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Una muestra en Roma reúne los trabajos de los corresponsales extranjeros en la Guerra Civil

La Vanguardia, 16-11-09 | 24 noviembre 2009

Hemingway, Dos Passos, Saint-Exupéry, Cappa, Orwell o Montanelli contaron para el exterior lo que sucedía en España por aquel entonces

 

 

16/11/2009 |

Roma. (EFE).- Ernest Hemingway, André Malraux, John Dos Passos, Antoine de Saint-Exupéry, Robert Cappa, Ilya Ehrenburg, George Orwell o Indro Montanelli, entre otros, fueron algunos de los intelectuales que decidieron contar lo que sucedía en España durante la Guerra Civil, en primera línea de fuego.

Las crónicas escritas, su publicación en los diarios originales y las imágenes de los escritores, intelectuales y figuras fundamentales del periodismo llegados de todo el mundo a la España en llamas, se muestran desde hoy en una exposición en Roma, organizada por el Instituto Cervantes y titulada Corresponsales de Guerra en la Guerra de España.

La muestra hace honor a la frase del hispanista Hugh Thomas «la edad de oro de los corresponsales de guerra fue España y esto no se vuelve dar a lo largo del siglo XX», porque es «un momento literario único», explicó el comisario Carlos García Santa Cecilia.

Periodista en primera línea

«Ahora es muy difícil encontrar un corresponsal de estas características capaz de estar en primera línea de la batalla», como muestra una fotografía en la localidad catalana de Puigcerdà en la que los periodistas observan desde una trinchera con prismáticos el avance los soldados, refiere. Hubo grandes primicias y grandes noticias: como la matanza de Badajoz por los nacionales en 1936 o el bombardeo de Guernica en 1937 por los aviones de la Legión Cóndor alemana.

La matanza de Badajoz convirtió una guerra local en internacional gracias al americano Jay Allen del Chicago Tribune quien se enteró de la entrada de los nacionales gracias a un periodista portugués, Mario Neves, que atravesó caminando la frontera desde Elvas y relató lo sucedido en el Diario de Lisboa. Otro anglosajón, G.L.Steer, cubría el bloqueo del puerto de Bilbao cuando se produjo el bombardeo de Guernica. El periodista vio los aviones alemanes de la Legión Cóndor y su artículo fue fundamental porque Alemania negaba su autoría.

Pero también hubo exclusivas en el bando nacional. La gran primicia de Franco fue la toma del Alcázar, relatada por Harold Cardozo para el Daily Mail y Artur Portela para el Diario de Lisboa que narraron la gesta con el mito del hijo del general Moscardó y la famosa frase: «El Alcázar no se rinde», con gran repercusión internacional en la prensa que apoyaba al caudillo.

También hay entrevistas como la realizada a Franco por Felix Correia del Diario de Lisboa en 1936 cuando todo el mundo se preguntaba quién era ese señor y qué pretendía y que tuvo gran eco en Estados Unidos e Inglaterra. «Cada corresponsal es un mundo», narra el hispanista Paul Preston en el catálogo de la exposición. Louis Delaprée del conservador Paris Soir «se mataba por hacer reportajes, no se los publicaban, se hartó y se fue a París en avión, lo derribaron y murió», explicó.

Los comunistas recuperaron después las copias de la censura de las crónicas de Delaprée, quien hizo los primeras artículos de los bombardeos de Madrid que luego sirvieron de base a Picasso para trazar los primeros bocetos del Guernica. Herbert Matthews, del New York Times escribió sobre las Brigadas Internacionales, Saint-Exupéry, la España ensangrentada, Hemingway sus famosos Reports y es que se concitó tal interés internacional, que los principales intelectuales viajaron a España.

Orwell y Barcelona

George Orwell fue a Barcelona, luego se alistó en las filas republicanas y salió de España con un tiro en la garganta, experiencia que le sirvió para escribir su famoso Homenaje a Cataluña (1938).

A Montanelli, que iba con Franco, su crónica sobre la entrada de los italianos en Santander le costó el puesto, le expulsaron del partido fascista de Italia y le mandaron a Estonia. Los medios daban como un acto de valor la toma de la capital santanderina y el Montanelli relató que el único enemigo que tuvieron las tropas de Mussolini fue el calor.

En la muestra se ve una fotografía de un joven Ehrenbug al lado de un teléfono, su única forma de transmitir ya que sólo había una centralita en la Telefónica de la Gran Vía de Madrid. Frente a ella, los periodistas se concentraron en el mítico hotel Florida, en la plaza del Callao de Madrid, sobre el que Hemingway escribió su única obra de teatro y donde se hizo popular gracias a su enorme reserva de alimentos, mientras otros guardaban botellas de licor.

Por la noche grandes fiestas y de día, desde el edificio de la Telefónica, los corresponsales veían la guerra al otro lado del Manzanares, por dónde entraban los nacionales y transmitían la crónica. Pero fue el New York Times el único que se consagró como el gran periódico internacional porque fue el único que tuvo un corresponsal en cada bando con información propia.

http://www.lavanguardia.es/cultura/noticias/20091116/53825540892/una-muestra-en-roma-reune-los-trabajos-de-los-corresponsales-extranjeros-en-la-guerra-civil.html