El auditorio municipal acoge el homenaje a las víctimas de la represión franquista

 

RAÚL BELTRÁN | TUDELA DE DUERO.

Colocar a sus familiares «en el lugar que les corresponde ante la historia» y cerrar heridas. Después de 75 años, los descendientes de las víctimas de la sublevación franquista de Tudela de Duero saldaron ayer una cuenta pendiente con la historia a través del homenaje que acogió el auditorio municipal, aún sin inaugurar. Un acto al que se ha llegado tras un año y medio de trabajo que ha servido para que «después de preguntarnos durante toda la vida qué delito habían cometido, hoy podamos decir que por fin hemos llegado a conocer lo sucedido con nuestros padres, madres, abuelos…».

Así presentaron Fausto Román y Norma de Diego, nietos de asesinados, el Homenaje del pueblo de Tudela de Duero a las Víctimas del Golpe de Estado y Represión Franquista de 1936 ante cerca de 500 personas entre vecinos del municipio y de otros cercanos. «Un éxito sin precedentes que ha unido a personas de todas las edades e ideologías políticas», expresó satisfecha Orosia Castán, del grupo Verdad y Justicia, organizador del homenaje junto con los familiares, los jóvenes del CSA El Lokal y la peña No nos moverán. «Hoy ha tenido lugar la reivindicación de un problema que los tudelanos han sufrido como una herida durante tantos años y que hoy se ha empezado a cerrar», continuó, y en contra de lo que algunos puedan pensar, «servirá para mejorar la convivencia, la paz y la reconciliación». Un gesto que la Corporación municipal al completo (PSOE, PP e IU) aprobó por unanimidad en el pleno del pasado 24 de febrero y que quedó plasmada en un documento que el alcalde, Óscar Soto, se encargó de leer ante los asistentes.

Tras meses de exhaustiva investigación, entrevistas, reuniones y preparación del homenaje, ayer los familiares, representados por los hijos de asesinados que aún viven, experimentaron la catarsis de expresar ante sus vecinos el porqué del dolor.

Testimonio vivo

Gregorio Arranz perdió a su padre, el alcalde Pablo Arranz. A Jesús de Diego le arrebataron el suyo «cuando más falta nos hacía». Esther García rindió tributo a su progenitor entendiendo «que a nadie puede perjudicar». Leandro Palencia tuvo palabras de especial cariño para su madre por «todo lo que lloró» al enviudar. «Hemos pagado muy caro el asesinato de nuestros padres», fueron las palabras de Tomás Alcázar, quien recordó la figura del ya fallecido Antonino Jarabo, el profesor que «para muchos de nosotros fue como un padre». Precisamente su nieto, Rodrigo Jarabo, ambientó con su música el homenaje.

El discurso de Tomás Alcázar sirvió también para calmar los ánimos de «todos los que me han dicho, con buena voluntad, que olvidase lo que pasó. ¿Pero quién puede olvidar a su padre y borrar como si nada los llantos de su madre?». Llantos que apenas permitieron hablar a Vicenta Peñalva, a quien le arrebataron a su padre y a su abuela. Flora Palacín, Jesús Veganzones, Julio y Aurelio Martín, Helios de Diego, Pedro Peñalva, Santiago y Felisa Muñoz… Testimonios vivos, ayer más que nunca, que buscaron la reparación en un homenaje limpio que se ciñó a los hechos y a la inevitable emoción de sus protagonistas.

Sobre las pantallas del auditorio, montadas por los propios organizadores, se proyectó un documental sobre lo acontecido en Tudela de Duero en 1936 y después pudieron verse los nombres de los casi sesenta asesinados, así como los de los represaliados, mujeres violadas, personas maltratadas, encarceladas… Nombres y apellidos por todos conocidos tras los que se guardó un minuto de silencio.

La inauguración del Parque de la Memoria -en el Arenal- tendrá lugar tras el verano. El homenaje finalizó a las puertas del auditorio con limonada, dulzaineros, y un brindis de los jóvenes de El Lokal. Por todos los que han esperado durante 75 años a que llegase este 9 de julio de 2011 en Tudela.

http://www.elnortedecastilla.es/v/20110710/valladolid/tudela-cierra-heridas-1936-20110710.html