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Carlota Leret: «Nosotros fuimos testigos de los primeros disparos que incendiaron el mundo»

Noticias de Navarra, 18-03-2011 | 19 marzo 2011

La hija de Virgilio Leret presentó en Pamplona el documental de Mikel Donazar

LA HIJA DE VIRGILIO LERET PRESENTÓ EN PAMPLONA EL DOCUMENTAL DE MIKEL DONAZAR

«ETB 2» emitirá hoy, a las 22.00 horas, este filme centrado en la figura del militar pamplonés fusilado el 18 de julio del 36

ANA OLIVEIRA LIZARRIBAR – Viernes, 18 de Marzo de 201

PAMPLONA. «Estoy empeñada en demostrar que la Guerra Civil empezó el 17 de julio de 1936 a las 17.00 horas en la base de Hidros de El Atalayón (Melilla)». Ese día y a esa hora comenzó la sublevación militar de los Regulares de Marruecos, que en la madrugada del 18 acabaron con la vida del militar pamplonés Virgilio Leret Ruiz. Así lo defiende la hija del capitán y de la periodista y escritora Carlota O»Neill, Carlota Leret O»Neill, impulsora junto a Mikel Donazar del documental Virgilio Leret. El Caballero del Azul, que después de exhibirse esta semana en Madrid y Pamplona, se emitirá esta noche, a las 22.00 horas en ETB 2.

Mikel Donazar, delegado de EITB en Navarra, dirige este documental financiado por la televisión vasca, la Fundación Aena y la Universidad Pública de Navarra. Entidades que estuvieron representadas ayer en Pamplona en la convocatoria de prensa en la que sobresalió Carlota Leret, «auténtica heroína de este trabajo», a juicio de Donazar.

Leret, que visitó la ciudad natal de su padre acompañada por su hija Laura y su yerno Héctor, lleva una década volcada en dar a conocer la figura de su padre, uno de los inventores del motor de avión a reacción, y de su madre, una mujer «adelantada a su tiempo» que sufrió cinco años de cárcel en Melilla tras el asesinato de su marido. Carlota recuerda bien aquello fatídicos días, comenzando por el 17 de julio. «Nosotros fuimos testigos de los primeros disparos que incendiaron el mundo, los oímos perfectamente», cuenta. En concreto, aquel día, ella disfrutaba de un día en el mar junto a su padre, su madre y su hermana Mariela cuando comenzaron las explosiones.

LA MECHA DEL FASCISMO En ese momento, Virgilio Leret, al mando de la base de Hidros desde junio, regresó y, trató de defender el emplazamiento del asalto de las tropas de Regulares mandadas por el capitán Alfredo Corbalán Reina y el comandante Mohamed Benn Mizzian. Pero la munición se acabó y Leret y dos de sus hombres fueron fusilados en la madrugada del 18 de julio, y no el día 23, como figuró durante mucho tiempo en los archivos oficiales. «Hasta 2002, todos, incluida mi madre, creíamos que así había sido y que sus restos estaban en el cementerio de la base, pero no es verdad, hace poco descubrí que fue fusilado el día 18 y no sabemos dónde fue enterrado», señala la hija, que, en su intento por dar a conocer a su padre y sus logros aeronáuticos, publicó una esquela en El País el 17 de julio de 2006. «Estoy empeñada en demostrar que la Guerra Civil comenzó ese día, y no el 18, y que mi padre fue el primer oficial asesinado en el levantamiento», señala. Pero no se centra sólo en su padre, porque su madre lo pasó muy mal durante los cinco años que fue encarcelada en el penal Victoria Grande de Melilla por «influir grandemente en la conducta de su esposo» y «fomentar la situación anárquica y desastrosa que hizo necesaria la iniciación del Glorioso Movimiento Nacional», según cita el expediente de su consejo de guerra. Cinco años en los que estuvo separada de sus hijas, internadas en el Colegio de Huérfanas de Militares de Aranjuez hasta que, a su salida, O»Neill se las llevó a Venezuela.

Sobre Pamplona, Carlota comenta que su padre llevaba muy dentro, «en los huesos», la ciudad en la que nació y vivió hasta los 15 años. «Mi madre solía decir que para muchas cosas era muy navarro», apunta, y recuerda que el propio Virgilio les había contado que a los 12 años «salía a pasear y a pensar por los parques de Pamplona llevando txapela». Estas historias personales se funden con las vivencias universales de la vida de un matrimonio del bando perdedor que merece ser conocido. «No se pueden ocultar los testimonios históricos; en España sólo se ha contado la versión de la historia de los ganadores y es necesario conocer las dos partes», afirma Carlota Leret, que también tiene palabras para quienes le dicen que olvide y no remueva. «El 90% de los que dicen eso en realidad no se preocupan por nuestro dolor, sólo quieren nos olvidemos de ellos, de lo que hicieron», subraya, y advierte que seguirá buscando los restos de su padre, aunque el expediente que habla de su muerte haya desaparecido.

http://www.noticiasdenavarra.com/2011/03/18/ocio-y-cultura/cultura/carlota-leret-nosotros-fuimos-testigos-de-los-primeros-disparos-que-incendiaron-el-mundo