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La dura vida del Levante

El Diario Vasco, | 19 marzo 2010

El próximo visitante de Anoeta aún reclama el título de Copa de 1937. El club nació en 1909 en la zona portuaria de Valencia y tiene una larga tradición obrera y popular

 

19 de marzo de 2010

IÑAKI IZQUIERDO.-

No hay mal que cien años dure, dice el refrán. Salvo que hablemos del Levante, habría que aclarar. El próximo visitante de Anoeta es centenario -fue fundado en septiembre de 1909, como la Real- y ha sido pasto de todo tipo de desgracias desde el día de su fundación.

Comencemos por el principio. El Levante tiene un origen obrero y republicano. Su fundador fue un catedrático socialista y el club nació en la zona del puerto de Valencia, justamente en la platjeta de Llevant, de donde tomó el nombre. Por tanto, lejos del centro y de los corazones de la gente bien de la ciudad, pero siempre fue enormemente querido entre las clases trabajadoras y populares de la ciudad.

Así fue subsistiendo en los convulsos primeros años del siglo XX, cuando las ideologías no eran una cuestión secundaria. El Levante fue creciendo y en 1922 construyó su primer estadio, el campo del Camí Fondo, en el viejo cauce del Turia. Por aquel entonces se empezó a conocer a los jugadores y seguidores del club como ‘granotas’ (‘ranas’ en valenciano), ya que en el río, alrededor del estadio, se criaban miles de ranas.

El apoyo popular no fue suficiente para que el Levante superara el primer gran examen que le puso el fútbol: la creación de la Liga en 1927. Los equipos más fuertes de la época quisieron una Liga cerrada entre los ganadores de Copa, entre ellos la Real, pero al final se dejaron unas plazas abiertas a disputar en una serie de eliminatorias. El Levante, por problemas económicos, prefirió no meterse en más líos y optó inscribirse tranquilamente en Tercera.

El club siguió jaleado por su animosa gente y encajando las derrotas con entereza. Mientras, el clima político se iba envenenando y el fútbol, como siempre, no iba a poder ser ajeno a lo que pasaba en la sociedad.

Un título ante el Valencia

El equipo granota fue el vencedor de la Copa de la República (o Copa de la España Libre) de 1937, el mayor triunfo de su historia. Para mayor honra levantinista, ganó la final a su enemigo de la ciudad, el Valencia, por 1-0 en la final disputada en Barcelona. Este partido se retrasó un mes por la guerra y algunos jugadores abandonaron el frente durante algunas semanas para poder jugar. Sin embargo, el torneo se disputó en la zona republicana y el franquismo nunca reconoció ese título. Lo que hizo el franquismo fue bombardear y destruir el campo del Camí Fondo.

El Levante ha pretendido durante años que ese título se le reconozca, pero la Federación Española se ha negado a hacerlo hasta hoy. La hinchada granota recuerda que la FEF sí da como bueno el título de 1939 del Sevilla, ya con el nombre de Copa del Generalismo y jugado únicamente en la zona ‘nacional’. El alma roja del Levante no soporta esta afrenta.

Después de la guerra, los fundadores del club fueron represaliados y varios fueron al exilio. Sin campo, sin dirigentes y en un ambiente hostil, el Levante se fusionó con el Gimnàstic otro equipo valenciano, éste a cargo de los jesuitas. Las penurias no cesaron, pero al final consiguieron levantar otro estadio, en Vallejo, que unas inundaciones destruirían a conciencia en 1957.

Buena época

A todas las desgracias propias, la hinchada del Levante tiene que hacer frente a la hegemonía del Valencia en la ciudad. La ausencia de éxitos fue la característica más destacada del club durante décadas, pero ahora el Levante atraviesa su momento de mayor gloria deportiva. En cien años, sólo ha estado cinco temporadas en Primera, tres de ellas en los últimos seis años.

Sin embargo, la felicidad no puede ser completa en casa levantinista, ya que el club está intervenido al no poder hacer frente a una deuda de 84 millones de euros. No hay lugar para las celebraciones, sólo para sobrevivir.

Todo esto no lo dicen los enemigos del Levante. Nos remitimos a la letra del himno del Centenario granota: «Es sufrir nuestra tradición. Cómo renacer, nuestra voz. Si ganamos, siempre perdemos». Pues eso.

http://real-sociedad.diariovasco.com/noticias/2010-03-19/dura-vida-levante-20100319.html