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13.08.09 -

MIGUEL A. ROJO

| LOGROÑO

El Foro de la Memoria y la Asociación para la Preservación de la Memoria Histórica de La Rioja 'La Barranca' ya conoce por medio del presidente regional, Pedro Sanz, la opinión del Gobierno autonómico de rechazar cualquier ayuda o financiación para realizar exhumaciones y, en definitiva, elaborar en la región un mapa de fosas comunes. «Declinan hacer aportaciones», confirma el presidente de la citada asociación, Jesús Vicente Aguirre.

Cuatro autonomías gobernadas por el Partido Popular, entre ellas La Rioja, han manifestado su disconformidad ante un convenio remitido, hace casi un año, por el Ministerio de Presidencia para la elaboración de un mapa geográfico de fosas comunes en el marco de la Ley de Memoria Histórica.

En La Rioja ya se realizaron exhumaciones a finales de los años 70 y principios de los 80. Las fosas regionales están delimitadas por estudios recientes, especialmente por el realizado por Aguirre en su vasto volumen 'Aquí nunca pasó nada'. Éste entiende que habría que hacerlo no cartográficamente: «Se trataría de decir 120 lugares donde murieron personas, por ejemplo, y conocer cuántos están exhumados, cuántos quedan y dónde están realmente».

Falta de medios

Para Jesús Vicente Aguirre, «el problema no es que aquí no exista esa voluntad, sino que otras comunidades como Andalucía, Extremadura, Aragón o País Vasco tienen oficinas de la Memoria Histórica, donde ese tipo de gestiones se pueden consultar».

Algunas comunidades han rechazado financiar las exhumaciones. «Por un lado la responsabilidad, y eso es cierto, debiera corresponder al Estado. En segundo lugar, las exhumaciones las deciden las propias familias. Pero lo cierto es que, si no es de oficio, correspondería al Gobierno», sostiene el escritor y portavoz de 'La Barranca', que observa tres factores que no se suelen tener en cuenta.

«Primero, que para realizar una exhumación hace falta que un grupo de familias lo desee. Segundo, algo evidente, que se sepa dónde están. Y tercero, que haya una fuente económica que permita más allá de hacer el agujero. Porque comprobar el ADN cuesta dinero», explica.

Ha habido colaboración en La Rioja a la hora de realizar exhumaciones en terrenos públicos o privados. «Nunca hubo traba alguna en suelo municipal, por parte de alcaldes de distintos colores políticos», recuerda