La última Barricada contra Franco
La banda navarra publica un disco-libro dedicado Ãntegramente a la Guerra Civil y la represión franquista
Público, 4-11-2009
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La última Barricada contra Franco
La banda navarra publica un disco-libro dedicado Ãntegramente a la Guerra Civil y la represión franquista
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JESÚS MIGUEL MARCOS – ARTIKA (NAVARRA) – 04/11/2009 07:15
Enrique Villarreal, conocido por todos como El Drogas, sintió vergüenza. De su propia ignorancia. Lo reconoce sin ambages y con una sonrisa humilde, mientras pasea por un angosto camino de tierra que sube al monte Ezkaba. Debajo se ve Pamplona, cubierta por una transparente capa de neblina. Una txapela blanca. «Este monte fue la parte de atrás de mi casa toda la vida. Ahà detrás está mi barrio, la Txantrea. Nunca supe lo que habÃa pasado aquÃ, en estas laderas. ImagÃnate cómo me sentà cuando empecé a hurgar un poco en todo aquello. Si he hecho este disco no ha sido por recuperar la memoria, sino para resarcirme de mi ignorancia», explica.
El 22 de mayo de 1938, en plena Guerra Civil, los presos del bando republicano en el fuerte de San Cristóbal, situado en lo alto del monte Ezkaba, se sublevaron y lograron escapar. Eran más de 2.000 y el objetivo era llegar a Francia. El desconcierto era tal que la mitad decidió volver a sus celdas. 207 fugitivos fueron asesinados en los alrededores de Pamplona. El resto, más de 500, apresados de nuevo. Sólo tres lograron cruzar la frontera.
Hoy el fuerte está abandonado, en ruinas. Hasta allà sólo suben los vecinos de la zona para pasear, andar en bici o hacer footing. En el antiguo foso de seguridad se ven restos de botellones, también una pintada: «La libertad herida por el fascismo». Desde niños, El Drogas y sus tres compañeros de grupo (Alfredo, Ibi y Boni) habÃan escuchado mil y una historias sobre el fuerte, leyendas exageradas que cumplieron su objetivo: tapar lo que verdaderamente habÃa ocurrido en su interior, que era, como ocurre habitualmente, peor que cualquier desmesurada leyenda urbana.
Tirando del hilo
El Drogas conoció esta historia gracias al libro Fuerte de San Cristóbal, de Iñaki Alforja y Félix Sierra. El impacto que le produjo la lectura de los acontecimientos de aquel 22 de agosto le llevó a componer una trilogÃa de canciones que conforma el corazón de La tierra está sorda, el nuevo libro-disco del grupo navarro, dedicado Ãntegramente a la Guerra Civil y la represión franquista. Poco antes habÃa devorado otra obra relacionada con la guerra fraticida española, La voz dormida, de Dulce Chacón, un libro que le afectó profundamente. «Unos capÃtulos los terminaba de leer con rabia, otros con lágrimas», confiesa el músico.
A los pocos meses, El Drogas ya habÃa leÃdo medio centenar de libros sobre la Guerra Civil. El guitarrista Alfredo Piedrafita recuerda asà el dÃa en que decidieron hacer un disco conceptual: «El Drogas nos enseñó dos canciones, Por la libertad y Hasta siempre, Tensi, y propuso seguir tirando del hilo. Lo vimos como un reto, conseguir poner música a todo ese tipo de sensaciones y sentimientos que le habÃa despertado la lectura de tantos libros».
Luego llegaron las casualidades. El año pasado, en diversas entrevistas con motivo del lanzamiento de un recopilatorio por el 25 aniversario de la banda, El Drogas ya hablaba del proyecto, todavÃa embrionario, de hacer un disco sobre la Guerra Civil. «Semanas después, estaba paseando con mi hija por Pamplona y recibà una llamada de teléfono. Era Iñaki Alforja, autor de Fuerte de San Cristóbal». El investigador habÃa oÃdo una entrevista con Barricada por la radio y se ofreció a ayudarles. «Si quieres quedamos mañana, entramos dentro del fuerte y te explico in situ cómo fue la historia», le dijo al Drogas.
Y allà fueron. Se colaron por un agujero de la parte trasera, «bastante difÃcil de escalar», y penetraron en las galerÃas donde se hacinaban los presos republicanos, enfermos de avitaminosis y tuberculosis, llenos de chinches y piojos, con raciones diarias de palizas. «No es lo mismo leer sobre un sitio que verlo con tus propios ojos. Después de haber leÃdo el libro, estar en el lugar fue muy emocionante e ilustrativo». E inspirador. Allà mismo, El Drogas garabateó los versos de La estancia, dedicada al fuerte de san Cristóbal: «En este suelo me gusta soñar despierto / y romper las nubes que cierran hermético el techo. / Asà corren los dÃas y las noches miserables, yo sólo pienso en ti / acurrucado entre el frÃo y el hambre».
Y más casualidades. Esa vieja que cada mañana pasaba por delante de la casa del Drogas, arrastrando su bastón y sin casi fuerzas para saludar, fue testigo en primera persona de otro siniestro episodio de la guerra: «Una cosa es lo que cuentan los historiadores y otra lo que te cuentan las personas. Esta señora, a la que llevo viendo toda la vida, era de Larraga, el pueblo de Maravillas Gamerco, una moceta de 15 años que fue violada y asesinada por soldados franquistas después de presenciar el fusilamiento de su padre».
En La tierra está sorda, las mujeres y los maestros ocupan un lugar central. «Son dos colectivos que adquieren mucho protagonismo con la Segunda República y, por ello, fueron especialmente castigados con la llegada del franquismo». En Los maestros, El Drogas canta: «Dieron su vida y su sangre por dar al pueblo conocimiento». ¿Sirvió de algo el sacrificio? «Sirvió», concluye la voz de Barricada.
http://www.publico.es/culturas/266604/ultima/barricada/franco
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El PaÃs, 4-11-2009
La Guerra Civil, según Barricada
El grupo dedica un disco-libro a la contienda tras tres años de investigación
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CARLOS MARCOS – Madrid – 04/11/2009
Ver llorar a un tipo duro al que le cuelgan dos aros de su lóbulo derecho, que lleva en la cabeza un pañuelo de pirata del que surgen unas densas rastas, que exhibe un rostro erosionado por las cicatrices de la vida, que cumple casi 30 años como vocalista de una banda de rock y al que llaman El Drogas, resulta conmovedor. Enrique Villarreal, El Drogas, ha llorado mucho en los últimos tres años. Lágrimas derramadas por tremendos golpes emocionales, los que sufrÃa cuando se reunÃa con los familiares y las vÃctimas del bando perdedor, el republicano, de la Guerra Civil española. Toda esa información se ha concretado en un disco de su grupo, Barricada, La tierra está sorda, 18 canciones basadas cada una de ellas en una conmovedora historia.
Lo que ha hecho este músico navarro de 50 años es atender a una obsesión. «Me di cuenta de que existe mucha ignorancia sobre la Guerra Civil. Empezando por mÃ. Asà que comencé a informarme». Todo arrancó cuando cayó en sus manos el libro de Dulce Chacón La voz dormida. «Me llamó la atención su emotividad y cómo crea a los personajes». El sistema que utilizó lo denomina «desastre organizado». Un libro le llevó a un documental, las imágenes a un superviviente de la contienda, más tarde a un intelectual… Asà hasta sumar los 78 libros que ha leÃdo y las entrevistas con más de 100 protagonistas.
El disco se publica acompañado por un libro donde contextualiza la canción, con datos históricos y la voz de los protagonistas. Como el guerrillero (miembro de la Agrupación Guerrillera de Levante y Aragón) Manuel Montorio Gonzalvo Chaval, que relata: «La rabia de no poder coger a los guerrilleros la pagaban las familias detenidas, sometidas a torturas de todo género; patadas en las zonas genitales -a las mujeres las golpeaban en los pechos-…». Basándose en esta narración, El Drogas escribe la canción Suela de alpargata (el calzado que utilizaban los guerrilleros, igual que los campesinos, para no dejar rastro): «Suela de alpargata que no se rendirá / ni por aguas heladas / ni por noches de cristal». El músico recuerda: «Entré a su casa a las 12 de la mañana y estuvimos hablando hasta la medianoche. Tuvimos más conversaciones igual de largas. Cuando escribà la canción fui corriendo a mostrársela, pero llegué tarde: tenÃa cáncer de pulmón y habÃa fallecido horas antes. Se nos están muriendo los supervivientes y es preciso que les escuchemos».
El Drogas relata episodios de su viaje, como cuando ayudó a familiares de las vÃctimas a transportar huesos de sus seres queridos: «Llegaba a casa conmovido. Me acuerdo que mi hija, de 12 años, decÃa: ‘Oh, no, ya está otra vez el aita. Sin embargo, mi hijo de 22 años leyó el libro que va con el disco y tuvimos unas conversaciones muy interesantes».
El armazón musical del álbum es guitarrero. Alfredo Priedrafita, 48 años, guitarrista de Barricada, explica: «SabÃamos que no podÃa ser un álbum tristón ni melancólico. El estilo es el de Barricada, rock and roll». La idea se amplÃa estos dÃas a los colegios: Barricada llega con sus guitarras a las clases de 2º de ESO para explicar esta parte de la historia e interpretar canciones. El Drogas desvela: «Y pensar que en el colegio yo era un desastre del copón. La Historia me aburrÃa. Ahora, mira».
http://www.elpais.com/articulo/cultura/Guerra/Civil/Barricada/elpepucul/20091104elpepicul_15/Tes