Esto no es Oxford, aquà «no hay boli rojo»
La RAH no estableció filtros para revisar los fallos de objetividad de los autores
J. M. MARCOS MADRID 02/06/201
«De todos los diccionarios existentes, el Biográfico Español sólo tiene uno equiparable, que es el de Oxford». Con estas palabras, el director de la Real Academia de la Historia (RAH), Gonzalo Anes, ha defendido esta semana una obra que, en realidad, poco tiene que ver con el prestigioso diccionario británico, empezando por sus métodos de trabajo.
El equipo que ha elaborado el Diccionario Biográfico Español no establecÃa filtros académicos para revisar los textos de los historiadores, fuera cuál fuera su contenido. «Aquà ni censuramos ni pasamos el boli rojo. A un investigador no le puedes decir lo que tiene que escribir», explicó ayer a Público una de las documentalistas de la obra.
Todo lo contrario que el Diccionario Biográfico Nacional de Oxford, donde los textos se sometieron, tal y como pudo saber Público, a un intenso proceso de revisión académica por un extenso equipo de editores, que con frecuencia devolvÃan las biografÃas a sus autores para que las corrigieran. «Si era necesario, pedÃa al autor que cambiara el texto. Le decÃa quiero más información o saber más de esto o la entrada ha quedado demasiado elogiosa», reveló su editor, Lawrence Goldman.
«Si me dan los dineros de Oxford y me garantizan su estabilidad académica, firmo ahora mismo. El problema es que si en España montas esos equipos de editores el diccionario no hubiera salido en el siglo XXI», afirmó el académico MartÃn Almagro Gorbea, encargado de la Comisión de Antigüedades y Estudios Clásicos, que defiende el diccionario como «la mayor empresa de la vida española en el campo de la historia».
Sólo una voz
Al prescindir de editores que calibraran los textos, la elección del historiador era definitiva en el caso del Diccionario Biográfico Español. «En primer lugar, se hacÃa una lista con las personas más notables en la materia y, a continuación, se elegÃa al que podÃa escribir con mayor objetividad», revela Almagro.
En Oxford lo tenÃan bastante más claro y cuidaban que el historiador no fuese alguien tan cercano al personaje como para perder la perspectiva crÃtica hacia él. E incluso, como ocurrió con la biografÃa de Karl Marx a cargo de Eric Hobsbwam, le animaron a ser más crÃtico con él.
Luis Suárez, elegido por la RAH para escribir sobre Franco, está vinculado a la Fundación Francisco Franco y preside la Hermandad del Valle de los CaÃdos. Gonzalo Anes justificaba su elección porque «fue el único que tuvo acceso a los archivos de Franco», pero le faltó matizar que fue su relación personal con la familia del dictador la que le permitió ese acceso privilegiado.
El académico MartÃn Almagro reconoció no haber leÃdo la entrada de Franco: «Si es una hagiografÃa, que se reclame y que lo cambien, pero siempre con el consentimiento del autor. Eso es imprescindible en todo trabajo cientÃfico».
Payne responde
Stanley G. Payne ha escrito la entrada sobre la Pasionaria, no incluida en los primeros 25 tomos.
Público: «Usted escribió la biografÃa de la Pasionaria. ¿PodrÃa enviárnosla?»
Stanley G. Payne: «SÃ, parece que escribà esa entrada. Lo habÃa olvidado completamente, porque es tan poca cosa, pero los editores dicen que sÃ, que lo hice, y sin duda lo sabrán. Una cosa insignificante como esa no es algo que se pone en el CV, asà que no tengo verificación en mis propios datos, pero sin duda es asÃ. Ya no conservo el archivo del texto. Lo siento»
http://www.publico.es/culturas/379652/esto-no-es-oxford-aqui-no-hay-boli-rojo