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Setenta años de eco franquista

laopinióncoruña.es , | 18 marzo 2010

Dos familias gallegas recuperan los restos de Castor Cordal y Ramón Barreiro, fusilados en septiembre de 1937 en Pontevedra

 

R. PRIETO | A CORUÑA Frente a más de 70 años de búsqueda, cinco meses no es nada. Esa es la espera que está a punto de terminar para dos familias gallegas que en septiembre de 1936 perdieron a Castor Cordal, de 27 años, y a Ramón Barreiro, de 19. Sus restos fueron exhumados el pasado mes de octubre en el cementerio pontevedrés de Curro (Barro) por voluntarios de la Asociación de la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH). Mañana, el equipo de arqueólogos e investigadores del grupo originario del Bierzo leonés promotor de las primeras exhumaciones en España entregará a sus familiares los restos de los dos jóvenes fusilados por falangistas. La cita será en el Auditorio de Cambados a las 12.00 horas.

El eco del franquismo que todavía hoy resuena en cientos de localidades gallegas dejará de escucharse en casa de Castor Cordal y Ramón Barreiro. Para las dos familias pontevedresas su lucha ha terminado. La herida que se abrió el 15 de septiembre de 1936 empezó a cicatrizar el pasado 22 de octubre. Ese día fue localizado el enterramiento de los dos jóvenes represaliados. Mañana, cinco meses después del hallazgo y tras el proceso de identificación -a cargo del forense José Luis Prieto-, sus familiares les rendirán homenaje durante la entrega de los restos por parte de voluntarios de la ARMH.

Castor Cordal Garrido 27 años casado sin hijos, electricista de la CNT, se dio cuenta de que estaba en el punto de mira de los falangistas. Su huida tuvo los días contados. Un delator lo descubrió y Cordal fue trasladado al pazo de Fefiñanes, en Cambados. Su padre intentó visitarlo en varias ocasiones, pero todo fue en vano. Incluso lo amenazaron con encarcelarlo a él también. Cansados de tanta insistencia, los guardias del pazo le dijeron que no volviese porque su hijo se había escapado a Portugal. El hallazgo de su cuerpo días más tarde confirmó que la fuga no se había producido.

Fueron unos vecinos que iban a la feria a Pontevedra de madrugada quienes reconocieron los dos cadáveres que estaban siendo trasladados en una escalera a un enterramiento. La noticia llegó a casa de la familia de Castor Cordal. Según relata su hermana Josefina, se lo llevaron guardias civiles y falangistas de la aldea con los que siempre tuvo desencuentros políticos.

Ramón Barreiro fue fusilado cuando tenía 19 años. Pertenecía a una familia de tradición republicana, su hermano fue a la guerra y se pasó al lado republicano. Barreiro, que escribía en gacetas locales, estuvo ocho años preso. La familia nunca supo qué había sido de él pero siempre mantuvieron viva su memoria. Uno de sus delatores fue un cuñado de su madre. Para que cantasen dónde estaba escondido su hijo, dieron una paliza a los padres. Su madre fue violada y rapada al cero. No tardó en morir. A Ramón antes de enterrarlo, un cura le cortó un dedo para robarle el anillo que llevaba.

 

http://www.laopinioncoruna.es/galicia/2010/03/18/setenta-anos-eco-franquista/367699.html