proyecto que pretende destruir totalmente cualquier movilización, tener a todo el mundo contento y en casa. Hitler se presentaba como el caudillo del pueblo, mientras Franco era caudillo por la gracia de Dios, no del pueblo. El fascismo es la política de la calle y la plaza, y el franquismo lo es de la casa, la iglesia y el cuartel...Y si alguno le falla y se quiere mover, a la cárcel.

 

-Oyéndolo parece como si en el fondo, sufrir un régimen fascista acabara dejando a la sociedad más preparada para adaptarse luego a la participación democrática.

 

-En parte, es así, aunque quiero matizar que en muchos aspectos el fascismo es peor aun que el franquismo. Pero hay que reconocer algunas cosas. Fíjese por ejemplo que el régimen de Franco fue más cruel y sanguinario a la hora de ejercer la represión por motivos políticos. Los nazis perseguían a los judíos por motivos étnicos, pero había cierta voluntad de ganar para su causa a los comunistas y a todos los revolucionarios alemanes. Aquí no hay nada de eso, aquí lo que se practica es un «torquemadismo» con los políticos, pero también con la cultura diferencial. Allí intentan apropiarse de Nietzsche, pero no lo prohíben como en España.

 

El fin del fascismo

 

-O sea que con la muerte de Franco no murió aquí el fascismo.

 

-La descomposición del dictador es una metáfora que simboliza a la perfección la descomposición de un régimen en el que él supo hacerse imprescindible ante fascistas y nacionalcatólicos ejerciendo de árbitro entre sus disputas. Si ambos querían la educación, Franco le daba la escuela a los curas. Pero las Universidades se las deja a la falange y su sindicato vertical.

 

-Ese desencuentro, ¿ayudó a que cayera el régimen?

 

-Sin duda porque la disputa acabó con fuego cruzado. En 1969, al ver un gobierno monocolor del opus, falange actúa como perro del hortelano, que ni come ni deja comer. Ellos quieren revitalizar el régimen canalizando la movilización popular, lo que pasa es que les sale rana eso de abrir la puerta: hacen elecciones en el sindicato vertical y los trabajadores en vez de a ellos, votan a CCOO.

 

-Dicen que esto de hacer debate público del franquismo es «remover tumbas». ¿Por qué lo hace?

 

-Porque es imprescindible. A diferencia de Alemania, aquí no todo el mundo tiene claro que la dictadura fue lo peor que nos ha pasado en la historia contemporánea.

 

-Hay quien dice que muchas familias vivieron aquello «con placidez»

 

-Ese argumento coincide con lo que defendía el régimen en su última fase: que la vida podía ser muy apacible sin ciudadanía política, sin meterse en nada, siendo insensible ante las desigualdades y la represión. También con Gengis Kan había quien vivía plácidamente, pero una vida sin política es una vida sin libertad. Aquí hay un problema que no se solucionará hasta que la derecha no se dé cuenta de que juzgar al franquismo no es un problema entre derecha o izquierda, si no entre democracia y dictadura.

 

 



http://www.elcomerciodigital.com/oviedo/20080311/oviedo/represion-politica-franquismo-cruel-20080311.html