Antonio Barragán analiza las claves de esa convulsa etapa histórica

26/01/2011 JUAN M. NIZA

El alcalde de Córdoba, Andrés Ocaña, rindió ayer un «homenaje para sacar del anonimato y del olvido a los más de 3.000 fusilados por defender el ordenamiento legal, la libertad y la República», dijo minutos antes del acto inaugural de las Jornadas de los Muros de la Memoria, una serie de encuentros científicos, divulgativos y de análisis organizados por los tres foros por la memoria que trabajan en Córdoba y que cuentan con el apoyo «y toda la acogida» del Ayuntamiento, explicó Ocaña.

Al respecto, el alcalde consideró que con el ciclo «queremos recuperar el recuerdo de tantos cordobeses que aún están en el más absoluto de los desconocimientos» y que «injustamente fueron asesinados. Es lo mínimo que podemos hacer por ellos y sus familiares». De hecho, los Muros de la Memoria, sendos grandes monolitos que se están instalando en los cementerios de la Salud y San Rafael, solo contendrán los nombres de 2.277 personas, ya que del resto, 1.424, aún no consta filiación alguna.

Las jornadas fueron abiertas con la ponencia La sociedad cordobesa en la Segunda República. Claves políticas y sociales , de Antonio Barragán, catedrático de Historia Contemporánea de la UCO

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