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«Querido abuelo, vamos a enterrarte con abuela, tu esposa»

Ignacio Morán Rubio. Telde Actualidad, | 21 marzo 2010

Se trata de trata de restaurar la honorabilidad de aquellas personas que un día les fue arrancada con absoluta impunidad

 

Alfonso de la Morena Prado me permitirá que le tome prestado el emocionado saludo que pronunció, al recoger los restos de su abuelo, hace unos días en Madrid y lo utilice como titular de la columna de este domingo. Una vez más vuelvo a referirme al asunto de los represaliados de la guerra: A la Ley de la Memoria Histórica, porque la gente empieza a estar harta de tantas trabas a cualquier investigación y por eso impulsa una nueva ley de iniciativa popular que –a decir de los juristas proponentes- ponga a salvo derechos, dignidades y hasta la propia legalidad internacional.

 También al juez Baltasar Garzón a quien una y otra vez pretenden pasar factura por su “descaro” con los poderes de siempre. Insistir, por último, en la idea del valor ético y social que tiene el hecho de que, a decenas de miles de familias, se les devuelva la dignidad, la honorabilidad y, en su caso, los restos de familiares. En definitiva el derecho que tiene la sociedad a conocer antes de pasar la página.

No obstante lo que más me ha impelido a retomar estos temas tuvo lugar en el Ateneo de Madrid. Con un lleno y un sentimiento de los que marcan época, les fueron entregados a quince familias, en otros tantos pequeños féretros, los restos de sus familiares desaparecidos. Son los primeros de una inmensa fosa situada en Valdenoceda (Brugos) que alberga a ciento cincuenta y tres presos del franquismo, muertos de hambre y de frío. Desde Madrid partieron de regreso al País Vasco, Extremadura, Andalucía, Castilla y León, Castilla-La Mancha…un último viaje precedido del reconocimiento social y del gobierno de España que por defenderlo, en otro tiempo, encontraron una muerte tan horrible. El resto irán saliendo hacia otros puntos de la geografía española a medida que se vaya completando la identificación. Otros quince, pertenecientes a las brigadas internacionales, tomaran el regreso a sus países de origen.

Trae causa esta nueva reflexión porque, en palabras del presidente del Ateneo don Carlos París, “…todavía, ante el intento de hacer justicia a la historia, hay fuerzas que se oponen a ello, como muestra la persecución del juez Garzón…” Poco importa que en el censo provisional figuren ya, con nombres y apellidos, 114.266 personas de todas las comunidades autónomas. Poco importe el clamor de “los titiriteros” como llaman a los actores, cantantes e intelectuales. Poco importa el clamor de la judicatura internacional y buena parte de la española. Poco importa el espectáculo bochornoso que, en este tema, ofrece el Tribunal Supremo y el propio Consejo General del Poder Judicial…para muchos la des-memoria histórica bien vale una bronca y si, en la “balacera”, cae Garzón pues tanto mejor.

Trae causa también, porque en estos días se ha presentado el documental, “Sombra, Niebla y Tiempo”, que nos acerca testimonios de otra de las caras más negras de la represión franquista. Habla de las miles de mujeres humilladas, violadas o sacadas desnudas a calles y plazas, por el mero hecho de ser esposas, compañeras o familiares de republicanos. Habla de las cárceles de mujeres en aquellos años. Habla de los niños arrancados a sus madres presas o asesinadas…Un documental, el de Juan Caunedo, que traerá polémica y dará mucho que hablar.

Pocos discuten la dureza y la violencia de la sublevación militar de 1936, ni el declarado proceder de saltarse toda norma y todo derecho por parte de los golpistas. Si quedara alguna duda, permítanme citar algunas perlas pronunciadas en aquel contexto y recogidas, en parte, por Eduardo Galeano:

– Francisco Franco: “Salvaré a España del marxismo”. ¿Y si eso significa fusilar a media España? -Pregunta alguien- “¡Cueste lo que cueste!” –Respondió con firmeza-.

– José Millán Astray, general en jefe de la Legión Española, incluía siempre en sus arengas el grito provocador de “¡Viva la muerte!”.

– El apodado “virrey de Andalucía”, general Gonzalo Queipo de Llano, en sus proclamas radiofónicas y en el avance militar advertía a las poblaciones: “¡Id preparando sepulturas”.

– El general Emilio Mola, destacado organizador del golpe de estado, firmaría en instrucciones internas a los mandos militares: “Cualquiera que sea, abierta o secretamente, defensor del Frente Popular, debe ser fusilado” (el Frente Popular acababa de ganar unas elecciones). “La acción ha de ser en extremo violenta…hay que sembrar el terror, dejar la sensación de dominio, eliminando sin escrúpulos ni vacilación a todos los que no piensen como nosotros” (19 de julio de 1936).

Sobra hipocresía en estos asuntos. No se trata de revivir los años de represión, no se trata de dilucidar culpabilidades…Se trata de dignificar, si se puede, la memoria de quienes están enterrados y abandonados en campos, montes, pozos o al borde mismo de los caminos. Se trata de trata de restaurar la honorabilidad de aquellas personas que un día les fue arrancada con absoluta impunidad. No se trata de entronizar al juez Garzón, pero tampoco de crucificarlo por intentar que esos nietos o familiares, puedan rescatar al padre o al abuelo de la ignominia. Nadie ha planteado la posibilidad de condenar a los otros padres o abuelos que autorizaron o permitieron la muerte o el sufrimiento de aquellos ciudadanos.

Veamos un ejemplo dramáticamente ilustre: Parece que ese virrey de Andalucía, recomendó al pelotón de captores de García Lorca: “¡Dadle café, mucho café!”. Una frase, en clave, que escondía Camaradas Arriba Falange Española (c.a.f.e) y le dieron tanto que, setenta y cuatro años después, el mundo aun no sabe donde está el poeta. Por el contrario Falange Española tiene procesado y a punto de suspender de sus funciones, por investigar estos crímenes, al juez Baltasar Garzón. Pues eso, que ahora en democracia tenemos c.a.f.e y todo tipo de bebidas, para que cada quien las disfrute como guste, con el permiso naturalmente.

Ignacio Morán Rubio es director de Gobierno del Ayuntamiento de Telde

http://www.teldeactualidad.com/noticias_secciones.php?seccion=opinion&id=4490