Se han exhumado más de 50 cadáveres, identificado tres personas y los restos de un represaliado ya han vuelto con su familia

 

JOSE SIERRA

El trabajo realizado por Aremehisa durante cuatro años empieza a dar sus frutos con la exhumación de más de 50 cadáveres Se han identificado tres personas y los restos de un represaliado ya han vuelto con su familia.

El pasado 3 de mayo Aremehisa inició los trabajos de excavación en el cementerio de Aguilar, después de un largo y complicado proceso. De esta manera veía cumplidos los tres objetivos por los que había trabajado desde su creación, hace ya cuatro años: abrir las fosas comunes, identificar a las personas allí enterradas y darles digna sepultura.

Aunque la jueza de Aguilar archivara las diligencias para poder abrir las sepulturas, dio vía libre para que la asociación pudiera acogerse a las subvenciones de la Ley de Memoria Histórica. De hecho, Aremehisa recibió en el 2009 una subvención de 49.000 euros del Ministerio de la Presidencia del Gobierno, contando, por tanto, con el apoyo institucional del Estado, de la Junta de Andalucía y del Ayuntamiento aguilarense. Resuelto el problema de la financiación, Aremehisa reunió un equipo técnico para dirigir la excavación y unos 60 voluntarios, en su mayoría familiares de represaliados, que realizaron un curso básico sobre técnicas arqueológicas. Durante varios meses la asociación estudió con todo detalle el registro del cementerio en el que se indicaban las fosas que habían sido ocupadas por orden de la autoridad militar para depositar las personas a las que se les había aplicado el bando de guerra de agosto de 1936. Además, contaba con numerosos e importantes testimonios orales de familiares de represaliados.

Según las primeras estimaciones esperaban encontrar unos 150 cuerpos en cuatro fosas. Nada más comenzar las exhumaciones los responsables de la asociación comprendieron que el trabajo que acababan de comenzar tenía una envergadura que no habían previsto. La aparición de nueve fosas comunes en la zona de acceso y de un elevado número de cuerpos ocultos bajo enterramientos normales, les llevó a reorganizar los trabajos de exhumación en dos fases: una primera, hasta la llegada del otoño en la que se excavarán las ocho primeras fosas y una segunda, a partir de la próxima primavera, en la que se excavarán la novena y las fosas comunes ubicadas en la explanada del fondo del cementerio. Allí esperan encontrar unos 90 cuerpos mezclados con los enterramientos de caridad o beneficencia del primer tercio del siglo XX. Hasta el momento son 53 los cuerpos ya exhumados y depositados en una sala en la que están siendo limpiados y analizados para su identificación. Tres de los cuerpos que fueron exhumados en la primera de la fosas abiertas (Antonio Manuel Palma y una mujer y un niño, víctimas del primer bombardeo de la aviación nacional sobre Aguilar) han sido ya identificados. La mayoría de los cuerpo encontrados presentan síntomas evidentes de haber sido ejecutados con violencia, pertenecen en su mayoría al género masculino y sus edades oscilan entre los 17 y 72 años. Solo tres pertenecen a mujeres.

 

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