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Navarra retoma las exhumaciones de los fusilados en la Guerra Civil
Miércoles, 13 ago. 2003

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Dos cadáveres de vecinos de Mendavia asesinados en Azqueta serán recuperados en breve, dando inicio a una serie de desenterramientos

JESÚS IRIBARREN - Pamplona

Navarra se suma a la amplia campaña de exhumaciones de cuerpos de los asesinados en fosas comunes durante la Guerra Civil que se está desarrollando en diversas zonas del Estado gracias al impulso de los familiares. Antes del final del verano esperan ser recuperados los restos de dos vecinos de Mendavia que fueron fusilados en Azqueta. Su ubicación ha sido concretada gracias a distintos testigos. A este acto le seguirán posiblemente muchos más pues hay una veintena de casos ya documentados sobre el terreno por la Asociación de Familiares y Desaparecidos. Fue el propio Parlamento Foral el que en una declaración histórica se comprometió a ayudar a recabar información y ayudas para exhumar los cadáveres de cientos de personas que no han aparecido en cunetas y fosas comunes. El grueso de ellos fue desenterrado y trasladado a sus lugares de origen en los años 70 y principios de los 80, pero el acto de Azqueta abre una nueva etapa en una época clave dado los cambios en los terrenos por nuevas urbanizaciones y el fallecimiento de los testigos presenciales.

Otro más en Lantz

Azqueta es una pequeña localidad que vive un tanto revuelta estos días por la noticia de la posible localización de una fosa en la que podría haber hasta tres fallecidos. Dos de ellos están identificados por referencias de testigos. Se trataría de los vecinos de Mendavia Ceferino Antón y Teófilo Navarro, asesinados un mes de agosto como éste hace ya 67 años. Sus familiares no han cesado durante todo este tiempo en su esfuerzo por recuperar sus restos y darles el destino que se merecen. Sobre el tercer cuerpo no hay datos. En principio, según investigaciones preliminares sobre el terreno y testimonios recabados, la fosa se encontraría en la zona conocida como camino de la balsa ubicada en esta pequeña localidad de Azqueta, a 8 kilómetros de Estella en dirección a Logroño. Al parecer, las faldas de Monjardín fueron un lugar elegido por los golpistas para acabar con la vida de algunos vecinos y militantes de izquierda de pueblos muy castigados por la represión del 36 como Lodosa (131 fusilados), Sartaguda (83) y la propia Mendavia (104).

Una acto de exhumación requiere unos complejos trámites administrativos y la presencia de arqueólogos y expertos que daten e identifiquen los cuerpos (con la prueba del ADN u objetos). Además, es un episodio con una fuerte carga emocional para sus familiares por lo que no ha trascendido más información sobre fechas y pasos. Sin embargo, al parecer, a Azqueta le seguirán otras exhumaciones en la zona norte, concretamente en Lantz.

AQUELLA NOCHE DE AGOSTO DE HACE 67 AÑOS

Fue un verano como el actual hace 67 años, quizá con menos calor, pero Navarra ardía en odios y venganzas. Las fechas bailan según documentos y testimonios, pero los asesinatos de Ceferino Antón y de Teófilo Navarro tuvieron lugar en torno al 12 de agosto de 1936. ¿Su pecado? Ser jornaleros y de la CNT en un pueblo muy convulso como Mendavia -donde tres familias se habían hecho con el comunal- en el que más de un centenar de hombres fueron asesinados, decenas de mujeres represaliadas y humilladas y muchos otros tuvieron que huir al frente. Mendavia tiene el triste récord de haber perdido a toda la corporación municipal, con mayoría de izquierdas. Poco duró la alegría de los que ganaron las elecciones. Nadie sabe cómo fueron las últimas horas de Ceferino y Teófilo. Algunos familiares pueden tener alguna referencia e incluso vive todavía la persona que condujo el coche que les llevó a la muerte al pie de Monjardín. Hace una veintena de años, según cuentan los vecinos de Azqueta, ya se estuvieron buscando sus cuerpos en una zona de monte hoy roturada. No hubo suerte. Ahora parece que se vuelve sobre seguro. Al menos servirá de consuelo para sus seres más cercanos que podrán llevar sus cuerpos a Mendavia y desenterrar un negro episodio de nuestra Historia que nunca debió de haber sucedido.

Precedentes

Los años 70 y 80
El tema de los fusilados ha tenido dos momentos álgidos en Navarra. El último fue este año con la declaración del Parlamento. El primero tuvo lugar en la década de los 70 y principios de los 80, cuando tras el final de la dictadura surgió un fuerte movimiento político y asociativo para reivindicar justicia. Miles de familias habían llevado el sufrimiento y la angustia de saber muertos o desaparecidos a seres cercanos durante muchos años. Por todas partes surgieron asociaciones y tuvieron lugar exhumaciones de fosas comunes. En los cementerios se erigieron monolitos y tumbas colectivas donde sólo había hasta entonces la dedicadas a los Caídos en la Cruzada. Fue sonada la exhumación de Sartaguda en 1977. La lista de pueblos es larga, aunque muchos no han recuperado sus restos. Al menos por ahora.

A nivel estatal
En los últimos dos años se ha extendido por todo el Estado un potente movimiento por la Recuperación de la Memoria Histórica tanto en forma de publicaciones como en colectivos y actos de homenaje y exhumación. Cerca de aquí, en Zaldibia (Guipúzcoa) se recuperaron dos cadáveres con el apoyo técnico de Aranzadi. Se han localizado y excavado fosas comunes en León, Galicia, Andalucía, Cataluña, Segovia... Se trata de procesos complicados. Primero hay que dar con el posible paradero de los enterramientos. Para eso es vital el testimonio de personas que vivieron aquella época, lo que empieza a ser cada vez más complicado. La segunda dificultad es señalar sobre el terreno el lugar ya que tanto por roturaciones como por nuevas urbanizaciones, los términos están cambiando mucho y, en algunos casos, sin remedio. De ahí la urgencia de estas operaciones tanto por el factor humano como por el físico. Una vez comenzados los trabajos (con máquinas y con palas manuales ayudados también de detectores de metales para las balas) hay que contar con supervisión de arqueólogos y con un juez para el levantamiento del cadáver, si se encuentra.