España no fue (tan) diferente
Santos Juliá desmonta la excepcionalidad nacional y considera los años previos a la Guerra Civil como la culminación de un proceso equiparable al de otros paÃses europeos
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JULIO ANTONIO VAQUERO IGLESIAS Santos Juliá ha escrito libros memorables sobre la historia contemporánea de España y siempre tendremos que agradecerle su excelente edición de las obras completas de Manuel Azaña. Pero también una parte importante de su obra ha sido expuesta en ensayos y estudios históricos de menor dimensión cuyo soporte de publicación han sido revistas históricas especializadas o culturales, libros colectivos y hasta en reseñas crÃticas en suplementos culturales y en revistas de libros. Precisamente, su último libro, Hoy no es ayer _(RBA, 2010), recoge trece de esos trabajos dispersos (sólo uno no estaba todavÃa publicado), pero no menores, que no sólo componen un conjunto de gran coherencia temática que abarca todo el proceso histórico del siglo XX español, sino que, además, tratan de algunos de los aspectos fundamentales y más controvertidos de esa historia sobre los que Juliá ha venido manteniendo interpretaciones originales y sólidamente fundamentadas, que, en algunos casos, rebaten convincentemente algunos de los tópicos más arraigados de esa historia, y, en otros, han suscitado la polémica y la confrontación historiográfica.
En el artÃculo inicial, Santos Juliá _desarrolla la tesis central del libro, que recorre, explÃcita o implÃcitamente, la mayor parte de los ensayos y estudios recopilados. Frente a la interpretación de la historia de España bajo el paradigma de la excepcionalidad que se concreta en la anomalÃa, dolor, fracaso y decadencia de España, y que adquirió carta de naturaleza a partir del 98 y se mantuvo como interpretación dominante de nuestra historia casi todo el siglo XX (y aún hoy sigue impregnando las páginas de muchos de los libros de texto de nuestros estudiantes de Secundaria y Bachillerato), nuestro autor mantiene, tras los pasos que en ese sentido habÃa iniciado la historia económica, que, con cierto atraso, también en España existió en las tres primeras décadas del siglo XX un importante cambio social que supuso la introducción en nuestro paÃs un poderoso avance en el proceso de modernización económica y social con el desarrollo de la industrialización, la urbanización, la transformación demográfica en el mismo sentido que habÃan seguido las grandes _naciones europeas. Cambio que se interrumpió con la Guerra Civil y volvió a reemprenderse en los años sesenta de la dictadura. La historia de España no fue, pues, en ese aspecto tan diferente a la de los paÃses de su entorno, como nos decÃa la interpretación de la decadencia y el fracaso.